“Soy creador audiovisual”, se presentó cuando fue indagado por el delito de “producción de material de abuso sexual infantil en concurso real con facilitación de la prostitución agravado por la situación de convivencia”. El sospechoso se negó a declarar y quedó detenido. La Justicia tiene pruebas de que organizaba encuentros, en una casa de Palermo a los que llamaba “selectas fiestas”, donde “clientes” que pagaban 300 dólares o transferían criptomonedas abusaban de jóvenes con las que él, bajo engaño, mantenía una relación.

Así lo informaron a LA NACION calificadas fuentes judiciales que participaron de una investigación que en las últimas horas derivó en un allanamiento de urgencia en Ramos Mejía, en La Matanza, donde detectives de la División Trata de Personas de la policía bonaerense rescataron a una víctima que era sometida por el sospechoso. El procedimiento fue denominado Operativo Focus 69.

“Se hizo un allanamiento de urgencia porque, tras tareas investigativas, se determinó que el sospechoso preparaba un nuevo encuentro donde la víctima iba a ser abusada por hombres que ya habían pagado”, sostuvo una fuente con acceso al expediente.

Los detectives policiales y judiciales, a partir de las pruebas reunidas durante diez meses de investigación, pudieron reconstruir que los encuentros donde las víctimas eran abusadas sexualmente por tres o más hombres, se hacían en una casa con pileta situada en el barrio porteño de Palermo, pero no pudieron determinar la ubicación exacta.

Los elementos secuestrados en el allanamiento realizado en Ramos Mejía

La investigación, a cargo de las ayudantes fiscales Lorena Pecorelli y Daniela Sánchez, comenzó hace diez meses con la denuncia de una víctima que relató el calvario que vivió durante el tiempo que fue sometida por el sospechoso.

Por el momento, en el expediente hay constancia de dos víctimas, pero los detectives judiciales y policiales no tienen dudas de que hay otras mujeres que fueron sometidas sexualmente por el detenido.

“El sospechoso promocionaba los encuentros sexuales que organizaba por medio de grupos cerrados de Telegram. Tenemos evidencia de que llegó a cobrar 300 dólares y también que recibió criptomonedas a cambio. Las citas a las que llamaba ‘fiestas’ eran filmadas por él mismo y después eran distribuidas por distintas plataformas”, explicó a LA NACION una fuente judicial.

Una de las víctimas comenzó a ser abusada cuando tenía 17 años. Otra cuando tenía 20. “Cuando ya no les servían más, las descartaba y buscaba otras jóvenes. Eran personas vulnerables. Todo comenzaba como una relación sentimental hasta que las doblegaba”, afirmaron las fuentes consultadas.

De la investigación participó el Departamento de Delitos Conexos a la Trata de Personas, Pornografía Infantil y Grooming, a cargo de la subsecretaria Eleonora Weingast, dependiente de la Secretaría de Política Criminal de la Procuración General bonaerense, conducida por Francisco Pont Verges. Los funcionarios judiciales tuvieron la colaboración de la ONG Aerial Recovery, que se dedica a la lucha contra el tráfico humano, y de responsables del Programa de Rescate y Acompañamiento a Personas Damnificadas del Delito de Trata, que depende del Ministerio de Justicia bonaerense.

“El lugar donde se cometían los abusos se mantenía en secreto. El sospechoso solo pasaba la dirección de la casa de Palermo cuando le transferían el dinero, generalmente 300 dólares, pero no descartamos que en alguna oportunidad haya sido más dinero”, sostuvo una calificada fuente judicial.

En el allanamiento, ordenado por el juez de Garantías de La Matanza Gustavo Banco y donde se detuvo al sospechoso y se rescató a una de las víctimas se secuestraron dos teléfonos iPhone, dinero en efectivo, un libro sobre “tecnologías de gestión”, una edición del Código Procesal y Penal, un cuaderno con una anotación hecha a mano que decía “Alynemoon Pornohub 23/12/24″, preservativos, un frasco con vaselina y documentación de interés para la causa.

Según las fuentes judiciales consultadas, el sospechoso detenido era investigado por un juez federal por el delito de trata de personas y también tenía un expediente abierto en la justicia nacional en lo criminal y correccional por facilitación y promoción de la prostitución.

A la presentación hecha por una víctima se hizo una segunda denuncia realizada por una persona que conocía la situación de la joven que estaba cautiva en la casa de Ramos Mejía, donde fue rescatada en las últimas horas.

“Está comprobado que el sospechoso manejaba criptomonedas. Para poder acceder al material, los interesados tenían que pagar un cierto valor en dólares. Para entrar a un grupo más selecto, donde se podía tener otro tipo de archivos, se pagaba otra tarifa. Para ir a los encuentros, los clientes tenían que entregar el número de DNI, por lo que sospechamos que pagaba el servicio de una base de datos para conocer quiénes iba a ir a sus ‘fiestas’”, explicó a LA NACION una fuente que participó de la investigación y del operativo que terminó con la detención del sospechoso y la liberación de la víctima.

Como la víctima no tenía un lugar donde ir, la ONG Aerial Recovery se encargó de poner la casa en condiciones.

“Las dos víctimas son jóvenes vulnerables, que no visibilizan que son explotadas. La chica que fue rescatada en las últimas horas todavía no está en condiciones de declarar”, dijo una fuente judicial.

Los detectives policiales y judiciales esperan, que con la difusión del caso, en los próximos días se presenten a denunciar otras víctimas que hayan caído en la trampa del sospechoso.