Desde Brasil, informaron que un avión peruano que transportaba toneladas de drogas fue interceptado por las autoridades locales tras ingresar clandestinamente a su espacio aéreo, a la altura del Amazonas, aproximadamente a 80 kilómetros de Manaos.
Según la Fuerza Aérea Brasileña (FAB) y la Policía Federal (PF), la operación se llevó a cabo el pasado domingo 2 de febrero, alrededor de las 10 de la mañana, cuando detectaron una aeronave modelo EMB-810 Seneca, con matrícula PT-RFU.
El avión fue identificado por los radares del Sistema de Defensa Aeroespacial Brasileño (SISDABRA) e inmediatamente interceptado mediante el despliegue de aviones A-29 Super Tucano, E-99 y H-60 Black Hawk, además del uso de plataformas orbitales para obtener información de inteligencia.
De acuerdo con medios locales, el accionar de las autoridades siguió los protocolos establecidos por las Medidas de Policía del Espacio Aéreo.
Aterrizaje forzoso e incendio
Los pilotos de la aeronave peruana ignoraron las advertencias progresivas de la FAB y se negaron a descender a tierra. Sin embargo, al verse cercados, acataron las órdenes y realizaron un aterrizaje forzoso, impactando contra árboles en una zona de tierra.
Tras el choque, la tripulación incendió el EMB-810 Seneca y huyó hacia la selva. La Policía Federal estima que aproximadamente 500 kilogramos de marihuana y hachís fueron destruidos en el fuego. Hasta el momento, se desconoce el paradero de los pilotos.
Antecedentes y operaciones similares
Este incidente forma parte de una serie de operativos contra el narcotráfico en la región. En septiembre de 2023, la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN) de Bolivia incautó 324 kilogramos de cocaína peruana que tenía como destino Brasil. La droga fue hallada en una avioneta durante el operativo “Nuevo Amanecer”, realizado en Tres Cruces, Santa Cruz.
Asimismo, en abril de 2024, la Fuerza Aérea Brasileña interceptó una aeronave modelo CESNA-182, con matrícula clonada, que ingresaba al espacio aéreo brasileño procedente de Paraguay. La avioneta, que transportaba una carga de cocaína, fue obligada a aterrizar en una pista de tierra en Santa Cruz do Rio Pardo. El piloto fue detenido y la droga incautada.
Estos operativos reflejan los esfuerzos de las fuerzas de seguridad de Brasil y países vecinos para combatir el tráfico de drogas en la región, mediante el uso de tecnología avanzada y cooperación internacional.
Pistas clandestinas
En el año 2025, el Perú enfrenta una lucha constante contra el narcotráfico, especialmente en las regiones de la sierra y la selva, donde la geografía y el aislamiento facilitan actividades ilícitas. Un componente crítico de esta problemática son las pistas de aterrizaje clandestinas, utilizadas por organizaciones criminales para el transporte de drogas.
Recientes investigaciones revelaron la existencia de al menos 67 de estas pistas en la selva peruana, distribuidas en regiones como Ucayali, Huánuco y Pasco. Estas infraestructuras ilegales, ocultas entre la densa vegetación, permiten que avionetas cargadas de cocaína despeguen hacia destinos internacionales, alimentando una red de narcotráfico que trasciende fronteras.
Las autoridades peruanas, conscientes de esta amenaza, han intensificado sus esfuerzos para neutralizar estas rutas aéreas ilegales. Operativos como la Operación Troya XXI 2023 lograron destruir 18 pistas clandestinas en los departamentos de Pasco, Huánuco y Ucayali, buscando cortar las vías de salida de la droga y debilitar las estructuras logísticas de las mafias.
Sin embargo, la batalla es ardua. A pesar de la destrucción de estas pistas, muchas son reconstruidas rápidamente por los narcotraficantes, evidenciando la resiliencia y recursos de estas organizaciones. Además, la presencia de estas pistas no solo facilita el tráfico de drogas, sino que también trae consigo violencia y corrupción, afectando a comunidades locales y poniendo en riesgo la seguridad de sus habitantes.