El policía de la PFA Facundo Aguilar Fajardo, de 21 años, será indagado este lunes, por el fiscal Diego Rulli, por el homicidio simple con dolo eventual de Thiago Correa, tras la muerte del nene de 7 años que recibió un disparo en la cabeza en medio de un asalto al agente y a su madre en Ciudad de Evita, en La Matanza.
Thiago es velado en la cochería Casa Dauria, ubicada en la calle Eizaguirre al 2400, en la ciudad de San Justo, desde este domingo a las 17. La ceremonia finalizará este lunes a 9 de la mañana, cuando su familia de su último adiós al nene baleado. El cortejo primero pasará por el Colegio Santa Rosa, a donde acudía el menor, luego por el Club Unidos de La Tablada, donde jugaba al fútbol. Por último irán al cementerio Parque.
“Estamos todos mal, esto es inexplicable”, dijo Fabián Correa, el papá de Thiago, en medio del velatorio al brindar una entrevista a Radio Splendid.
El hombre relató que estaban esperando el colectivo para volver del club a su casa cuando escucharon la balacera: “Lo bajo a Thiago y se escuchan los tiros. Fue ahí nomás. No entiendo nada”. Aunque todavía intenta reconstruir los segundos previos al disparo fatal, el padre fue claro: “No tengo palabras ni explicación para decirte nada. Es un dolor que no se puede sacar nadie”.
Sobre el accionar del policía, Fabián fue contundente: “No es justo que un nene termine así. No puede ser que alguien dispare así, hacia abajo, donde hay gente”. Consultado sobre cómo seguirá su búsqueda de Justicia, reconoció que aún no tiene respuestas: “No te puedo decir los pasos a seguir. Ahora no. Estamos despidiendo a mi hijo. Es el dolor más grande”.
Mientras tanto, su familia enfrenta la pérdida con entereza y pide respuestas: “Nadie está preparado para enterrar a un hijo. Es al revés. Es la vida al revés”.
El titular de la fiscalía de Homicidios definió la figura, por sobre el homicidio culposo, tras el fallecimiento del nene debido a la cantidad de disparos, el lugar -una avenida pública- y en un horario todavía transitado.
Con esta definición, la fiscalía sostiene la hipótesis de que el policía de la PFA, de 21 años, pudo prever el resultado de su accionar y, aun así, continuó disparando. Es decir, que corrió el riesgo de matar, sabiendo que lo estaba haciendo.
De esta manera, Fajardo será indagado por ese delito -yo había declarado por lesiones gravísimas- y por el exceso en la legítima defensa en el homicidio de uno de los delincuentes que lo abordaron en la parada de colectivo, ubicada a pocos metros de su casa.
En cambio, en el homicidio culposo (hasta 6 años de cárcel si es agravado), el autor no quiere ni acepta la muerte de la víctima, pero esta ocurre por negligencia, imprudencia, impericia o inobservancia de deberes.
Fajardo disparó 11 veces su arma reglamentaria. Uno de los plomos impactó en Thiago, que esperaba el colectivo junto a su papá, a unos 180 metros del hecho.
La calificación es a estas instancias iniciales, puede cambiar con el transcurso de la investigación, aclararon las fuentes. Al mismo tiempo, no es vinculante para el juez de Garantías que actúa en la causa, es decir, puede no compartirla.
En cuanto a la muerte del presunto ladrón de 18 años que intentó asaltarlo junto a otros tres cómplices, la fiscalía sostuvo la misma imputación: exceso en la legítima defensa.
Las pericias y las imágenes de las cámaras de seguridad muestran que les disparó cuando estaban en fuga y de espaldas, por ese motivo, se considera que el peligro había cesado. Sin embargo, la fiscalía tuvo en cuenta el origen de la reacción del agente de la Policía Montada: el robo y la amenaza de vida para él y su madre. De lo contrario, la imputación sería otra.
El caso
El episodio ocurrió el miércoles por la noche, alrededor de las 22.30, en la intersección de avenida Crovara y Madrid. Allí, Fabián Correo y su hijo Thiago estaban en la parada cuando, el agente de la Policía Federal Argentina, de civil, fue abordado por cuatro delincuentes armados. En consecuencia, sacó su pistola reglamentaria y disparó.
Durante el enfrentamiento, uno de los ladrones, Brandon Corpus Antelo, de 18 años, murió tras recibir un disparo en el cuello. Otros dos, identificados como Uriel Alexis Montenovo y Uriel Emanuel Leiva, ambos de 21 años, terminaron heridos: uno con un impacto en la pierna derecha y el otro en el abdomen, en estado grave. El cuarto asaltante se dio a la fuga.
En la escena del tiroteo, personal de la Policía Científica encontró un revólver calibre .38 sin numeración ni municiones, una vaina servida, un proyectil deformado y rastros de sangre de Thiago.