Cada año, los habitantes de Carolina del Norte experimentan una modificación en sus relojes que altera la duración de la luz solar en sus jornadas. Esta práctica, conocida como Daylight Saving Time (DST), tiene efectos en diversos aspectos de la vida cotidiana, desde los horarios laborales hasta la planificación de actividades recreativas.

Cuándo se realizará el cambio de horario

  • El cambio de horario genera debates entre quienes lo consideran beneficioso y quienes lo ven como una interrupción innecesaria. Algunas personas destacan el aprovechamiento de la luz natural, mientras que otras señalan posibles afectaciones en el sueño y el rendimiento.
  • El próximo cambio de horario en Carolina del Norte ocurrirá el domingo 10 de marzo de 2024. Ese día, los relojes deberán adelantarse una hora a partir de las 2:00 a. m., así iniciará la hora de verano en el estado. Con esta modificación, los días parecerán más largos, ya que el amanecer y el atardecer se desplazarán en el reloj.

Este ajuste forma parte de una tradición adoptada en Estados Unidos desde hace más de un siglo. Foto: Archivo.

Este ajuste forma parte de una tradición adoptada en Estados Unidos desde hace más de un siglo. La idea original era reducir el consumo de energía al extender el uso de la luz natural en las actividades diarias. Sin embargo, con los avances tecnológicos y los cambios en los patrones de consumo eléctrico, algunos sectores cuestionaron su efectividad.

Cómo afecta el cambio de horario a la población

La modificación horaria influye en diversos ámbitos de la vida de los habitantes de Carolina del Norte. Uno de los efectos más evidentes se relaciona con el sueño. Diversos estudios demostraron que adelantar o retrasar el reloj puede afectar el ritmo circadiano, provocando dificultades para conciliar el sueño y afectando la productividad en los días siguientes.

Para minimizar los efectos del ajuste, los expertos sugieren adelantar la rutina de sueño en los días previos. Foto: Archivo.

Muchas empresas ajustan sus horarios para alinearse con el nuevo esquema, mientras que en el sector educativo, escuelas y universidades adaptan sus rutinas para minimizar el impacto en estudiantes y docentes.

Otro aspecto relevante es el tráfico, ya que algunas personas enfrentan cambios en la iluminación durante sus desplazamientos, aumentando el riesgo de accidentes viales en los primeros días posteriores a la modificación del horario.

La historia del Daylight Saving Time en EE. UU.

El horario de verano se implementó por primera vez en Estados Unidos durante la Primera Guerra Mundial, con el objetivo de reducir el consumo de energía. A pesar de su suspensión en algunos periodos, se reinstauró de manera permanente en 1966 con la aprobación del Uniform Time Act.

Desde entonces, el sistema sufrió modificaciones en su calendario. En 2007, la Ley de Política Energética amplió la duración del horario de verano, estableciendo que iniciaría el segundo domingo de marzo y finalizaría el primer domingo de noviembre.

Algunas personas enfrentan cambios en la iluminación durante sus desplazamientos durante el cambio de hora

El Sunshine Protection Act, presentado en el Congreso, propone eliminar el ajuste bianual y mantener el horario de verano de forma continua. Aunque el proyecto generó debate, su aprobación aún no se concretó. De ser aceptado, Carolina del Norte, al igual que el resto del país, dejaría de modificar sus relojes cada marzo y noviembre.