Los sectores financiero, farmacéutico y logístico, entre otros, se perfilan como los grandes beneficiarios de la computación cuántica, una tecnología cuyo mercado global podría alcanzar los 8600 millones de dólares en 2027. La gran incógnita es: ¿cuánto falta para que su impacto se vuelva tangible en nuestro país?
El despuntar de la computación cuántica viene anunciándose desde hace años, aunque recién ahora parece que tomará algo de impulso. No en vano, 2025 fue declarado el Año Internacional de Ciencia y Tecnología Cuántica por las Naciones Unidas (ONU), reconociendo que se cumplen 100 años desde el desarrollo inicial de la mecánica cuántica.
“La computación cuántica utiliza tecnología especializada, incluido el hardware informático y los algoritmos que usan la mecánica cuántica, para resolver problemas complejos que las computadoras clásicas o las supercomputadoras no pueden resolver, o no pueden hacerlo lo suficientemente rápido”, define IBM, uno de los principales jugadores de esta tecnología, junto con Google y Amazon Web Services.
La consultora Statista proyectó que el tamaño del mercado global de esta tecnología para 2027 será de 8600 millones de dólares, reflejando un crecimiento respecto al 2020 de 410 millones de dólares. En este contexto, la Unión Europea lanzó hace dos años un proyecto de 1000 millones de euros para que, por la próxima década, más de 5000 investigadores analicen cómo lograr que este tipo de computadora se pueda utilizar de forma comercial.
Las industrias más beneficiadas con la computación cuántica
Según predicciones de consultoras especializadas, el impacto de la computación cuántica a nivel mundial comenzará a notarse gradualmente en los próximos 3 a 5 años durante su fase de experimentación, y en un horizonte de 5 a 10 años en aplicaciones prácticas. Como sucede con otras tecnologías emergentes, su adopción masiva será progresiva, a medida que disminuyan los costos y aumente la madurez tecnológica.
“La llegada de las computadoras cuánticas plantea desafíos significativos para la seguridad digital, ya que los sistemas criptográficos tradicionales podrían volverse vulnerables. En este contexto, la adopción de criptografía post-cuántica y algoritmos resistentes será esencial para proteger datos sensibles y garantizar el cumplimiento de futuras regulaciones. Además, los algoritmos cuánticos prometen revolucionar la evaluación de riesgos al acelerar exponencialmente las simulaciones de escenarios complejos en tiempo real”, explica Gonzalo Ozán, Chief Technical Officer (CTO) en la firma Naranja X.
El ejecutivo también señala que otro caso de uso destacado será la detección de fraudes, ya que la capacidad de las computadoras cuánticas para procesar grandes volúmenes de datos de manera eficiente permitirá mejorar la precisión y reducir los falsos positivos. “Estas innovaciones marcarán un antes y un después en la protección y análisis de información en entornos cada vez más complejos y dinámicos”, reflexiona.
Por otro lado, Emilio Giménez, Managing Partner en BCI Consulting, una firma que hace transformación digital en varias industrias sostiene que, en el sector farmacéutico, la computación cuántica permitirá, por ejemplo, simular el comportamiento de moléculas para comprenderlas mejor y analizar estructuras químicas, lo que facilitará la creación de nuevos fármacos. “Estas actividades, actualmente un desafío para la industria, podrían acelerarse considerablemente con esta tecnología”, dice. La computación cuántica también será adoptada por industrias que dependen del análisis de datos no estructurados en tiempo real, como el sector retail, que se perfila como uno de los más beneficiados. “Esta tecnología permitirá optimizar promociones y gestionar stocks con una eficiencia sin precedentes”, explica el especialista.
En el ámbito logístico, el impacto positivo será notable en el mediano y largo plazo. “La optimización de rutas y flotas, la reducción de costos de combustible, la detección de fraudes financieros, el descubrimiento de fármacos y productos químicos, y la asignación eficiente de la fuerza laboral en diversas industrias son algunos ejemplos de sus aplicaciones”, añade Giménez.
Además, el especialista destaca que, en el sector industrial, la computación cuántica potenciará el diseño de productos, especialmente mediante simulaciones con gemelos digitales, y favorecerá prototipos y pruebas más precisos y realistas.
Omar Osenda, que es físico, docente en la Universidad Nacional de Córdoba, investigador del Conicet y presidente de la Asociación Física Argentina, menciona que las empresas dedicadas al machine learning y el diagnóstico por imágenes también serán de las primeras en utilizar esta tecnología.
