La pérdida de memoria es uno de los problemas más frecuentes en el ser humano a medida que transcurren los años. Y una vez que se superan los 50 años, los expertos sugieren tomar cartas en el asunto con la incorporación de hábitos saludables para evitar este problema y otras enfermedades neurodegenerativas. En todo este marco, el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento de Estados Unidos brindó un listado con las causas menos conocidas que producen daño en la memoria.
En los últimos años, los especialistas en salud mental se encargaron de difundir investigaciones y nuevos avances sobre el cuidado de la salud cerebral, la cual se deteriora conforme pasan los años. No obstante, existe una gran variedad de hábitos saludables para retrasar la pérdida de memoria y para reducir las probabilidades de desarrollar enfermedades neurodegenerativas como la demencia o el Alzheimer.
Muchos de estos consejos se reducen a actividades diarias que activen las funciones cognitivas como, por ejemplo, los juegos de mesa. Asimismo, existen alimentos que ayudan en este aspecto e incluso se demostró que el ejercicio diario tiene grandes beneficios. Sin embargo, también hay un listado con los hábitos negativos que influyen en la pérdida de la memoria:
- Medicación. Dentro del amplio espectro de medicamentos, existen algunos que puedan incrementar la probabilidad de olvidarse cierta información. Algunos de ellos son: los antihistamínicos (pastillas para dormir), medicamentos antiansiedad, antidepresivos o anticonvulsivos. Así como también los medicamentos para la presión arterial, estatinas y medicinas para tratar el Párkinson.
- Estrés. Tanto el estrés como la ansiedad conducen a problemas de atención y memoria. Esto se da en personas que tienen cierta responsabilidad en espacios laborales o una carga personal difícil de manejar. Lo más recomendable es acompañar esa etapa con la ayuda de un profesional.
- Insomnio. El dormir poco o no alcanzar las horas de descanso suficientes, según la edad, puede provocar pérdida de memoria, y también el desarrollo de demencia.
- Alimentación. La deficiencia de la vitamina B12 puede llevar a la pérdida de memoria. Su ingesta diaria debe ser a través de lácteos, carnes, pescados y cereales fortificados.
- Infección cerebral. El menos conocido de esta lista es el ictus silencioso, el cual ocurre sin síntomas visibles y puede afectar de manera constante la memoria. Asimismo, infecciones severas como traumatismos craneales, tumores cerebrales y el alcoholismo también afectan a la memoria o las lesiones cerebrales, que incluso pueden provocar confusión y dificultades de concentración. Personas con infecciones graves o COVID-19 también reportaron problemas de memoria.
Cabe destacar que estas preocupaciones pueden ser consultadas con un médico de cabecera o un especialista en el tema, ya que cualquier señal que indica una pérdida de memoria podría ser indicio de algún problema en la salud cerebral. De cualquier manera, lo recomendable es incorporar el hábito, respetar los consejos de los expertos para cuidar la salud cognitiva y seguir gozando de una memoria de elefante por mucho tiempo más.