Una batalla sin precedentes por el control de uno de los yacimientos petroleros más codiciados del mundo llegó a su fin. Chevron logró una victoria decisiva en el arbitraje internacional contra ExxonMobil, lo que le permitió cerrar la adquisición de Hess por USD 53.000 millones y asegurar una participación clave en el bloque Stabroek, frente a las costas de Guyana.
El desenlace de esta disputa, que mantuvo en vilo a la industria energética global durante más de 20 meses, redefine el mapa del sector y sienta un precedente para futuras pugnas corporativas en torno a los derechos de preferencia en consorcios petroleros.
Según reportó The Wall Street Journal, la resolución del panel arbitral de la Cámara de Comercio Internacional (ICC, por sus siglas en inglés) en París despejó el camino para que Chevron concretara la mayor adquisición de su historia reciente, a pesar de los esfuerzos de ExxonMobil y su socio chino Cnooc por bloquear la operación.
El arbitraje internacional: Chevron, ExxonMobil y la ICC en el centro de la disputa
El fallo, emitido este viernes en París, puso fin a una de las confrontaciones más intensas entre gigantes petroleros en décadas. La controversia se centró en la interpretación de los derechos de preferencia estipulados en el Joint Operating Agreement (JOA) que rige el consorcio del bloque Stabroek. ExxonMobil, que opera el bloque y posee el 45% de participación, argumentó que tenía derecho de tanteo para adquirir el 30% de Hess en el proyecto, lo que le habría permitido igualar o superar la oferta de Chevron.
Chevron y Hess, por su parte, defendieron que el derecho de preferencia no aplicaba en el contexto de una fusión corporativa, sino únicamente en la venta directa de activos. La audiencia de arbitraje, celebrada en Londres a finales de mayo, reunió a representantes de ExxonMobil, Hess y Cnooc, el socio chino con un 25% de participación, quienes expusieron sus argumentos ante el tribunal de la ICC.
De acuerdo con Bloomberg, la decisión del panel fue considerada una victoria imprescindible para Chevron, que había condicionado la continuidad de la operación a un fallo favorable. Mike Wirth, director ejecutivo de Chevron, declaró tras conocerse la resolución: “Ha sido un proceso largo, y no tenía por qué serlo. Es lamentable que los empleados y accionistas de Hess hayan tenido que atravesar una espera tan prolongada. El resultado nunca estuvo en duda”.
ExxonMobil, aunque expresó su desacuerdo con la interpretación del tribunal, manifestó su respeto por el proceso arbitral. En un comunicado, la compañía señaló: “Dada la significativa creación de valor en el desarrollo del recurso de Guyana, creímos que teníamos el deber claro con nuestros inversores de considerar nuestros derechos de preferencia para proteger el valor generado”.
El bloque Stabroek en Guyana: epicentro de la disputa y joya petrolera
El bloque Stabroek, epicentro de la disputa, representa uno de los descubrimientos petroleros más importantes de las últimas décadas. Localizado en aguas profundas frente a la costa de Guyana, fue descubierto por ExxonMobil en 2015 y se estima que contiene más de 11.000 millones de barriles de petróleo. Actualmente, los buques operados por ExxonMobil extraen alrededor de 650.000 barriles diarios, con la meta de alcanzar 1,2 millones de barriles al día para 2027.
La importancia estratégica de Stabroek radica no solo en su volumen de reservas, sino en su potencial para transformar a Guyana, un país de apenas 800.000 habitantes, en uno de los mayores productores de petróleo per cápita del mundo. Según proyecciones citadas por The Wall Street Journal, los socios del consorcio —ExxonMobil, Hess y Cnooc— podrían generar hasta 182.000 millones de dólares en beneficios por la venta de petróleo y gas en los próximos 15 años.
La participación de Hess en Stabroek era considerada su principal activo y la razón fundamental detrás del interés de Chevron en la adquisición. Fernando Valle, director gerente de Hedgeye Risk Management, explicó a Bloomberg que sumar Guyana era “crítico para Chevron”, ya que su portafolio fuera de la cuenca del Pérmico resultaba limitado. La operación permite a Chevron fortalecer su posición en el segmento upstream y acercar su producción total a los 4 millones de barriles equivalentes de petróleo diarios.
