El Gobierno, empresarios y sindicatos se mostraron juntos hoy con la excusa de Primer Congreso Nacional, Internacional e Interdisciplinario de Riesgos del Trabajo. Organizado por el Colegio Público de Abogados de la Capital Federal, el encuentro se presentó como la antesala de la mesa tripartita a la que a fines de septiembre pasado acordaron llegar los tres sectores, tras una reunión en Casa Rosada, pero que aún no se concretó.

En el encuentro de este jueves, apenas horas después de que la CGT descartara un paro general hasta 2025, se discutieron temas como la prevención de riesgos laborales, el impacto de la tecnología y la IA, las comisiones médicas y los accidentes y enfermedades en el trabajo virtual o domiciliario. A él asistieron el secretario de Trabajo, Julio Cordero, y representantes de los gremios como Gerardo Martínez de la UOCRA y de los empresarios como Daniel Funes de Rioja de la UIA.

“Tenemos que generar condiciones de trabajo seguras. Cuando hablamos de erradicar la violencia y el acoso en el ámbito laboral, como propone el Convenio 190, lo primero que debemos pensar es en condiciones de trabajo que sean dignas y seguras”, dijo Cordero. Para luego destacar la relevancia de entender el trabajo como un “derecho humano fundamental”, haciendo hincapié en la necesidad de un sistema que no solo priorice la prevención, sino que también incorpore las transformaciones tecnológicas y sus implicancias en el ámbito laboral.

El secretario de Trabajo, Julio Cordero, en un encuentro previo con los jerarcas de la CGT

Según fuentes empresariales que asistieron al encuentro, además del régimen de riesgos del trabajo para revisar algunas cosas, se abordó que bajaron los siniestros, pero aumentó la litigiosidad y “consecuentemente las alícuotas de Cobertura de las ART”. Y sobre cómo “para desalentar la industria del juicio es imprescindible que haya peritos oficiales que no cobran por el monto del juicio sino por el arancel o sueldo oficial” porque de lo contrario consideran que “si no, se arma de nuevo otra catarata de reclamos infundados”.

Aunque sin fecha definida aún, la concreción de la mesa tripartita que impulsa el Gobierno podría darse en las próximas semanas, en Casa Rosada. Allí se espera que estén el jefe de Gabinete, Guillermo Francos; el estratega presidencial, Santiago Caputo, Cordero y el ministro de Desregulación y Transformación, Federico Sturzenegger. La idea de ese encuentro, y los que le sigan, es poner los puntos sobre los cuales están más interesados en profundizar y “escuchar lo que tienen para decir”. Con empresarios y gremialistas sentados a la mesa, y con la reforma laboral como uno de los principales temas de fondo, el Ejecutivo también será en la práctica una suerte de “mediador” entre ambos sectores.

La última vez que todos se vieron las caras fue a fines de septiembre pasado, en la previa a la asunción de Mario Lugones en el área de Salud, con quienes los sindicalistas señalan una muy buena relación. Corría fines de septiembre pasado y los líderes de la CGT que asistieron a Balcarce 50, entre los que estaban entre otros Héctor Daer, José Luis Lingeri y Martínez. Eran tiempos más convulsionados para la relación con el Ejecutivo por los reclamos gremiales de Aerolíneas Argentinas y del sector universitario, dos focos en los que ellos intentaron calmar las aguas.

Desde entonces se barajó una fecha, pero con muchos gremialistas de viaje por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), se pospuso. Ahora, con la tregua dada por la CGT y los gestos de acercamiento, la concreción se vislumbra en el futuro cercano.