No sucede todos los días que una comunidad entera experimente la suerte de ganar la lotería, pero algo similar le ocurrió al pintoresco pueblo de Thiberville, en Normandía, Francia. Con apenas 1.773 habitantes, esta pequeña localidad es reconocida por su arquitectura tradicional normanda y los paisajes que parecen sacados de una postal que, además, tiene como mayor orgullo la iglesia de Saint-Taurin. Sin embargo, recientemente, este tranquilo rincón del mundo se convirtió en el centro de una historia inesperada que dejó a todos sus vecinos con la sensación de haber ganado un importante premio.

Resulta que la vida tranquila de Thiberville dio un giro sorprendente gracias al gesto extraordinario de Roger Thiberville. Este hombre, cuya conexión con el lugar era solo su apellido, decidió donar parte de su fortuna de más de 10,2 millones de dólares a la ciudad antes de fallecer el año pasado. Por lo que se dio a conocer, nunca había visitado aquel destino, pero al ser descendiente de allí quiso rendir homenaje a la tierra que le dio su identidad familiar.

Roger donó parte de su fortuna de más de 10,2 millones de dólares a la ciudad antes de fallecer el año pasado

“Es una suma de dinero excepcional. Obviamente, la cantidad supera toda imaginación”, expresó el alcalde de Thiberville, Guy Paris, a una radio local, según dieron a conocer en el medio The Guardian. Ante la consulta sobre los pasos a seguir tras la increíble donación, admitió: “Todavía no sabemos qué haremos con ello”. No lo vamos a gastar todo. Vamos a gestionar esta dote como siempre lo hemos hecho con nuestro presupuesto municipal: con prudencia y responsabilidad”, sostuvo, de manera contundente.

De todas formas, las autoridades locales ya dieron a conocer algunos de los proyectos para utilizar el dinero para el beneficio de la comunidad. Según se supo, una prioridad es saldar un préstamo de 400.000 dólares que permitió construir una nueva escuela para los estudiantes del pueblo. Además, están en marcha proyectos que buscan enriquecer la vida de los habitantes, como la creación de un campo de fútbol, una pista de petanca y un jardín público que invitará a todos a disfrutar del entorno. Sin lugar a dudas, esta generosa suma de dinero promete marcar un antes y un después en la historia del lugar.

“Tenemos proyectos: un jardín público con zona de juegos, una cancha de petanca con paneles solares que servirán de sombra, la renovación de la escuela primaria, un campo de fútbol sintético”, explicó el alcalde, sobre los detalles de estos proyectos a futuro por el bien de la comunidad.

Desde la creación de un campo de fútbol hasta un jardín público, ya aparecieron ideas sobre qué hacer con la suma millonaria

El hombre que cambió la historia del pueblo

La localidad de Thiberville no sería la misma sin destacar la discreta, pero significativa vida de Roger Thiberville, el meteorólogo cuya generosidad cambió para siempre el destino del pueblo que lleva su apellido. Según el alcalde, Roger trabajó en París mientras administraba varias propiedades heredadas de su familia, lo que le permitió acumular una gran fortuna. Pese a que no solicitó nada a cambio de su donación, su única petición fue conservar sus cenizas en el cementerio local, un deseo que el alcalde considera un honor cumplir: “El señor Thiberville no pidió nada a cambio de su legado, pero al menos eso es lo que le debemos”.

Esta localidad, más allá de su pintoresca iglesia y su tranquilo entorno, no ofrecía mucho para destacar. Sin embargo, con la reciente donación millonaria, el pueblo tiene la oportunidad de crecer y convertirse en una alternativa interesante. En ese sentido, su clima agradable y los nuevos proyectos en marcha lo posicionan como un lugar con potencial para atraer más atención y visitantes en un futuro cercano.