Antecedentes y desarrollo de la controversia: el acuerdo Chevron-Hess y la reacción de ExxonMobil
La controversia se originó en octubre de 2023, cuando Chevron anunció el acuerdo para adquirir Hess. La noticia sorprendió a la industria, pero el verdadero giro se produjo cuando ExxonMobil y Cnooc invocaron supuestos derechos de preferencia sobre la participación de Hess en Stabroek, con base en el JOA firmado más de una década atrás. Este tipo de acuerdos suele permitir a los socios existentes igualar ofertas externas en caso de cambios de propiedad, aunque la aplicabilidad en fusiones corporativas no siempre resulta clara.
ExxonMobil defendió que el espíritu del acuerdo le otorgaba prioridad para adquirir la participación de Hess, mientras que Chevron y Hess sostuvieron que la estructura de la operación —una fusión de empresas y no una venta directa de activos— excluía la activación de tales derechos. La disputa, seguida de cerca por abogados y analistas del sector energético, se convirtió en un caso de referencia sobre la interpretación de los derechos de pre-empción en consorcios internacionales.
Durante el proceso, ambas partes mostraron confianza en sus posiciones. Darren Woods, director ejecutivo de ExxonMobil, afirmó en declaraciones recogidas por Bloomberg: “Nosotros redactamos estos documentos, entendíamos la intención de esos documentos. Eso nos da mucha confianza en la postura que adoptamos”. Sin embargo, el panel arbitral de la ICC falló a favor de Chevron, permitiendo que la adquisición siguiera adelante.
Reacciones y declaraciones tras el fallo arbitral
Tras conocerse la decisión, los principales ejecutivos de las compañías involucradas expresaron sus posturas. Mike Wirth, de Chevron, reiteró que el desenlace era previsible y lamentó la prolongación del proceso: “Debería haberse resuelto mucho antes. El resultado nunca estuvo en duda“, declaró a The Wall Street Journal.
Por parte de ExxonMobil, la reacción oficial fue de desacuerdo con la interpretación del tribunal, aunque la empresa subrayó su respeto por el proceso arbitral. En su comunicado, ExxonMobil insistió en que su deber con los inversores justificaba la defensa de sus derechos de preferencia: “Creímos que teníamos un deber claro con nuestros inversores de considerar nuestros derechos de pre-empción para proteger el valor que creamos”.
John Hess, director ejecutivo de Hess, será nominado para integrar el directorio de Chevron, una vez que la Comisión Federal de Comercio (FTC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos levantó la restricción que le impedía asumir ese cargo. Un portavoz de Chevron destacó: “El señor Hess es un líder muy respetado en la industria, y nuestro directorio se beneficiará de su experiencia global, relaciones y conocimientos”.
Implicaciones para la industria petrolera
La resolución de este arbitraje internacional marca un hito en la industria energética, al sentar un precedente sobre la interpretación de los derechos de preferencia en consorcios petroleros multinacionales. El caso fue observado con atención por abogados y ejecutivos del sector, ante la posibilidad de que el fallo influyera en futuras disputas similares.
En el plano financiero, la operación de Chevron implica la emisión de aproximadamente 301 millones de acciones ordinarias, a razón de 1,0250 acciones de Chevron por cada acción de Hess. Tras el anuncio del fallo, las acciones de Hess subieron cerca de un 8% en las operaciones previas a la apertura del mercado, mientras que Chevron avanzó un 3,7%. ExxonMobil, en cambio, registró pocos cambios.
La integración de John Hess al directorio de Chevron fue posible luego de que la FTC de Estados Unidos revocara la orden que lo vetaba, decisión que también benefició a Scott Sheffield, exdirector ejecutivo de Pioneer Natural Resources, en el contexto de la adquisición de Pioneer por parte de ExxonMobil.
Con la adquisición de Hess, Chevron refuerza su portafolio global y se posiciona para competir de manera más equilibrada con ExxonMobil, especialmente en proyectos de alto potencial como Guyana, Kazajistán, Argentina y el Mediterráneo oriental. Según declaraciones de Wirth a Bloomberg, la compañía ahora cuenta con “el margen de efectivo más alto de la industria” y una diversificación que abarca múltiples clases de activos.
Guyana, por su parte, se proyecta como uno de los mayores productores de petróleo per cápita del mundo, con un impacto económico directo en América Latina y el mercado energético global. Es una de las perlas de la región junto a Vaca Muerta. La información, publicada por The Wall Street Journal, Financial Times y Bloomberg, confirma que la resolución de este arbitraje no solo redefine el equilibrio de poder entre las grandes petroleras, sino que también establece un precedente legal de alcance internacional.