El anuncio del ministro de Defensa, Iván Velásquez, sobre una reestructuración en las Fuerzas Militares, generó una intensa polémica y reacciones tanto dentro de la institución como en el ámbito político. La resolución, expedida el 1 de noviembre, suprime cinco fuerzas de tarea conjuntas y modifica los comandos conjuntos, lo cual plantea una reorganización de las estrategias y del despliegue de las fuerzas en regiones conflictivas del país.
El excomandante del Ejército Nacional, general (r) Eduardo Zapateiro, expresó una dura crítica hacia las reformas propuestas por el gobierno de Gustavo Petro para las Fuerzas Militares. A través de un mensaje en sus redes sociales, Zapateiro cuestionó abiertamente la intención de las modificaciones, que, según él, buscan debilitar a las Fuerzas Armadas y beneficiar a estructuras criminales.
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“¡Colombianos! … ¿A esto llegaron al poder? Esta en ¡PELIGRO! la SEGURIDAD NACIONAL, así no más!!!”, señaló Zapateiro en su declaración, agregando que “esta gente llegó a FORTALECER a las diferentes ESTRUCTURAS CRIMINALES y a debilitar a las fuerzas militares”.
El excomandante, conocido por su firme postura en defensa de las Fuerzas Armadas durante su gestión, destacó su preocupación sobre el posible impacto que estas reformas podrían tener en la seguridad nacional, especialmente en un contexto en el que el país enfrenta múltiples desafíos de orden público.
Según el documento, las fuerzas de tarea Omega, Titán, Hércules, Marte y Quirón, creadas durante el gobierno de Álvaro Uribe para coordinar las acciones del Ejército, la Fuerza Aérea y la Armada, cesarán sus operaciones. Estas unidades lograron resultados significativos en la lucha contra grupos armados y bandas criminales en áreas clave como Nariño, Arauca, el Pacífico, Chocó y el Meta. Omega, por ejemplo, lideró exitosamente la ofensiva contra alias Mono Jojoy y la recuperación de la región de La Macarena; Titán también fue crucial en el combate contra el ELN y el Clan del Golfo en la región del Pacífico.
Con la nueva estructura, las tropas que operaban en estas fuerzas de tarea ahora estarán bajo la dirección de los comandos territoriales específicos de cada institución, como las divisiones del Ejército. El rediseño generó preocupación entre militares y expertos en seguridad, quienes temen que la reorganización debilite las operaciones en los puntos críticos y genere un impacto negativo en la seguridad regional.
Dentro de los cambios aprobados, también se transformarán los cinco comandos conjuntos, unidades de alto rango que integraban a las tres ramas militares para enfrentar las amenazas más peligrosas del país. La reestructuración fue defendida por el Gobierno como un paso hacia la eficiencia y la modernización de las Fuerzas Militares, pero críticos del sector de defensa expresaron dudas sobre su efectividad para enfrentar a los grupos armados, especialmente en las zonas con alta presencia de actividades delictivas.
A medida que se conocen los detalles de esta reorganización, la controversia continúa creciendo. La implementación de la resolución representa una transformación sin precedentes en la estrategia de seguridad del país, y los resultados serán observados de cerca tanto por la institución como por la opinión pública en los próximos meses.
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