Vista de una tormenta invernal en Nueva York (EFE/ Justin Lane)

El invierno trae consigo bajas temperaturas que, aunque generan paisajes encantadores, también pueden convertirse en un desafío para los vehículos. Durante esta temporada, ciertas partes de los automóviles son más propensas a presentar fallas, lo que puede ocasionar contratiempos para los conductores.

De acuerdo con expertos en el mantenimiento automotriz, el frío extremo afecta tanto a componentes mecánicos como eléctricos de los vehículos. A continuación, te contamos cuáles son las áreas más vulnerables y cómo mantenerlas en óptimas condiciones durante los meses más fríos.

  1. Batería, la más afectada por el frío: El descenso de la temperatura reduce significativamente la capacidad de la batería, dificultando el encendido del motor. Esto se debe a que las reacciones químicas dentro de la batería ralentizan su funcionamiento. “Es crucial revisar el estado de la batería antes del invierno y asegurarse de que está completamente cargada”, recomiendan los especialistas. Además, es aconsejable mantener limpios los bornes para evitar problemas de contacto.
  2. Sistema de refrigeración y el anticongelante: El anticongelante juega un papel vital en los meses fríos, ya que evita que el líquido del radiador se congele y protege el motor de daños graves. Si este producto no está en proporción adecuada, puede solidificarse con las bajas temperaturas, provocando averías costosas. La recomendación es verificar su nivel y concentración antes de la llegada del frío.
  3. Neumáticos y pérdida de adherencia: Con el frío, la presión de los neumáticos tiende a disminuir, lo que puede afectar la tracción y el desgaste de las ruedas. Además, en condiciones de nieve o hielo, las llantas estándar no son siempre suficientes. Los especialistas aconsejan instalar neumáticos de invierno, que ofrecen un mejor rendimiento y seguridad en estas circunstancias.
  4. Sistema de calefacción y desempañado: El confort y la visibilidad también pueden verse comprometidos en invierno. Si el sistema de calefacción no funciona adecuadamente, los vidrios pueden empañarse con frecuencia, dificultando la conducción. Una revisión previa del sistema de calefacción y desempañado es esencial para evitar sorpresas.
  5. Frenos y sistemas auxiliares: La humedad y el hielo pueden generar acumulación de óxido en las piezas del sistema de frenos. Esto afecta su eficiencia y puede ser un riesgo significativo en carreteras resbaladizas. Los conductores deben prestar especial atención a cualquier sonido extraño o vibración al frenar, lo que podría indicar un problema.

Mantenimiento preventivo: la clave para evitar problemas

Los expertos de AECA-ITV enfatizan que el invierno representa un desafío importante para los vehículos, ya que las bajas temperaturas y las condiciones adversas pueden afectar su funcionamiento y seguridad. Por esta razón, realizar una revisión preventiva antes del inicio de la temporada es crucial para evitar averías inesperadas y garantizar un viaje seguro.

Esta revisión integral debe llevarse a cabo en talleres especializados, donde se evalúan diferentes aspectos del automóvil. Entre ellos, los líquidos juegan un papel fundamental: el anticongelante debe estar en el nivel adecuado y en la proporción correcta para evitar que el motor sufra daños por el frío. Además, se inspeccionan el aceite, el líquido de frenos y el limpiaparabrisas, asegurándose de que estén en condiciones óptimas.

Asimismo, los sistemas eléctricos, como la batería y el sistema de iluminación, son revisados para garantizar que puedan resistir el mayor esfuerzo que suelen enfrentar durante el invierno. Las partes mecánicas, como los frenos y los neumáticos, también son analizadas con especial cuidado, ya que son esenciales para mantener la estabilidad y el control en carreteras resbaladizas.