Existen varias medidas seguras que ayudan a tener un uso responsable de cada aparato. (Imagen Ilustrativa Infobae)

En regiones donde las altas temperaturas persisten durante todo el día, es común que los hogares mantengan encendidos sus sistemas de aire acondicionado de forma continua, algo que puede ofrecer comodidad, pero representa un aumento considerable en la tarifa de energía eléctrica.

Asimismo, el uso constante del aire acondicionado no solo implica un gasto elevado para las familias, sino que tiene consecuencias en términos de sostenibilidad ambiental. La generación de electricidad, en muchos casos basada en fuentes no renovables, incrementa su huella de carbono cuando la demanda energética se dispara.

Por ello, resulta fundamental conocer estrategias para optimizar el uso de este electrodoméstico, y saber qué otros aparatos eléctricos pueden contribuir al aumento exagerado de la factura mensual.

Cómo ahorrar dinero al usar el aire acondicionado

Este dispositivo suele durar en el verano todo el día conectado a la red eléctrica. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Para reducir el impacto del aire acondicionado en la tarifa energética, existen varias estrategias sugeridas por fabricantes como TCL. Una de ellas es encender el electrodoméstico durante las horas de menor actividad, cuando la demanda energética es más baja y las tarifas suelen ser más accesibles.

Esto permite mantener una temperatura confortable sin necesidad de forzar el equipo durante los momentos de mayor exigencia térmica. Además, es fundamental optimizar el aislamiento térmico del hogar.

Instalar persianas o cortinas en ventanas que reciban luz solar directa durante las horas críticas contribuye a disminuir el calentamiento del interior. Durante el verano, esto se aplica desde el amanecer hasta la media tarde, y en invierno desde la tarde hasta el atardecer.

Qué integrar en el hogar para ahorrar energía al usar el aire acondicionado

La tecnología smart ayuda a no preocuparse por apagar el aparato. (Imagen Ilustrativa Infobae)

El uso de tecnología inteligente representa otra alternativa efectiva para minimizar el consumo de energía. Instalar un termostato inteligente permite que el sistema de climatización se adapte automáticamente a las condiciones exteriores ya la presencia de personas en el hogar.

Este tipo de dispositivos aprende los hábitos de uso y ajusta la temperatura de forma eficiente, logrando un ahorro significativo en la factura energética. Por otro lado, el modo ECO disponible en muchos aires acondicionados modernos, como los de TCL, es una opción práctica.

Este modo emplea menos capacidad del compresor y, en consecuencia, consume menos energía que el modo normal. También, es clave el uso de ventiladores de techo para distribuir el aire fresco de manera uniforme en el hogar, evitando encender la unidad central para cada habitación.

Qué medidas adicionales ayudan al ahorro de energía en el hogar

El uso de ventiladores contribuye a la reducción del gasto. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Más allá del uso eficiente del aire acondicionado, existen soluciones adicionales que pueden contribuir a la reducción del consumo eléctrico. La instalación de paneles solares en el techo es una alternativa que, aunque requiere una inversión inicial, puede generar electricidad para el hogar y reducir la dependencia de la red eléctrica.

Además, es necesario aprovechar la ventilación natural en horas de menor calor, abriendo ventanas estratégicamente para permitir la circulación de aire. Se debe reducir la cantidad de aparatos conectados cuando no estén en uso y asegurarse de que los electrodomésticos sean de bajo consumo energético

Cuáles electrodomésticos aumentan la tarifa energética

El televisor es uno de los que más incrementan el valor del servicio. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Según información de Repsol, además del aire acondicionado, otros electrodomésticos, como los televisores, consolas, lavadoras y secadoras, tienen un gran impacto en el consumo eléctrico del hogar.

Las consolas y televisores, cuando se usan durante largas horas o se dejan en modo de espera o suspensión, continúan consumiendo energía. Por este motivo, es clave desconectarlos cuando no se estén usando.

En cuanto a las lavadoras y secadoras, hay que utilizarlas en horarios de menor demanda eléctrica y optar por ciclos de lavado en frío, en vez de con agua caliente, porque requieren menos energía. Además, secar la ropa al aire libre en lugar de utilizar la secadora es una forma efectiva de reducir el consumo energético.