Maximiliano Luna

Carlos Melconian estimó hoy que la inflación de mayo puede estar en el orden del 2%, pero restó importancia al dato del día a día. “Si la inflación (mensual) empieza con uno o con dos lo empiezo a dejar de lado. Acá hay tres variables, que son la inflación, el tipo de cambio y la política en sí misma, que están en modo electoral. Significa que el gobierno está tratando de administrar el valor del dólar, la tasa de inflación y, volviendo a lo que fueron sus fuentes en materia política, por lo menos asegurar el núcleo duro de lo que es suyo”, señaló.

“Acá ya se sabe que hay una economía doble o triple, donde los que acceden al crédito es una cosa, la clase alta es una cosa, la clase baja es otra. Los supermercados es una cosa y autos y viajes otra cosa”, señaló. Respecto del valor del dólar, dijo: “la Argentina a este tipo de cambio supera cualquier colchón y supera cualquier Vaca Muerta. En el tipo de cambio hay un problema, en esta inflación de resaca, lo que te viene después de la borrachera, hay un problema. Y en el formato electoral que le dio rédito al gobierno también hay un problema. Estas tres cosas tienen que ser resueltas”, señaló, entrevista en el programa “Aire de Radio”, por Mitre.

E incluso si al gobierno se le diera un buen resultado, afirmó, después de la elección, “la realidad a imponer un volantazo”. Sin embargo, insistió, “salvo que lo empuje la realidad por algún motivo, el gobierno va a tratar de seguir en este estadio, con independencia de que la inflación dé 1,9 o 2,1 por ciento”.

Sin horizonte

El problema, consideró, es que este número “no tiene horizonte: cuando alguien habla solo no genera horizonte y la gente quiere tener horizonte. Dentro de poco eso queda obsoleto, el dólar a mil pesos. El fondo de reparación histórica (del ahorro) eso que dijeron del dólar del colchón, se gasta en Miami no en la Argentina”.

“Lo que tiene que generarse hacia adelante es horizonte. Un programa claro y que tenga chance de ser alcanzado. Una política cambiaria, una política de shock anti-inflacionario, sin sacarle ningún mérito a lo logrado hasta acá, y una política de saber qué panorama hay en la Argentina después de lo que está pasando, frente al desierto del Sahara en el que está la política argentina, para generar horizonte. Si no, no alcanza Vaca Muerta, no llega nunca la tierra prometida”, afirmó Melconian.

El economista advirtió diferencias en el panorama económico: “el consumo masivo no vende, hay récord de venta de autos, récord en Miami y en materia cambiaria hay más dólares que salen que los que se quedan acá y seguimos con la fantasía del dólar a mil”. Por eso, prosiguió, Quiero cortar por lo sano si la inflación da 1,9 o 2,1%. Estamos en una tasa de inflación del 20 y pico o 30 anual, muy inferior al desastre que recibió este gobierno. Pero es una inflación de resaca. Es una inflación que o la matás o convivís heterodoxamente. Porque la inflación al 2% mensual te come el salario y la informalidad no llega”.

Caputo, con los gobernadores Jaldo, Sáenz y y Jalil. Melconian restó importancia al acuerdo de Economía con Tucumán y Catamarca sobre los

En cualquier caso, señaló, son cuestiones que por ahora están silenciadas, porque “el tipo de cambio, la tasa de inflación y el formato político están los tres en modo electoral”.

Sin embargo, machacó, “pasado el modo electoral hay que dar señas de horizonte de nuevo. No es firmar con Jaldo y Jalil (gobernadores de Tucumán y Catamarca) los dólares del colchón (porque) mientras firmás se te fueron más dólares que Vaca Muerta”.

Inflación “de resaca”

Melconian insistió con la idea de que la actual inflación es “de resaca” y el riesgo de que transforme en inflación “de recesión”.

“Las caídas de inflación en la Argentina fueron históricamente reactivantes. Cuando la inflación es recesiva, de resaca, hay liquidaciones porque no se vende. Hay que tratar de tener un programa anti-inflacionario que la mate. Y si no la mata, como explicó un economista chileno sobre los primeros años del programa chileno y de los primeros años de México y de los primeros años de Israel, convivir heterodoxamente. No podés tener inflación de 3%, intervenir paritarias al 1% y dólar a 1.000, porque eso no tiene ni pies ni cabeza”, advirtió.

“La política no tiene que ser el desierto del Sahara, que si gana B se termina todo, que es a lo que juega el gobierno”

Según Melconian, el problema de base es político. “El horizonte político es muy difícil, está roto, hay que reconstruirlo todo”, dijo. La política, explicó, “no tiene que ser el desierto del Sahara, que si gana B se termina todo, que es a lo que juega el gobierno, porque si me voy yo vienen los kukas y se termina todo. Esa mirada miope no sirve. Se necesita crear un horizonte y condiciones de inversión. Que no puede ser la vaca atada de Vaca Muerta. Tiene que ser algo más masivo, que si gana el Frente Amplio o Lula no pasa nada”.

En cuanto a la economía, siguió, “tenemos una tasa de inflación meritoria, pero de resaca, (pasamos) del 200 al 100 y al 20 y pico anual. Empezás a convivir y vas por esa ruta del 20 y pico (pero) tenés que matarla. Porque no podés convivir con 20 de inflación y cero de salario. En un momento dado se llega a esa instancia. Y este tipo de cambio no es porque llevás 6 años de lo mismo o la inversión te está inundando. Este es un tipo de cambio en que las autoridades lo quieren a mil y se fueron al exterior o al colchón 8.000 millones de dólares. Estamos en un escenario electoral, claramente. Tenés el acuerdo con el FMI, en que el Fondo baja entre USD 12.000 y 15.000 millones (a la Argentina) y a los 15 días el gobierno ya está incumpliendo el acuerdo”.

La Argentina, concluyó, “está incubando un formato poselectoral. Hay que ver qué tenemos a partir de ahí. En este momento lo único que le interesa al gobierno es estar bailando en el escenario la noche del domingo de la elección”.