Científicos de la UNI, con apoyo de CONCYTEC Y SENCICO, desarrollaron un dispositivo que purifica y desinfecta el agua salada, de río y subterránea, empleando nanotecnología y procesos electroquímicos. (Andina)

Investigadores de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI) desarrollaron un dispositivo innovador capaz de transformar diferentes tipos de agua, como subterránea, marina y de río, en agua apta para el consumo humano, utilizando nanotecnología y métodos electroquímicos. Esta iniciativa busca ofrecer una solución efectiva ante la creciente crisis hídrica que afecta a diversas regiones del Perú. Según reporta la agencia de noticias Andina, el proyecto fue financiado por PROCIENCIA, parte del Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica (CONCYTEC), y el Servicio Nacional de Capacitación para la Industria de la Construcción (SENCICO).

El dispositivo se diseñó pensando principalmente en comunidades rurales del país, y aplica dos tecnologías avanzadas: la desionización capacitiva, para eliminar sales y metales pesados, y la desinfección mediante dióxido de cloro. De acuerdo con el medio antes mencionado, el investigador principal del proyecto, Luis Sánchez Rodas, afirmó que este desarrollo “podría convertirse en una alternativa para enfrentar la escasez de agua potable y abordar problemas asociados al acceso a este recurso esencial”.

La funcionalidad del equipo se basa en un sistema de purificación altamente eficiente que combina electrodos nanoestructurados fabricados con óxido de iridio, carbón activado y nanopartículas de óxido de zinc. Estas innovaciones permiten no solo desalinizar el agua, sino también eliminar contaminantes microbiológicos y garantizar la seguridad sanitaria para su consumo. Además, se destacó que el dispositivo cuenta con tres celdas de desionización y cada una de estas emplea nueve pares de electrodos para optimizar el proceso.

Por otro lado, el proceso de desinfección se lleva a cabo a través de un reactor electroquímico en el que se utilizan electrodos recubiertos con óxido de iridio y un electrodo auxiliar de platino. Este diseño asegura la producción de dióxido de cloro, que según la explicación de los investigadores, es “capaz de eliminar microorganismos” y garantizar agua potable. Luis Sánchez Rodas señaló a Andina que esta tecnología se perfila como una herramienta clave para enfrentar los retos asociados a la crisis hídrica en el siglo XXI.

Además, el dispositivo obtuvo resultados durante su fase experimental en laboratorio, en la que se utilizaron aguas sintéticas. Ahora, el equipo responsable del desarrollo se prepara para probar su funcionamiento en ambientes reales, como el tratamiento del agua salada de las playas y de ríos de diferentes regiones del Perú. Los investigadores confían en que estas pruebas permitirán escalar la tecnología para su uso en comunidades con acceso limitado a agua potable.

Innovación peruana servirá para enfrentar la crisis hídrica, especialmente en comunidades rurales. (Andina)

El proyecto, que implicó una inversión de 300 mil soles, involucró la colaboración de un equipo multidisciplinario conformado por siete investigadores, quienes buscaron soluciones que no sean solo sostenibles, sino también accesibles para las comunidades más vulnerables. Según la misma fuente, el **CONCYTEC reafirmó su compromiso de “fomentar la investigación científica y la innovación tecnológica” como eje fundamental para un desarrollo más equitativo en el Perú.

En este contexto, la crisis hídrica enfrentada por diversas regiones del país representa un desafío crítico que exige respuestas inmediatas. Según datos destacados por los investigadores entrevistados por Andina, tecnologías disruptivas como este nuevo dispositivo podrían marcar un cambio significativo en la forma en que se gestiona el acceso al agua potable, especialmente en áreas rurales y de difícil acceso.

El impacto de este avance tecnológico podría no solo aliviar las condiciones de comunidades vulnerables, sino también sentar las bases para una mejor gestión de los recursos hídricos en el Perú. En palabras de Luis Sánchez Rodas, “esta tecnología no solo es una alternativa prometedora para garantizar agua potable en las comunidades rurales, sino también una herramienta clave para enfrentar los desafíos de la crisis hídrica en el siglo XXI”.

Este proyecto desarrollado por la Universidad Nacional de Ingeniería y financiado por entidades como PROCIENCIA y SENCICO, demuestra una apuesta clara por el desarrollo tecnológico con impacto social. Sus próximos pasos determinarán el alcance real de su implementación y cómo podría transformar la calidad de vida en las comunidades más necesitadas del Perú.