El Ejército de Independencia de Kachin (KIA), un poderoso grupo rebelde en Myanmar, capturó Kanpaiti, una estratégica ciudad comercial, situada en el noreste del país, en la frontera con China. Este avance representa un revés significativo para el gobierno militar, ya que Kanpaiti es un lucrativo centro minero de tierras raras.
La pérdida de Kanpaiti significa que el Ejército de Myanmar ahora solo conserva el control de Muse, otra ciudad fronteriza clave, y lo priva de potenciales ingresos, ya que las minas locales abastecen a China con tierras raras esenciales para la fabricación de motores eléctricos, turbinas eólicas, armamento avanzado y diversos productos electrónicos de alta tecnología.
Ni el portavoz del KIA, coronel Naw Bu, ni representantes del ejército birmano respondieron a las consultas de los medios. Sin embargo, varios portales locales confirmaron que Kanpaiti cayó bajo control rebelde la semana pasada. Aunque las restricciones militares limitan los desplazamientos de periodistas, testigos corroboraron la información por vía telefónica.
En redes sociales se difundieron videos, aún sin verificación independiente, que muestran la bandera del KIA ondeando en un túnel fronterizo con China, así como un supuesto arsenal capturado por los insurgentes.
Escalada de enfrentamientos entre el Tatmadaw y milicias étnicas
La toma del poder por parte del ejército, conocido como Tatmadaw, en febrero de 2021, derrocando al gobierno electo de Aung San Suu Kyi, intensificó los enfrentamientos con milicias étnicas que llevan décadas luchando por mayor autonomía en las regiones fronterizas.
Durante el último año, el gobierno militar ha sufrido varias derrotas, especialmente en el este del país cerca de la frontera con China y en el estado occidental de Rakhine, donde tres poderosas milicias lanzaron una ofensiva coordinada en octubre de 2023.
A esta ofensiva se han sumado otras milicias étnicas, incluida el KIA en el estado de Kachin. En la llamada Región Especial 1 de Kachin, el KIA ha intensificado sus ataques desde septiembre contra el Nuevo Ejército Democrático-Kachin (NDA-K), una facción étnica rival aliada con el ejército y responsable de custodiar la frontera. El NDA-K también controlaba una red de minas informales de tierras raras que abastecían a conglomerados mineros chinos, generando ingresos significativos.
El valor de las tierras raras
Un informe de Global Witness, una organización ambientalista con sede en Londres, señaló que en la región hay más de 300 minas no reguladas que produjeron tierras raras por valor de 1.400 millones de dólares vendidas China el año pasado, a costa de graves daños al medio ambiente y a las comunidades locales. Sin embargo, no está claro cuánto de estas ganancias iba al régimen militar o al NDA-K.
Pese a las pérdidas económicas y territoriales, analistas como Morgan Michaels, del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, consideran que la caída de Kanpaiti no altera significativamente la capacidad militar del régimen.
“Esta es otra serie de pérdidas vergonzosas para el régimen, pero puede que no afecte significativamente a su capacidad para librar una guerra”, afirmó. “China ya había cerrado la mayor parte de la frontera para disuadir las ofensivas del KIA, y se cree que el régimen genera ingresos principalmente a través de otros medios que no sean las tierras raras”.
Las derrotas de China y los avances del KIA
China aprovechó sus estrechas relaciones con el régimen militar de Myanmar y los grupos que conforman la Alianza de las Tres Hermandades para lograr un alto el fuego en enero en el estado de Shan, una de las principales zonas de enfrentamientos. Sin embargo, las hostilidades se reanudaron cinco meses después, cuando la alianza étnica acusó al ejército de violar el acuerdo. Desde entonces, los combates han continuado, pese a los esfuerzos de Pekín por contenerlos.
En el estado de Kachin, China también ha presionado al Ejército de Independencia de Kachin (KIA) para detener las confrontaciones, ya que estas han interrumpido el comercio transfronterizo. No obstante, dichas gestiones no han tenido resultados significativos.
En septiembre, el KIA capturó varias localidades en Kachin, incluida la sede del NDA-K en Pang War, dejando a Kanpaiti como su objetivo final. El 20 de noviembre, las fuerzas del Ejército de Independencia de Kachin avanzaron hacia Kanpaiti y, tras consolidar su control, instaron al retorno de los cientos de residentes que habían huido, según un líder comunitario que prefirió mantenerse en el anonimato por temor a represalias.
La información fue corroborada por un portavoz de Kachin Human Rights Watch —organización no afiliada al grupo de monitoreo homónimo con sede en Nueva York— y por un residente que presenció la entrada de las tropas y los cuerpos de soldados muertos en los enfrentamientos. Ambos optaron por el anonimato debido al riesgo de ser detenidos por las autoridades.
Medios locales de Kachin y otros portales en Myanmar reportaron que alrededor de 300 soldados del gobierno escaparon hacia China durante los enfrentamientos y posteriormente regresaron a Myanmar a través de la ciudad fronteriza de Muse, que permanece bajo control del régimen.
Un portavoz de Kachin Human Rights Watch confirmó haber recibido informes sobre la fuga de militares que buscaban refugio, aunque señaló que no disponía de más detalles al respecto.
(Con información de AP)