Con el paso del tiempo, la memoria puede deteriorarse por diversas cuestiones, pero existen formas de mantenerla en buen estado. Realizar ejercicios mentales y físicos, llevar una dieta equilibrada y dormir lo suficiente son las claves para mejorar y cuidar la salud cognitiva. En relación con esto, se dio a conocer que el uso del celular, cuando se emplea de manera adecuada, puede ser beneficioso para esto, dado que existen aplicaciones y juegos diseñados para mejorar las capacidades del cerebro.

Pero no todo es color de rosas, dado que Ana Herrero, experta en digitalización y nuevas tecnologías, advirtió en diálogo con WeLife sobre los efectos negativos que también tiene el uso excesivo del teléfono en la memoria. Según dio a conocer, la dependencia de este dispositivo para almacenar datos simples, la saturación de información, la multitarea y la constante distracción a través de notificaciones afectan la capacidad de retención y concentración, lo que dificulta la consolidación de recuerdos. Además, el uso prolongado del celular puede generar fatiga visual y reducir el rendimiento cognitivo, debilitando la memoria de trabajo a largo plazo.

Cómo puede ayudar el celular a mejorar la memoria

Desde aplicaciones o hasta funciones del propio dispositivo, usar el celular puede ser bueno para ejercitar la memoria

A pesar de los efectos negativos que el uso excesivo del celular puede tener sobre la memoria, Herrero señaló que también puede ser utilizado de manera positiva. Por lo que explicó, la clave está en emplearlo de forma consciente y reservar tiempo para ejercitar la memoria activa a través de tareas simples, sin recurrir constantemente al dispositivo. Asimismo, destacó que existen herramientas que, al integrarse de manera efectiva en la rutina, ayudan a reducir los olvidos y también pueden fortalecer la capacidad de recordar información:

  • Recordatorios y alarmas: usar aplicaciones de recordatorios o alarmas para programar tareas, citas y eventos importantes, para así ayudarse a organizarse y reducir el estrés.
  • Notas y listas: registrar ideas, listas de compras o cualquier información relevante en aplicaciones de notas o listas de tareas, revisándolas regularmente para reforzar la memoria.
  • Aplicaciones de aprendizaje y juegos de memoria: utilizar aplicaciones diseñadas para mejorar la memoria, como juegos de rompecabezas o ejercicios de memoria, que estimulan la actividad cerebral.
  • Registro de información visual: sacar fotos de objetos o lugares importantes para ayudar a la memoria a recordar detalles visuales.
  • Aplicaciones de mapas y ubicación: usar apps como Google Maps o Waze para guardar ubicaciones específicas y mejorar la memoria espacial.
  • Aplicaciones de organización de tareas y gestión del tiempo: herramientas como Trello o Asana ayudan a organizar proyectos, tareas y fechas límite, facilitando la memoria operativa.
  • Tiempos de descanso para tu memoria: usar aplicaciones como Pomodoro para alternar entre períodos de trabajo y descanso, reduciendo la fatiga cognitiva y mejorando la retención.
  • Aplicaciones de registro personal: los diarios digitales o apps de registro ayudan a mejorar la memoria autobiográfica, permitiendo recordar detalles de experiencias pasadas.

Recomendaciones para que el celular no dañe la memoria

El uso excesivo y no regulado del celular puede ser malo para las funciones cognitivas

Para evitar que el teléfono impacte negativamente en la memoria, es fundamental incorporar hábitos que refuercen la capacidad de retener información de manera natural. Teniendo esto en cuenta, lo mejor es practicar el hecho de recordar detalles simples sin depender de dispositivos, evitar el multitasking al usar el móvil y establecer horarios sin su uso son medidas clave. Además, activar el modo “No molestar” o usar aplicaciones enfocadas en el aprendizaje en lugar de almacenamiento puede transformar este dispositivo en una herramienta positiva para fortalecer la memoria, siempre que se emplee conscientemente.

En definitiva, la moderación y el uso intencional del celular puede ayudar a proteger la salud cognitiva y a promover un equilibrio saludable entre la tecnología y las habilidades de la cabeza. Asimismo, al reservar espacio para actividades offline y priorizar el descanso mental, es posible reducir la dependencia del móvil mientras se fomenta una memoria más activa y autónoma.