Cuando el Mercedes-Benz W196 apareció en la pista en 1954, marcó una revolución en la Fórmula 1. Su diseño aerodinámico, su tecnología innovadora y su dominio en las carreras lo convirtieron en un ícono del automovilismo. Décadas después, este legendario monoplaza sigue batiendo récords, pero ahora en el mercado de subastas: una de sus unidades, conducida por Juan Manuel Fangio, fue vendida recientemente por 42,7 millones de libras esterlinas (USD 52,5 millones), consolidándose como uno de los autos de competición más valiosos de todos los tiempos.
El Mercedes-Benz W196 subastado fue vendido en Sotheby’s, una de las casas de subastas más prestigiosas del mundo. La puja atrajo a coleccionistas de alto perfil y aficionados del automovilismo, quienes reconocen el valor histórico y técnico de este monoplaza. Con un precio final de USD 52,5 millones, esta venta lo ubica entre los autos de competición más caros jamás vendidos.
Para ponerlo en perspectiva, el récord absoluto de un auto subastado lo ostenta un Mercedes-Benz 300 SLR Uhlenhaut Coupé de 1955, que fue vendido en 2022 por 143 millones de dólares, convirtiéndose en el automóvil más caro jamás adquirido en una subasta. Aunque el W196 no alcanza esa cifra, es el monoplaza de Fórmula 1 más costoso de la historia.
En comparación con otros autos de competición, el Ferrari 250 GTO de 1962, vendido en 2018 por 48,4 millones de dólares, es otro de los modelos más cotizados. Sin embargo, en la Fórmula 1, el W196 supera ampliamente otras ventas icónicas: el récord anterior también pertenecía a un coche de la marca de Stuttgart conducido por el Chueco de Balcarce. En 2013, un Mercedes W196 de 1954 fue vendido en Goodwood, Inglaterra, por 19,6 millones de libras (29,6 millones de dólares).
Además, el Ferrari F2003-GA de Michael Schumacher alcanzó 9,5 millones de dólares en 2022 y el McLaren MP4/25 de Lewis Hamilton fue subastado por 6,6 millones de dólares en 2021.
Este precio récord refleja no solo la rareza del Mercedes-Benz W196, sino también su importancia en la historia de la Fórmula 1 y su asociación con Fangio, considerado uno de los mejores pilotos de todos los tiempos.
El Mercedes-Benz W196: un auto revolucionario
El modelo W196 fue desarrollado por Mercedes-Benz para competir en el Campeonato Mundial de Fórmula 1 de 1954 y 1955. Destacaba por ser el primer monoplaza en la categoría con inyección de combustible, un sistema derivado de la aviación que le otorgaba mayor eficiencia y potencia. Su diseño aerodinámico, con versiones tanto de ruedas descubiertas como carenadas, le permitía una velocidad y estabilidad superiores a la de sus competidores.
Además, incorporaba una suspensión independiente y un chasis tubular ultraligero, lo que mejoraba su maniobrabilidad en curvas y le daba una ventaja técnica en los circuitos de la época. Fue, en muchos aspectos, un modelo adelantado a su tiempo, estableciendo un nuevo estándar en el automovilismo.
El debut del Mercedes-Benz W196 en la Fórmula 1 se produjo en el Gran Premio de Francia de 1954, donde Juan Manuel Fangio logró la victoria de manera contundente. A partir de ese momento, el monoplaza dominó la temporada, llevándose triunfos en Alemania, Suiza e Italia. Gracias a su desempeño con este auto, Fangio consiguió su segundo título mundial, consolidando su lugar en la historia como uno de los mejores pilotos de todos los tiempos.
En 1955, el W196 siguió cosechando éxitos, con victorias en circuitos icónicos como Mónaco y Bélgica. Sin embargo, la tragedia del accidente en las 24 Horas de Le Mans de ese año llevó a Mercedes-Benz a retirarse de la competición automovilística, poniendo fin prematuro a la carrera del W196 en la Fórmula 1.
A pesar de su corta trayectoria en la categoría, el Mercedes-Benz W196 dejó una huella imborrable en la historia del automovilismo. Su tecnología influyó en el desarrollo de futuros monoplazas y reafirmó el dominio de Mercedes-Benz en la ingeniería automotriz. Hoy, pocas unidades del W196 sobreviven, y su valor en el mercado de coleccionistas ha ido en constante ascenso.
La reciente subasta de este auto no solo es un reflejo de su importancia en la Fórmula 1, sino también del creciente interés por preservar los vehículos que marcaron una época. Con cada venta, el W196 reafirma su estatus como una pieza clave en la historia del automovilismo, un legado que sigue generando admiración más de seis décadas después de su última carrera.
El Mercedes-Benz 300 SLR Uhlenhaut Coupé: el auto más caro de la historia
El Mercedes-Benz 300 SLR Uhlenhaut Coupé de 1955, el automóvil más costoso jamás subastado, es una pieza única en la historia del automovilismo. Derivado directamente del W196 de Fórmula 1, su nombre significa Sport Leicht-Rennen (Deportivo Ligero de Carreras) y fue concebido como una versión de competición del Mercedes-Benz 300 SL Gullwing.
Este modelo alcanzó la fama en 1955 cuando Stirling Moss y Denis Jenkinson ganaron la Mille Miglia, una de las carreras de resistencia más exigentes del mundo, recorriendo 1,600 km en menos de 10 horas, un récord en su época.
Sin embargo, su historia quedó marcada por la tragedia de Le Mans 1955, donde un 300 SLR conducido por Pierre Levegh estuvo involucrado en un accidente catastrófico que causó la muerte de 84 personas y dejó más de 100 heridos. Este hecho llevó a Mercedes-Benz a retirarse de la competición, poniendo fin a la trayectoria del modelo en las pistas.
El 300 SLR Uhlenhaut Coupé toma su nombre de Rudolf Uhlenhaut, ingeniero de Mercedes-Benz y creador del modelo. Solo se fabricaron dos unidades de esta versión, diseñadas como autos de calle con la tecnología de los coches de competición. La exclusividad y el legado del 300 SLR explican su precio récord de 143 millones de dólares, superando al Ferrari 250 GTO y estableciendo un nuevo referente en el mercado de subastas.