Mantener la higiene del hogar es clave para preservar la salud, y las toallas del baño juegan un papel importante en esta rutina. Sin embargo, muchas personas no tienen claro con qué frecuencia deben lavarlas para evitar la acumulación de bacterias y hongos. Philip Tierno, microbiólogo y profesor de la Universidad de Nueva York, aclaró esta duda en su libro La vida secreta de los gérmenes, con recomendaciones específicas para asegurar la limpieza y evitar riesgos para la salud.

Según Tierno, las toallas de baño deben lavarse después de dos o tres usos. Aunque puedan parecer limpias, acumulan humedad, células muertas y aceites naturales del cuerpo, creando un ambiente ideal para el desarrollo de microorganismos. Esta combinación puede llevar a la proliferación de bacterias y hongos si no se higienizan correctamente.

Las toallas nunca deben ser guardadas húmedas en los armarios, ya que fomentan la formación de moho

El especialista advirtió que si una toalla desprende mal olor es una señal clara del crecimiento microbiano. En este caso, no debe usarse sobre el cuerpo y se tienen que lavar de inmediato para evitar infecciones o irritaciones en la piel. Además, el material con el que están hechas influye en la cantidad de humedad que retienen: algunas fibras absorben más y fomentan la aparición de patógenos si no se secan adecuadamente.

Después de cada uso es recomendable dejarla en un lugar bien ventilado para que se seque completamente. Doblarla estando aún húmeda o guardarla en armarios cerrados puede generar un ambiente propicio para el crecimiento de moho. La ventilación es fundamental para mantener las toallas en buen estado y evitar que se conviertan en un foco de microorganismos.

El paso a paso para saber cuándo lavar las toallas

  • Lavar después de dos o tres usos. Las bacterias y hongos se acumulan rápidamente, por lo que es esencial no prolongar los lavados.
  • Usar agua caliente. Para una limpieza profunda, se recomienda lavar las toallas a 60 °C, ya que las altas temperaturas eliminan los microorganismos de forma más efectiva.
  • Secar completamente. Es importante asegurarse que las toallas queden totalmente secas antes de guardarlas para prevenir la aparición de moho.
  • Lavar si huele mal. Si se llegara a notar un olor desagradable en la tela, este podría ser un signo de crecimiento microbiano y la toalla debe lavarse de inmediato.

Las toallas deben lavarse preferiblemente con agua caliente para eliminar cualquier tipo de bacteria (imagen ilustrativa)

Cuáles son las enfermedades que puede causar una toalla sin lavarse

Las toallas de baño están en contacto directo con la piel, por lo que mantenerlas limpias es esencial para evitar irritaciones o infecciones cutáneas. A su vez, tampoco es recomendable compartir este instrumento de secado con otras personas porque podría ser una forma fácil de contraer infecciones, hongos y piojos.

Otro consejo que suman los especialistas en la materia es separar las toallas entre aquellas que son utilizadas para secar el cuerpo después de una ducha y aquellas otras que sirven para secarnos el rostro y las manos. Para ambos casos los lavados deben ser regulares.

No es recomendable compartir toallas con otras personas (imagen ilustrativa)

En muchos gimnasios o lugares de entrenamiento existe el servicio de alquilar toallas para uso personal. Esta práctica tampoco es favorable para el cuidado de nuestro cuerpo. Lo mismo ocurre con los lavaderos de barrio; si son de uso común es recomendable colocar un poco de alcohol a la lavadora o higienizarla antes de poner dentro nuestros objetos personales.