Por su parte, Giménez menciona que las industrias que podrían beneficiarse de la computación cuántica son especialmente aquellas que requieren análisis de datos no estructurados en tiempo real, como el retail, donde ayudará a optimizar promociones y stocks.
Fecha de llegada de la computación cuántica en Argentina
“Es difícil predecir cuándo empresas argentinas podrían llegar a utilizar computación cuántica. En estos momentos, en el mundo se están haciendo grandes esfuerzos para determinar cuáles son los mejores escenarios para utilizar esta tecnología, e incluso se están registrando avances muy grandes relacionados con el trabajo híbrido, que implica una mezcla de machine learning con computación cuántica”, dice Osdena, y aclara que, como si esto fuera poco, “hay muy pocas empresas que cuentan con el hardware adecuado para usar la computación cuántica”.
Frente a este panorama, Giménez sostiene que lo más factible es que las organizaciones argentinas puedan contratar las capacidades de computación cuántica bajo un formato como servicio, que en este caso se llama “Quantum-Computing-as-a-Service” (QCaas): “Este modelo permite utilizar recursos cuánticos a pedido y sirve para aplicar esta tecnología a los desafíos de la actividad empresarial. Con QCaaS, las empresas pueden aprovechar el poder cuántico sin la necesidad de invertir en costoso hardware cuántico, lo que les permite resolver problemas complejos en optimización, criptografía, inteligencia artificial y aprendizaje automático”, explica.
En este marco, el QCaaS habilita a contratar horas de uso de estas capacidades contra el pago de un canon mensual. A medida que más empresas lo utilicen y gane escala, el precio descenderá y este modelo ingresará en la corriente principal. De todos modos, Osenda explica que, “si bien es posible usar la computación cuántica en la nube, sus costos todavía son muy elevados y, además, hay poca experiencia respecto a cuanto tiempo se necesita contratar para resolver los problemas que se quieren resolver”.
Por lo pronto, un estudio de The Business Research Company sostiene que el mercado de computación cuántica como servicio (QCaaS) crecerá de U$S 2 mil millones en 2023 a U$S 3 mil millones en 2024, y avanzará a una tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR) del 49% para rozar los U$S 15 mil millones en 2028.
Respecto a la fecha, el ejecutivo de Naranja X opina que hay factores que determinan estos horizontes temporales: “Primero, la accesibilidad a tecnología cuántica como servicio en la nube ya es una realidad. Hoy empresas tecnológicas como IBM, AWS y Google ya ofrecen acceso a computación cuántica en la nube a través de modelos como IBM Quantum, Amazon Braket o Google Quantum AI. Por lo que las empresas podemos aprovechar estos servicios sin necesidad de grandes inversiones en infraestructura física. Además, casos de uso específicos existen, principalmente en industrias como la de energía y laboratorios, pero también en los servicios financieros, por ejemplo, en aplicaciones como optimización financiera, criptografía e inteligencia artificial”.
Bajo este panorama, el ejecutivo de Naranja X señala que el gran desafío será el talento: “El desarrollo de habilidades en programación y algoritmos cuánticos es clave, y hoy es extremadamente escaso. Las colaboraciones público-privadas, acuerdos con empresas tecnológicas globales y el desarrollo de ecosistemas de innovación cuántica en la región serán importantes para determinar los plazos de la llegada de estas tecnologías a las empresas de nuestro país”, opina.
Para Facundo Díaz, creador de /q99, una startup argentina dedicada a la computación cuántica (creó un motor capaz de dialogar al mismo tiempo con una computadora clásica y pedirle a una cuántica que resuelva alguno de los pedidos que involucren análisis masivos de datos) la clave reside en generar un entorno colaborativo donde universidades, científicos y empresas trabajen juntos para aprovechar su potencial. “No se trata solo de traer una computadora cuántica, sino de crear un ecosistema. Tiene que haber investigadores, universidades e industrias involucradas”.
Sobre este último tema, Osuna explica que, si bien el talento es insuficiente, los recursos humanos argentinos son muy buenos. De todos modos, advierte que, para desarrollar más profesionales en este campo, hay que ejecutar acciones concretas y pensar que formar a la gente para trabajar en sistemas híbridos es algo que toma al menos dos o tres años.
Por todo esto, los entrevistados que la computación cuántica llegaría a las empresas nacionales en el próximo lustro y, como suele suceder, las organizaciones argentinas seguramente aprendan de las experiencias de otras regiones, como Europa y Estados Unidos, donde la adopción de las tecnologías emergentes antecede la de nuestra región.