Tras una intensa investigación de la Justicia, efectivos del Grupo Halcón de la Policía de la Provincia de Buenos Aires detuvieron a Maximiliano Ariel Márquez (41), líder de “La Banda del Fal”, acusada de matar a sangre fría en la localidad de Moreno al ex policía Federal Sergio Gabriel Pardo, para robarle millones de pesos en efectivo. El sospechoso fue arrestado en el barrio privado San Sebastián, un lujoso country de Pilar.
Fuentes judiciales y policiales indicaron a Infobae que la caída de Márquez se produjo luego de una serie de cinco allanamientos tanto en el barrio privado como en la localidad de Malvinas Argentinas, pedidos por el fiscal Leandro Ventricelli, de la Unidad Funcional de Instrucción Nº1 de Moreno-General Rodríguez, quien lidera la investigación junto a la Policía local de Moreno.
En el country los detectives incautaron tres teléfonos celulares y una camioneta Volkswagen Amarok. Según precisaron, el detenido tiene antecedentes por los delitos de encubrimiento y robo agravado, con causas abiertas en Pilar, San Martín y La Plata, y figura también en un expediente de armas de fuego de grueso calibre secuestradas en 2024 por la División Casos Especiales del Policía de la Provincia.
Otro de los allanamientos, que tuvo lugar en la localidad de Grand Bourg, partido de Malvinas Argentinas, arrojó como resultado la aprehensión de una mujer de 32 años y un joven de 23, a quienes les secuestraron tres teléfonos celulares, un cargador de pistola Bersa calibre .22, diez municiones y una camioneta Honda CR-V gris, vinculada a la causa.
De igual manera, los agentes del grupo Halcón allanaron otros tres lugares en Malvinas Argentinas, donde incautaron más teléfonos celulares.
La Justicia confirmó que el grupo, conformado también por otros tres integrantes que permanecer prófugos, contaba con una logística extendida para almacenar vehículos y ocultarse.
Según las fuentes consultadas por este medio, las pruebas reunidas —testimonios, imágenes de cámaras y geolocalización de teléfonos— permitieron la individualización e identificación de gran parte de la banda. Además de Márquez, también fue aprehendido Francisco Javier Torales (38), conductor del Toyota Corolla que actuó como vehículo de apoyo durante el crimen de Pardo.
En ese sentido, los investigadores explicaron que la justicia había habilitado allanamientos simultáneos en los cinco domicilios, tras establecer que se trataba de una organización delictiva que actuó con armas largas y de puño, y que había participado en otros hechos violentos en zona norte y oeste del conurbano. “Se trata de una banda muy peligrosa”, graficaron las fuentes.
El crimen del ex policía y la investigación
De acuerdo con el expediente judicial de la investigación al que tuvo acceso Infobae, el hecho ocurrió a las 10:50 del 20 de marzo pasado, cuando la víctima circulaba en una camioneta Toyota Hilux gris.
Según establecieron, fue interceptado por los agresores, quienes se movilizaban en otra Hilux blanca. Lo amenazaron con armas de fuego y luego le dispararon dos veces: uno de los tiros ingresó por su costado izquierdo y egresó por el muslo derecho, lo que le causó una gran hemorragia y le provocó la muerte en pocos minutos.
Luego, según se observa en un video de una cámara de seguridad al que también tuvo acceso este medio, los atacantes lo arrojaron del vehículo y escaparon en la camioneta de la víctima, llevándose entre 40 y 60 millones de pesos en efectivo, según estimaciones judiciales.
Pardo transportaba el dinero desde la sede central de la empresa Metropol en Barracas hacia distintos predios operativos de la empresa para pagar sueldos y horas extra, de acuerdo con el testimonio de su hijo, quien a veces lo acompañaba en los traslados.
Al respecto, el documento resalta las falencias en seguridad por parte de la empresa -en base a testimonios- y que podrían haber facilitar el robo.
La modalidad de transporte utilizada por la empresa -dice el expediente- incluía vehículos particulares, sin identificación, sin caja fuerte y sin sistema de seguimiento satelital. Pardo actuaba solo o acompañado por algún familiar.
Los atacantes conocían el recorrido y esperaron el momento justo para interceptarlo. A punta de pistola, lo hicieron detener el vehículo y lo ejecutaron.
Los investigadores no descartan la posibilidad de que los delincuentes hayan recibido información interna o filtrada sobre el recorrido y la hora del traslado. El nivel de precisión con que actuó la banda, compuesta por al menos cinco personas y con vehículos de apoyo logístico, sugiere un conocimiento detallado del procedimiento y de la rutina de Pardo.
La fuga
Minutos después del crimen, un llamado al 911 alertó a la Policía, que montó un operativo cerrojo en la zona. Un patrullero del Comando de Patrullas de Moreno detectó la camioneta circulando por la intersección de Río de la Plata y Somellera, lo que dio inicio a un segundo enfrentamiento armado.
La fuga se extendió por unos cinco kilómetros, hasta que los atacantes abandonaron la Hilux gris y sustrajeron una Ford Ranger gris a mano armada y continuaron con la huida.
La banda finalmente logró huir en el Toyota Corolla gris hacia una quinta en Grand Bourg, donde se presume que ocultaron el dinero robado.
La investigación se apoyó en imágenes de cámaras de seguridad, geolocalización de antenas de telefonía, un llamado anónimo al 911 y análisis de redes sociales que vincularon a los acusados con los vehículos utilizados en el crimen. Las cámaras captaron la secuencia completa del ataque, desde el seguimiento al vehículo de Pardo por un Peugeot 208 blanco –luego confirmado como “mellizo” con patente falsa– hasta la balacera durante la persecución.
Además, un testigo protegido y vecinos identificaron a los principales imputados y confirmaron su participación habitual en delitos con armas en la zona.
Márquez fue indagado pero se negó a declarar por consejo de su abogado. Se lo acusa de homicidio agravado criminis causa, robo agravado por el uso de armas de fuego y en poblado y en banda, portación ilegal de armas de guerra, resistencia a la autoridad y abuso de armas. Las pruebas acumuladas lo comprometen como organizador y ejecutor del plan. La Justicia ahora sigue los pasos de los otros tres prófugos.