En la isla de Mackinac, al noreste de los Estados Unidos, cualquier vehículo a motor está terminantemente prohibido desde el siglo XIX. La medida se tomó para resguardar el medio ambiente y la contaminación sonora. Con el paso de los años, solo permitieron que circulen bicicletas eléctricas, como medio de transporte más moderno.
Desde el 6 de julio de 1898, en la isla que se ubica al noreste del estado de Míchigan, se encuentra prohibido todo tipo de automóvil, justificado en un primer momento porque estos emitían un fuerte ruido que asustaba a los caballos. Como consecuencia y desde ese entonces solo esta permitido desplazarse por el lugar a través de carruajes tirados por caballos y bicicletas.
El pacífico sitio turístico es el hogar de 500 personas durante el año, que se ven desbordadas en verano cuando gracias a los visitantes ese número puede llegar a crecer más de 30 veces. El pintoresco lugar conserva muchas fachadas en sus construcciones que pertenecen al siglo XIX y si se visita el centro de la ciudad en un paseo en carruaje, da la impresión que estamos viajando en el tiempo.
Parte del encanto de este lugar es el traslado de sus visitantes a otra época y sus autoridades lo tienen bien claro. La alcaldesa de la localidad Margaret Doud, en declaraciones con Cadena Ser, señaló con humor, que la principal ventaja para sus habitantes es el hecho de no tener que preocuparse por el precio de la nafta.
Para poder mantener la atmósfera de pueblo y tranquilidad que lleva el lugar desde hace más de 120 años, la gobernadora de Mackinac, Gretchen Whitmer, tuvo que enfrentarse a otra innovación en el transporte: las bicis eléctricas. Estos vehículos alternativos no contaminan, pero el avance de la tecnología permitió que puedan alcanzar mayores velocidades, lo que puede llegar a afectar el estilo de vida y cantidad de siniestros en la isla.
Por ello, establecieron un límite de 24 km/h para este tipo de vehículos. El problema es que muchos no cuentan con un medidor de velocidad, por lo que se dificulta que los propios conductores puedan respetar la normativa vial.
La mayoría de estas bicicletas eléctricas cuentan con un motor de asistencia eléctrica de 0,75 kW o menos (alrededor de un 1 CV), con velocidades máximas de hasta 32 o 45 km/h, dependiendo de su homologación y clasificación. En Mackinac ya se había restringido previamente el uso de bicicletas eléctricas que llegaban a los 32 km/h.
Cabe aclarar que si bien están prohibidos como propiedad privada, se pueden ver algunos vehículos a motor en la isla, ya que los servicios gubernamentales, como la policía o los hospitales sí los utilizan para emergencias.
La tranquilidad rodeada de arquitectura victoriana
La isla se caracteriza por sus paisajes que combinan formaciones rocosas enormes de antaño junto al Lago Hurón (si bien se encuentra rodeada por el mismo, también se ubica a pocos kilómetros del Puente Mackinak, que separa este último del Lago Míchigan). Las casas de estilo victoriano y los múltiples lugares de venta del característico dulce casero estilo Fudge en diferentes variedades, que forman parte permanente del entorno turístico.
Uno de los principales atractivos es el Fort Mackinac, construido durante la revolución americana. Ofrece exhibiciones interactivas y vistas panorámicas al lago, además de ofrecer un recorrido por la historia militar de la región.
Otro punto emblemático es Arch Rock, una impresionante formación rocosa natural que se alza a más de 15 metros sobre el lago. Es uno de los lugares más fotografiados y se puede acceder a él a través de senderos que recorren el parque protegido de la isla, que cubre más del 80% del lugar y que cuenta con múltiples caminos para caminatas o paseos en bici, rodeados de bosques y acantilados de piedra.