Próximo a cumplir los 6 años reales, White Abarrio parece haber transitado varias vidas deportivas. Es el tordillo que pocos mostraban voluntad por comprarlo antes de la pandemia, que cambió de propietarios varias veces desde que dejó su cabaña natal en Lexington y que el sábado último ganó la Pegasus World Cup (G1-1800m) y elevó sus ganancias a 6.879.850 dólares, casi en las antípodas de lo que fue su primera venta, por 7500 billetes de la moneda norteamericana.

Nacido el 18 de marzo de 2019 en los campos de Spendthrift Farm en Kentucky, su pelaje era algo incierto en los primeros meses de vida. En su primera aparición pública, todavía sin nombre y con la referencia de sus progenitores, el blanco en su frente, sus manos y sus patas en medio de un gris cambiante en la mayor parte del cuerpo daba indicios de lo que sería luego a la vista. Fue subastado en aquel puñado de billetes en enero de 2020, cuando apenas permaneció en el ring de ventas por 58 segundos en el remate tradicional de yearlings en Ocala. Pagaron los 7500 dólares José Ordoñez y su sobrino Edilberto Herrera. Muy poco para un ejemplar surgido de un haras casi centenario y de reconocimiento internacional, aunque sin un padre, Race Day, que lograra destacarse en el mercado local y con una madre, Catching Diamonds, que no había vencido en sus tres únicas carreras.

La subasta de White Abarrio en 7500 dólares

Tenía buena actitud”, justificaron. “Era el caballo más lindo de la subasta. Mi hija lo amaba y el potro la amaba a ella, que lo bañaba y lo llevaba a todos lados”, agregó Herrera. El negocio fue más allá del afecto: habían adquirido a otros dos caballos junto al tordillo con la intención de domarlos e iniciar la etapa de entrenamientos, algo de lo que también se encargó Edilberto, para luego revenderlos. “Se mostraba como líder, nos encantaba cómo corría”, aseguraban. No obstante, no alteraron el plan original.

En marzo de 2021 volvió a ser subido a un ring de ventas, aunque ya con el indicio de que era capaz de acelerar rápido en un hipódromo. Fue ofrecido por Nice and Easy Thoroughbreds, una compañía. Se bajó el martillo luego de los 40.000 dólares que ofrendó el entrenador Carlos L. Pérez, con cuya preparación debutó ganando por varios cuerpos en septiembre de 2021 y repitió al mes siguiente. Fueron en la misma arena de Gulfstream Park donde, poco más de tres temporadas después, su legajo descubre que obtuvo siete de sus nueve primeros puestos y dos de sus cuatro éxitos en grandes premios.

White Abarrio ganó la Pegasus World Cup y su jockey, Irad Ortiz Jr, agradece al cielo; lo lleva de la brida su peón, Eduardo

White Abarrio cimentó su fama en ese escenario al norte de Miami, donde el entrenador Saffie Joseph Jr. tomó la posta de su puesta a punto desde la tercera carrera. Llegó al Kentucky Derby 2022 precedido de cuatro triunfos –todos en la misma pista­– en cinco competencias y encendió las ilusiones de los que lo rodeaban, pero estuvo muy lejos de dar buenas señales cuando se abrieron los partidores. Hizo su peor carrera. Parecía que ya los astros no estaban alineados. La desconfianza crecía sobre la capacidad de progresar. Para el caballo blanco fue la etapa más oscura, con seis presentaciones en fila sin victorias.

Tras un flojo rendimiento en la Pegasus World Cup 2023, recordó lo que hacía de potrillo. Resurgió. Y cerró el año con las dos conquistas que alcanzó hasta aquí fuera de Gulfstream Park, el Whitney Stakes (G1) de Saratoga y la Breeders’ Cup Classic (G1) de Santa Anita Park. Eso cautivó a un Príncipe árabe, Faisal bin Khaled bin Abdulaziz Al-Saud, que se unió al grupo societario que integraban C2 Racing Stable y Antonio Pagnano. El primero de éstos se había subido al tren en la segunda carrera, tras una negociación privada en la que también se incluyó La Milagrosa Stable, que conservó sus derechos hasta el otoño boreal de 2022, cuando se los cedió a Pagnano después de la baja performance en el Philadelphia Derby (G1).

La largada de la Pegasus World Cup 2025, frente a las tribunas de Gulfstream Park, donde el tordillo White Abarrio (4) se impuso por varios cuerpos.

El año pasado había comenzado mal, con un fracaso en la multimillonaria Saudi Cup, en Arabia Saudita, y una floja reaparición de regreso a Estados Unidos. Otra vez la merma de expectativas. Sin embargo, un nuevo descanso lo puso otra vez en la vidriera con buenas respuestas. Nuevamente la resurrección deportiva: tuvo otra tarde memorable el 25 de enero pasado, en su vigésima presentación, cuando perdió de vista a sus rivales y agregó US$1.638.000 a la cuenta bancaria de los socios.

La Pegasus World Cup 2025

“¡Bienvenidos a la grandiosa Pegasus World Cup!”, exclamó el excampeón de los pesos pesado Mike Tyson, en su rol de presentador. Minutos después, aplaudía boquiabierto la demostración del tordillo, que había noqueado a sus rivales como Iron Mike en sus épocas de gloria. El público y los propios jockeys querían tener el recuerdo de una foto con el caballo campeón y la leyenda del boxeo.

La estrella blanca renovó, así, las esperanzas de cara al segundo intento en suelo árabe. A cinco años de aquella intrascendente venta en 7500 dólares, White Abarrio podría volver a subirse a un avión para intentar ganar el 22 de febrero la Saudi Cup. Otra oportunidad. Y 20 millones de dólares esperando al ganador de un cotejo en el que, incluso, podría enfrentar a los dos que definieron el último Carlos Pellegrini en San Isidro: Intense for Me y El Kodigo.