Los primeros ministros de Canadá, Mark Carney, y el Reino Unido, Keir Starmer, mantuvieron este lunes una conversación telefónica en la que acordaron reforzar sus relaciones comerciales y de defensa, además de tratar la próxima visita a Ottawa del rey Carlos III de Inglaterra.
La Oficina del Primer Ministro canadiense señaló en un comunicado que Starmer felicitó a Carney por su victoria en las elecciones generales del 28 de abril y que los dos líderes “acordaron fortalecer el comercio y los lazos económicos y de defensa”.
Durante la conversación, también trataron su compromiso de mantener la ayuda a Ucrania para que se logre “una paz justa y duradera”.
Con respecto a la visita de Carlos III, que el próximo 27 de mayo pronunciará en el Parlamento canadiense el llamado Discurso del Trono para inaugurar la nueva legislatura canadiense, los dos jefes de Gobierno coincidieron que es “un testamento al legado e inquebrantable vínculo entre las dos naciones”.
El monarca británico es también el jefe de Estado de Canadá, que es una monarquía parlamentaria, aunque sus funciones están delegadas en la figura del gobernador general del país.
La última vez que un monarca británico leyó el Discurso del Trono en el Parlamento canadiense fue en 1977 por parte de la fallecida reina Isabel II (1952-2022).
Medios canadienses han especulado que Carney, que fue gobernador del Banco de Inglaterra entre 2013 y 2020, solicitó la presencia del rey Carlos III para reforzar el sistema constitucional canadiense ante las amenazas de anexión del presidente de EEUU, Donald Trump.
La conversación se produce pocas horas antes de que Carney presente este martes su nuevo Gobierno en un acto en el que los nuevos ministros jurarán sus cargos ante la gobernadora general, Mary Simon, en una ceremonia en Ottawa.
El Partido Liberal de Carney ganó las elecciones generales celebradas el 28 de abril al obtener 169 de los 343 diputados de la Cámara Baja del Parlamento. En segundo lugar quedó el Partido Conservador con 144 escaños.
Por detrás se situaron el soberanista Bloque Quebequés (BQ) con 22 diputados, el socialdemócrata Nuevo Partido Democrático (NPD) con siete y el Partido Verde con uno.
Carney se ha comprometido a nombrar un gabinete con paridad entre hombres y mujeres y con menos ministros que los de su antecesor, Justin Trudeau.
Una de las principales tareas del Gobierno de Carney será negociar con EEUU una nueva relación comercial y en materia de seguridad. Carney se reunió el martes en la Casa Blanca con Trump para iniciar el proceso.
Carney afirmó al presidente de Estados Unidos en la Casa Blanca que “Canadá no está a la venta”.
En un ambiente distendido, Trump respondió a las palabras de Carney con “nunca digas nunca” y “me encanta Canadá”, además de señalar en otro momento que su deseo sería que Canadá formase parte de Estados Unidos.
El republicano insiste desde hace meses en que Canadá debería integrarse a Estados Unidos como su estado número 51, algo que Carney, ganador de las recientes elecciones canadienses, ha descartado tajantemente.
El líder liberal canadiense también ha asegurado que su Ejecutivo emprenderá “la mayor transformación” de la economía de Canadá desde la Segunda Guerra Mundial, empezando por la eliminación de las barreras al comercio entre las provincias canadienses.
(Con información EFE)