(Desde Washington, Estados Unidos) Nunca en 42 años de democracia, un ministro de Economía llegó al Fondo Monetario Internacional (FMI) sin tensiones institucionales y con el respaldo explícito de la Secretaría del Tesoro de los Estados Unidos, que tiene una influencia omnipresente en el sistema político global. En esta coyuntura afectada por las iniciativas proteccionistas de Donald Trump, Luis Caputo es el principal protagonista de esta inédita situación histórica.
El peculiar escenario geoeconómico tiene una causa eficiente: la sintonía ideológica y personal entre Javier Milei y Trump. Sin el apoyo exuberante del líder republicano, Balcarce 50 no hubiera obtenido un crédito de Facilidades Extendidas por 20.000 millones de dólares, y menos todavía que Bessent –el funcionario más influyente en el Salón Oval– respaldara a la Argentina cada vez que opina sobre la economía y el mundo.
Ayer a la mañana, en un cónclave organizado por el banco JPMorgan, Bessent explicó que la Secretaria del Tesoro podría rescatar la economía argentina si un shock externo afecta su plan de ajuste. Esa eventual iniciativa de Estados Unidos fortalece el programa económico diseñado por Milei y Caputo, en un momento de incertidumbre global por las iniciativas proteccionistas que lanzó Trump a principios de abril.
“Si Argentina lo necesita, en caso de un shock externo y si Milei mantiene el rumbo, estaríamos dispuestos a utilizar el FSE”, dijo Bessent en referencia al Fondo de Estabilización Cambiaria del Tesoro de Estados Unidos, durante su exposición en un hotel muy conocido de Georgetown.
Una referencia histórica para mensurar la declaración del secretario de Estado: el FSE se utilizó solo una vez en época de Bill Clinton, cuando la economía de México colapsó y estuvo a punto de arrasar la seguridad y la estabilidad financiera de Estados Unidos.
La simbiosis ideológica entre la administración republicana y el gobierno libertario se proyecta sobre toda la organización burocrática del FMI. El Fondo asegura que Argentina no sufriría en 2025 las eventuales consecuencias económicas que, a nivel mundial, ya está causando la agenda proteccionista de Trump.
El FMI presentó ayer su informe de Perspectivas Económicas Globales (WEO, en sus siglas en inglés), donde advirtió sobre una desaceleración mundial significativa para 2025, debido a los aranceles recíprocos impuestos por la Casa Blanca a todos los bienes que se exportan a Estados Unidos.
Sin embargo, en el caso de la Argentina, ese dossier del Fondo aseguró que la economía nacional crecerá 5,5 por ciento del PBI y la inflación se mantendrá en un rango entre 18 y 23 por ciento.
En cambio, el FMI pronosticó una baja del crecimiento económico global que iría del 3,3 por ciento al 2,8 por ciento en 2025.
“Todavía mantenemos la mejora del 5,5% para Argentina. Y esto está relacionado con las sorpresas positivas que hemos visto a pesar de un ajuste fiscal muy fuerte. Creo que la recuperación de la confianza ha influido en gran medida en este pronóstico”, aseguró Petya Koeva-Brooks, directora del departamento de investigación del FMI, en una conferencia de prensa organizada por el organismo multilateral.
En este contexto, Caputo será recibido por Kristalina Georgieva, directora gerente del Fondo. Georgieva fue la principal defensora del programa de ajuste del gobierno frente al staff y al board del organismo internacional, y no sólo porque asumía el apoyo de Trump a Milei.
A diferencia de su antecesora, Christine Lagarde, la directora gerente siempre creyó en Caputo y su plan económico. Fue Gita Gopinath -subdirectora gerente del FMI-, quien no creía en las distintas variables técnicas presentadas por el Palacio de Hacienda.
Caputo también se encontrará con el titular del Banco Mundial, Ajay Banga, participará de un plenario del G20, y se reunirá con Jörg Kukies -ministro de Finanzas de Alemania-, Éric Lombard -ministro de Economía de Francia- y Giancarlo Giorgetti, ministro de Finanzas de Italia.
Y al igual que Bessent, el titular del Palacio de Hacienda expondrá a puertas cerradas ante un selecto auditorio convocado por el JP Morgan. A Caputo le harán una pregunta que ayer contestó Pablo Quirno -secretario de Finanzas-, cuando expuso tras su participación en un encuentro del G24.
“Hemos trabajado para demostrar nuestra disposición a pagar, y vamos a cumplir con todos los compromisos”, sostuvo el secretario de Finanzas respecto a los vencimientos en 2025 con los acreedores privados.
Junto a Caputo y Quirno, se encuentran el titular del Banco Central, Santiago Bausili, -que hoy presenta el Caso Argentino en un panel organizado por el FMI-, José Luis Daza -secretario de Política Económica- y Vladimir Werning, vicepresidente del Banco Central.
Todos regresan a Buenos Aires, el sábado. Cuando concluyan las sesiones de primavera del FMI.