ARCHIVO: Esta foto tomada el 28 de marzo de 2021 muestra el Gran Cañón de Yarlung Zangbo en la ciudad de Nyingchi, en la Región Autónoma del Tíbet, al oeste de China, donde el régimen planea construir una mega presa (AFP)

China ha puesto la primera piedra del que dice será el mayor proyecto hidroeléctrico del mundo, una hazaña de 170.000 millones de dólares capaz de generar anualmente electricidad suficiente para abastecer a Gran Bretaña.

El proyecto empequeñece a la poderosa presa de las Tres Gargantas, actualmente la mayor del mundo, y los valores de la construcción y la ingeniería chinas se dispararon después de que el Primer Ministro Li Qiang lo desvelara el fin de semana.

Para Beijing, el proyecto promete energía limpia, puestos de trabajo y una inyección de estímulo para una economía en desaceleración. Para los vecinos de aguas abajo, reaviva viejos temores sobre la seguridad del agua: el Yarlung Zangbo se convierte en el Brahmaputra en la India y Bangladesh, un salvavidas para millones de personas.

El plan incluye cinco presas a lo largo de un tramo de 50 km en el que el río se precipita 2.000 metros desde la meseta tibetana. Se espera que la primera generación de energía se produzca a principios o mediados de la década de 2030, pero aparte de eso y del precio, China ha publicado poca información sobre cómo pretende construir el proyecto.

Por qué preocupa a los vecinos

Esta falta de información agrava los temores sobre la seguridad del agua en India y Bangladesh, que dependen del Brahmaputra para el riego, la energía hidroeléctrica y el agua potable.

El ministro principal de Arunachal Pradesh, fronterizo con China, declaró a principios de año que la presa podría secar el 80% del río que atraviesa el estado indio y, potencialmente, inundar zonas aguas abajo como el vecino estado de Assam.

FOTO DE ARCHIVO: Un hombre sentado en un bote en las aguas del río Brahmaputra cerca de la frontera internacional entre India y Bangladesh en el distrito de Dhubri, en el estado nororiental de Assam, India 4 de agosto de 2018 (Reuters)

Según Michael Steckler, catedrático de la Universidad de Columbia, además de agua, la presa reducirá el flujo de sedimentos río abajo. Esos sedimentos transportan nutrientes esenciales para la agricultura en las llanuras aluviales río abajo.

India y China libraron una guerra fronteriza en esta región en la década de 1960, y la falta de transparencia de Beijing ha contribuido a alimentar las especulaciones de que podría utilizar la presa para cortar el agua en otro conflicto, según Sayanangshu Modak, experto en la relación hídrica India-China de la Universidad de Arizona.

La construcción del proyecto hidroeléctrico de Yarlung Zangbo es un asunto que entra dentro del ámbito de los asuntos soberanos de China”, declaró el martes el Ministerio de Asuntos Exteriores de Beijing, añadiendo que la presa proporcionaría energía limpia y evitaría inundaciones.

China también ha llevado a cabo la comunicación necesaria con los países situados aguas abajo en relación con la información hidrológica, el control de las inundaciones y la cooperación para la mitigación de desastres relacionados con el proyecto de Yarlung Zangbo”, declaró el ministerio.

Pero se ha exagerado el impacto de la presa en los caudales río abajo, en parte porque la mayor parte del agua que entra en el Brahmaputra procede de las lluvias monzónicas al sur del Himalaya, y no de China, dijo Modak.

Añadió que los planes de China son para un proyecto hidroeléctrico “a filo de agua”, lo que significa que el agua fluirá normalmente por el cauce habitual del Brahmaputra.

La propia India ha propuesto dos presas en el río Siang, su nombre para el Yarlung Zangbo. Una de ellas, un proyecto de 11,5 gigavatios en Arunachal Pradesh, será la mayor de la India si sale adelante.

Estos proyectos se han propuesto, en parte, para reafirmar las reivindicaciones de India sobre el río y reforzar su posición en caso de que China intente desviar el agua, añadió Modak.

Si India puede demostrar que ha estado utilizando las aguas, China no podrá desviarlas unilateralmente”, afirmó.

La controversia es común

Las disputas sobre presas y seguridad hídrica no son nuevas. Pakistán ha acusado a India de convertir en armas los recursos hídricos compartidos en la disputada región de Cachemira después de que Nueva Delhi suspendiera su participación en el Tratado de Aguas del Indo, que regula el reparto del agua entre los vecinos.

En Egipto, un político de alto rango fue grabado en una ocasión proponiendo bombardear una polémica presa del río Nilo proyectada por Etiopía durante una larga disputa sobre el proyecto.

Riegos de terremotos y clima extremo

La presa se construirá en una zona sísmica propensa también a desprendimientos de tierras, inundaciones de lagos glaciares y tormentas. Tras el devastador seísmo que asoló el Tíbet a principios de año, la construcción de presas en la zona suscitó la preocupación de los expertos en materia de seguridad.

Un proyecto hidroeléctrico mucho más pequeño en un afluente cercano se ha visto limitado a un plazo de construcción de cuatro meses debido a los problemas de ingeniería en las grandes altitudes y los duros inviernos.

(C) Reuters.-