BRASILIA.- El alcalde de San Pablo, Ricardo Nunes, se impuso este domingo con holgura ante el principal delfín del presidente Lula da Silva, Guilherme Boulos, y obtuvo su reelección en la segunda vuelta de las elecciones municipales brasileñas, jornada que ratificó al centro y la derecha como grandes vencedores.

En la principal capital de Brasil, con más de nueve millones de electores, Nunes, del Movimiento Democrático Brasileño (MDB), partido del denominado “Centrao”, obtuvo más del 59% de los votos válidos frente a un 40% de Boulos.

El alcalde de Sao Paulo y candidato a la reelección Ricardo Nunes, del Movimento Democratico Brasileiro (MDB), reacciona tras depositar su voto durante la primera vuelta de las elecciones municipales, en Sao Paulo, Brasil, el 6 de octubre de 2024.

El resultado, más allá de representar una victoria del expresidente Jair Bolsonaro, quien tuvo una actuación discreta en la campaña, significó un espaldarazo para el gobernador paulista, Tarcísio de Freitas, principal entusiasta de la campaña a la reelección de Nunes.

Esta elección dejó una lección para Brasil: el equilibrio venció a todos los extremismos. San Pablo habló y esta voz necesita ser escuchada”, declaró Nunes, victorioso, en sus primeras palabras como alcalde reelecto.

El empresario de 56 años, que llevó como compañero de fórmula a un policía militar retirado aliado de Bolsonaro, agradeció especialmente a Freitas, a quien llamó su “amigo” que le tendió la mano “en la hora más difícil”.

“Tu nombre es futuro. Cuenta con mi apoyo para cualquier construcción tuya en el futuro”, agregó Nunes.

El alcalde de la ciudad de Sao Paulo y candidato a la reelección, Ricardo Nunes, del Movimento Democrático Brasileiro (MDB), da una conferencia de prensa junto al gobernador de Sao Paulo, Tarcisio de Freitas, después de votar durante la segunda vuelta de las elecciones municipales en Sao Paulo, Brasil, el 27 de octubre de 2024.

El alcalde reelecto consiguió captar la mayor cantidad de votos de Pablo Marçal, el controvertido influencer ultraderechista que había quedado fuera de la segunda vuelta por un margen mínimo.

Tras una campaña marcada por un incremento significativo de la violencia política, la jornada transcurrió sin mayores incidentes en los centros de votación, en un clima de “tranquilidad”, según informó el Tribunal Superior Electoral (TSE).

El gobernador de San Pablo, sin embargo, fue responsable de la mayor polémica del día.

Sin pruebas, Freitas aseguró en una conferencia de prensa al mediodía, junto a Nunes, que conversaciones interceptadas por la policía mostraron al poderoso grupo criminal Primeiro Comando da Capital (PCC) orientando a sus afiliados a votar por Boulos.

El candidato a la alcaldía de Sao Paulo, Pablo Marçal, por el Partido Renovador Trabalhista Brasileiro (PRTB), saluda a sus seguidores tras depositar su voto durante la primera vuelta de las elecciones municipales en Sao Paulo, Brasil, el 6 de octubre de 2024.

Una declaración “irresponsable” y “mentirosa”, denunció el comando de campaña de Boulos, que llevó al candidato izquierdista a presentarse ante el TSE para que Freitas sea investigado junto a Nunes por “abuso de poder político” y sean inhabilitados políticamente.

El balotaje del domingo consolidó la fuerza de la centroderecha no bolsonarista en Brasil, con señales de preocupación tanto para el expresidente Bolsonaro como para el gobierno de Lula da Silva, según explicó el cientista político de la Universidad de Brasilia, Murilo Medeiros.

“La izquierda salió debilitada y la derecha, fisurada por el surgimiento de nuevos actores en el campo conservador, con gobernadores como los de San Pablo y Goiás -centro de Brasil- fortalecidos”, señaló a LA NACION Medeiros.

En San Pablo, el fenómeno Marçal arrastró en la primera vuelta a referentes del bolsonarismo detrás del influencer, dispersando los apoyos de Nunes. En Goiania, capital de Goiás, en el centro de Brasil, el candidato del actual gobernador de derecha, Ronaldo Caiado, se impuso al candidato apadrinado por Bolsonaro en la segunda vuelta.

Caiado, gobernador desde 2018 y sin posibilidad de un nuevo mandato en 2026, busca posicionarse como candidato presidencial por la derecha en 2026, ante la inhabilitación política del expresidente Bolsonaro.

“La derecha no tiene rajaduras”, se defendió el exmandatario este domingo en Goiania, adonde había llegado para respaldar a su candidato.

Sin embargo, para Medeiros, las elecciones municipales confirmaron una “pérdida de la hegemonía de la derecha” por parte del expresidente.

La jornada entregó varios reveses para Bolsonaro. Tras haber respaldado a diversos candidatos en la primera vuelta del 6 de octubre, aquellos en cuyas campañas se involucró personalmente fueron derrotados en seis capitales, entre ellas Belo Horizonte y Fortaleza.

En Belo Horizonte, la segunda capital más poblada en ir a las urnas este domingo, con 2 millones de electores, el actual alcalde Fuad Noman, del centrista Partido Social Demócrata (PSD), se impuso al bolsonarista Bruno Engler, con el 54% de los votos válidos contra 46%.

El ascenso de partidos de centro y centroderecha, que gobernarán los mayores colegios electorales, obligará tanto al gobierno de Lula como al campo conservador a recalcular sus estrategias.

La izquierda emerge de las elecciones municipales con el gobierno de apenas 10% de las ciudades con más de 200 mil habitantes.

En Fortaleza, la tercera capital más relevante con segunda vuelta, el Partido de los Trabajadores (PT) de Lula maquilló un resultado magro a nivel nacional y tres derrotas en capitales el domingo, con un triunfo importante.

En la capital más poblada del noreste brasileño, el candidato del PT, Evandro Leitao, derrotó por un margen estrecho, de menos de 1%, a André Fernandes, del bolsonarista PL. Se convirtió así en la única capital conquistada por el partido del presidente Lula.

“Lula quedará más dependiente de los partidos de centro para gobernar los próximos dos años; la fotografía de la elección va a forzar al presidente a reordenar la explanada de los Ministerios, priorizando a los partidos vencedores para mejorar su gobernabilidad”, agregó Medeiros.

“Y en el campo conservador, tanto Bolsonaro como cualquier gobernador que surja como candidato estarán obligados a buscar al centro para construir alianzas de cara a las presidenciales de 2026″, concluyó.