En estado de gracia anda Racing. Como si incluso le salieron aquellas que ni siquiera se propone, como esos dos cabezazos potreros de Facundo Mura para dar vuelta el resultado como visitante ante San Lorenzo. Con este triunfo por 2 a 1, la Academia acumula su quinta victoria en fila desde aquella histórica semifinal ante Corinthians. Y viajará a Asunción para jugar la final de la Sudamericana el próximo sábado a tres puntos de Vélez, el líder del campeonato, y con una buena ubicación en la tabla anual, donde se acomodó segundo.
El Bajo Flores era la última parada antes de partir a Paraguay, a jugar esa final internacional que espera hace 32 años. No había mejor previa para los de Costas, que otra vez remontaron un resultado (como ante el Timao, Independiente Rivadavia de Mendoza y San Lorenzo) que es un impulso anímico más para un plantel que anda con la moral por las nubes.
Durante el primer tiempo, Racing sacó a pasear toda la ansiedad y los nervios que acumula en la previa del viaje. Cuando lograba poner la pelota contra el piso pudo complicar a San Lorenzo. Pero sus futbolistas pasaron buena parte del primer tiempo protestando contra el árbitro Yael Falcón Pérez. Una muestra: en los primeros 45 minutos terminaron amonestados Santiago Quirós, Maximiliano Salas y Santiago Sosa. La segunda parte fue otra historia.
Lo mejor del partido
Costas decidió cuidar a algunos de los que serán titulares el sábado próximo ante Cruzeiro, y darle rodaje a otros. Agustín García Basso, Gabriel Rojas, Juan Nardoni, Agustín Almendra y Maravilla Martínez se sentaron en el banco. Gabriel Arias, Gastón Martirena, Marco Di Césare, Santiago Sosa y Maximiliano Salas saltaron al campo. Juan Fernando Quintro está afectado a su selección.
El entrenador, como siempre, también vivió el partido a puro nervio. Se sacaba y se ponía la campera, más allá de que la tarde en el Bajo Flores siempre se mantuvo nublada y ventosa. En la previa, los antecedentes del entrenador académico en este estadio eran preocupantes: cuatro jugados, cuatro derrotas sin siquiera convertir un gol (0-4 Clausura 1999, 0-1 Clausura 2000, 0-3 Clausura 2007 y 3-4 Apertura 2007). El inesperado gol de Facundo Mura cortó esa maldición. Y de qué manera.
El contraste parecía ser el banco de suplentes local, donde todo se manejaba con la habitual tranquilidad que genera la figura de Miguel Ángel Russo. Claro que los antecedentes inmediatos ayudaban: el Ciclón llegaba a este partido con tres partidos sin derrotas (1-0 frente Barracas Central, 1 a 1 ante Estudiantes y 1 a 0 contra Rosario Central). Sin embargo, cuando llegó el empate académico cambió el ánimo en el estadio. La bronca apareció entre los hinchas locales. Y Racing hincó el diente ahí.
Si la ley del ex es una de esas normas del fútbol que indica que un futbolista tiene muchas chances de convertirle a un equipo por el que ya pasó, al Ciclón le corría por partida triple. Gastón Gómez, Gastón Campi y Alexis Cuello son jugadores formados en la Academia, además de que Russo también tuvo un paso por la mitad celeste y blanca de Avellaneda en 2010.
La teoría se hizo carne a los 29, cuando Alexis Cuello quedó mano a mano en el balcón del área frente a su excompañero Gabriel Arias. El delantero la picó con clase y desató el festejo local. Un par minutos antes, el arquero Chila Gómez también había hecho su aporte a ley del ex. No convirtió, pero tapó una buena definición de Salas luego de la mejor jugada colectiva del partido.
Con la ventaja y un Racing más calmo luego del descanso, el partido fue otro en el segundo tiempo. Con un predominio total del equipo de Costas, que fue con temple en busca del empate. Pudo haberlo liquidado San Lorenzo cuando el reloj marcaba 53 minutos de juego, pero Nahuel Bustos buscó un toque al medio cuando el pase a la red parecía más sencillo. Y dejó con vida a la Academia.
A los 15 minutos de la segunda parte, hubo cinco cambios juntos: dos del local, tres del visitante. Casi como si empezara un partido nuevo, aún con el resultado 1 a 0 para San Lorenzo. Russo apostó por cambiar la dupla ofensiva: Bustos y Cuello salieron e ingresaron el vasco Iker Munian y el esloveno Andrés Vombergar. En una de las primeras intervenciones de Munian, perdió en mitad de cancha contra Sosa. Así como Sosa había iniciado el tanto local con una pérdida, inició el gol académico con una buena recuperación. Luego fue Facundo Mura el que le puso la cabeza casi sin querer al centro de Santiago Solari.
Una jugada casi calcada a la que le dio la victoria a Racing cuando ya el tiempo estaba cumplido. Aunque lo fue a buscar y lo mereció, la Academia remontó el resultado con dos jugadas en las que la fortuna pareció de su lado. Y con un goleador inesperado como Mura. Una muestra más del fin de año que atraviesa.