La tarde y noche del martes 4 de febrero, un Consejo de Ministros del presidente Gustavo Petro dejó al descubierto una crisis interna que involucra tanto a su administración como a la petrolera estatal Ecopetrol. En medio de su intervención, Petro propuso vender las operaciones de fracking de la compañía colombiana en Estados Unidos, una idea que fue rápidamente rechazada por el sindicato de Ecopetrol, la Unión Sindical Obrera (USO).
Este anuncio ocurre en un contexto de creciente tensión entre los intereses del Gobierno, que aboga por la transición hacia energías limpias, y los de la industria energética, que sigue siendo vital para la economía colombiana.
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Las palabras de Petro no solo sorprendieron a los analistas del sector, sino que también provocaron una caída en las acciones de Ecopetrol, que reflejan la preocupación de los inversores por la estabilidad financiera de la compañía ante la incertidumbre generada por el gobierno.
La propuesta de Gustavo Petro
En su intervención, el presidente Petro argumentó que el fracking es “la muerte de la naturaleza y la muerte de la humanidad”, y expresó que la venta de estas operaciones debería ser una prioridad para financiar la transición energética hacia fuentes más limpias. “Quiero que se venda esa operación para invertirla en energías limpias. Que se discuta técnicamente, económicamente, pero no puede ser que nosotros estemos por la muerte y no por la vida”, dijo el mandatario durante el Consejo de Ministros.
El acuerdo entre Ecopetrol y Occidental Petroleum (OXY) prevé la perforación de 34 pozos en 2025 y 2026, en la cuenca del Permian, una de las regiones con mayores reservas de hidrocarburos en los estados de Texas y Nuevo México, EE. UU., de acuerdo con la información revelada por Blu Radio.
Sin embargo, esta declaración presidencial, que parecía una respuesta al creciente debate sobre el fracking y sus efectos ambientales, no fue bien recibida por todos. El presidente de la USO, César Loza, fue uno de los primeros en salir al paso de las palabras de Petro. “La determinación del presidente Petro es apresurada y ligera”, le dijo Loza al medio citado, criticando la rapidez con la que el mandatario se pronunció sobre un tema tan complejo.
Loza destacó la importancia de no ideologizar la decisión, señalando que “esa inversión no se puede ideologizar. Su impacto es un hecho, y deshacerlo afectaría las finanzas de nuestra empresa”. El sindicalista también enfatizó que este tipo de decisiones debería tomarse con mayor cautela, ya que podrían tener repercusiones graves no solo para la petrolera, sino también para la economía del país.
La postura del sindicato
A pesar de las diferencias en el enfoque sobre el fracking, Loza aclaró que la USO apoya muchas de las reformas sociales impulsadas por Petro. “Nosotros apoyamos a Petro porque las reformas sociales son propuestas que nos identifican, pero manifestamos que tenemos diferencias en el tema energético”, sentenció el presidente de la USO, que también reafirmó que el sindicato seguirá vigilante ante decisiones que puedan afectar a la empresa.
Desde la cuenta oficial de la USO en X, el sindicato emitió un comunicado en el que señaló que la inversión de Ecopetrol en la cuenca del Permian es una decisión tomada en 2019, y que retirarse de este negocio traería consecuencias negativas tanto para la empresa como para el país. Según el comunicado, “perderíamos 4.200 millones de dólares que se han invertido y se extraerían 100 mil barriles al día menos de las cuentas de #ecopetrol, lo que equivaldría al 13% de la producción total”. Además, insistieron en que “venderlo en estos momentos impactaría negativamente el valor de la empresa porque pierde reservas e ingresos”.
La USO también destacó la importancia de continuar con las operaciones de fracking para garantizar la autosuficiencia energética del país, y para financiar la transición hacia energías renovables en el futuro. “Era obligatorio prorrogar el contrato para garantizar el retorno de la inversión y el valor en la acción de Ecopetrol”, añadió el comunicado.
El anuncio de Petro no solo fue criticado por el sindicato, sino que también tuvo consecuencias inmediatas en los mercados bursátiles. De acuerdo con los reportes de la Bolsa de Nueva York, el precio del ADR (American Depositary Receipt) de Ecopetrol cayó más del 2%, alcanzando los 9,5 dólares en los primeros minutos de la jornada, frente a los 9,90 dólares que había logrado al cierre de la jornada anterior, cuando se conoció el acuerdo con OXY.
En Colombia, las acciones también se vieron afectadas, con una caída del 1,46% en los primeros minutos de negociación, cerrando en 2.020 pesos colombianos. Este descenso refleja la incertidumbre que genera en los mercados la propuesta de Petro, y cómo las decisiones del gobierno pueden influir directamente en las valoraciones de las grandes empresas estatales.