Más de 125.000 visitantes se espera que lleguen a Nueva Orleans para el Super Bowl en el Caesars Superdome el 9 de febrero. (AP Foto/Butch Dill)

La ciudad de Nueva Orleans se prepara para recibir a más de 125.000 visitantes durante la semana del Super Bowl, que se celebrará el próximo 9 de febrero en el Caesars Superdome. Este evento, que enfrentará a los Kansas City Chiefs y los Philadelphia Eagles, llega en un contexto de máxima alerta tras el ataque ocurrido el pasado 1 de enero en la calle Bourbon, en el corazón del Barrio Francés. Según informó ABC News, las autoridades locales, estatales y federales han implementado un extenso plan de seguridad que incluye medidas sin precedentes para garantizar la protección de los asistentes.

El ataque de Año Nuevo, en el que un conductor inspirado por el grupo Estado Islámico embistió con su vehículo a una multitud, dejó un saldo de 14 muertos y decenas de heridos. Este incidente expuso fallos en las medidas de seguridad de la ciudad, lo que derivó en múltiples demandas e investigaciones.

Sin embargo, las autoridades aseguran que los preparativos para el Super Bowl, que comenzaron hace más de 18 meses, han sido reforzados significativamente. “Estamos más seguros que nunca”, afirmó la alcaldesa LaToya Cantrell en una conferencia de prensa, destacando los esfuerzos realizados para blindar la ciudad.

Nueva Orleans ha triplicado sus medidas de seguridad, incluyendo francotiradores y barreras antiexplosivas, tras el ataque de Año Nuevo. (REUTERS/Eduardo Muñoz)

Un despliegue masivo de seguridad

De acuerdo con ABC News, miles de agentes de seguridad, incluyendo personal local, estatal y federal, estarán desplegados en las calles de Nueva Orleans durante la semana del Super Bowl. Entre las medidas más destacadas se encuentra la prohibición del uso de drones en el área del Superdome y el centro de la ciudad, así como restricciones de vuelo que alcanzan hasta los 5.486 metros de altura, según la Administración Federal de Aviación (FAA).

Además, agentes federales, como los marshals aéreos, estarán presentes en los principales puntos de transporte de la ciudad para detectar actividades sospechosas y prevenir el uso de drones. Por su parte, el Departamento de Seguridad Nacional ha desplegado francotiradores en los tejados y vehículos blindados BearCat en las inmediaciones del estadio y en el Barrio Francés.

Según explicó Eric DeLaune, encargado de la coordinación federal de seguridad, nadie podrá ingresar al perímetro del Superdome sin credenciales, y se han instalado barreras de explosión y máquinas de rayos X para inspeccionar vehículos.

El Superdome, que cuenta con una superficie de 37.161 metros cuadrados y más de 70.000 asientos, está siendo inspeccionado minuciosamente por técnicos y más de 100 perros entrenados para detectar explosivos. “Revisarán cada rincón del edificio, abrirán cada puerta y revisarán debajo de cada asiento”, detalló DeLaune.

14 personas fallecieron y decenas resultaron heridas tras el ataque vehicular ocurrido el pasado 1 de enero en el Barrio Francés. (Geoff Burke/USA TODAY NETWORK/REUTERS)

El ataque del 1 de enero

El ataque del 1 de enero, perpetrado por Shamsud-Din Jabbar, quien utilizó una camioneta F-150 para embestir a los peatones, puso en evidencia vulnerabilidades en la seguridad de la ciudad. Según consignó CBS News, el sistema de bolardos de acero diseñado para bloquear el acceso de vehículos estaba en proceso de reemplazo en el momento del ataque. Las autoridades han acelerado la instalación de estas barreras y han añadido nuevos tipos de protecciones físicas en los puntos de entrada clave.

El gobernador de Luisiana, Jeff Landry, anunció la creación de una “zona de seguridad mejorada” en la calle Bourbon para los días previos y posteriores al Super Bowl. Esta medida incluye la prohibición de hieleras y la implementación de registros obligatorios de bolsas para quienes ingresen al área. Además, se desplegarán 350 miembros de la Guardia Nacional para reforzar la seguridad.

Sin embargo, las leyes estatales permiten el porte de armas de fuego, incluidas las de portación oculta sin permiso, en esta zona, aunque están prohibidas dentro de los bares, según explicó la sargento Katharine Stegall de la Policía Estatal de Luisiana. Otro aspecto controvertido ha sido la decisión de las autoridades de desalojar campamentos de personas sin hogar cerca del estadio y reubicarlas en un refugio temporal.

La prohibición del uso de drones estará vigente en torno al Superdome y el centro de Nueva Orleans durante las festividades del Super Bowl. (AP Foto/Tyler Kaufman)

Tecnología avanzada

El propietario del Superdome, ASM Global, contrató a la empresa neoyorquina de inteligencia artificial Dataminr para supervisar posibles amenazas en tiempo real. Según explicó el director de seguridad de la compañía, Robert Crowley, el sistema utiliza inteligencia artificial generativa para analizar más de un millón de fuentes de datos públicos en 150 idiomas, incluyendo redes sociales, foros de la dark web y cámaras de tráfico.

Esta tecnología permite identificar patrones de comportamiento, como el aumento de multitudes o disturbios, y generar alertas inmediatas para que las autoridades puedan actuar con rapidez. Además, los visitantes podrán reportar actividades sospechosas y recibir actualizaciones de seguridad a través de la aplicación NOLA Ready Public Safety App, desarrollada por la ciudad.

Según confirmó ABC News, muchas de las medidas de seguridad implementadas para el Super Bowl se mantendrán durante la temporada de Mardi Gras, que ha sido clasificada con el nivel de riesgo más alto por el Departamento de Seguridad Nacional. Esto permitirá a Nueva Orleans contar con mayores recursos y personal para garantizar la seguridad de los asistentes a este tradicional evento.

El asesor de la Agencia de Seguridad de Infraestructura y Ciberseguridad de Estados Unidos, Phillip Constantin, aseguró que con el despliegue de fuerzas de seguridad y las medidas adoptadas, “Nueva Orleans será el lugar más seguro del país”.