Ignacio Van Heden, del vivero homónimo y especialista en árboles y arbustos, explica que “Las palmeras son una experiencia sensorial completa: las hojas susurran con el viente, las sombras son rectas y los troncos exhiben todas sus texturas. Casi todos los jardines necesitan elementos verticales para agregar volumen y perspectiva, y la forma vertical simple de las palmeras es invaluable.”
A su vez, el experto agrega que “en el campo, cuando las palmeras se usan correctamente, con conocimiento y habilidad, se destacan como signos de puntuación dramáticos. Un solo ejemplar o un grupo de varios troncos, crea un punto focal escultórico.”
Las palmeras se propagan a partir de semillas durante la temporada cálida, y su transplante, en la mayoría, se realiza también en los meses cálidos. Es clave cuidar la yema central al moverla, para evitar que se quiebre, manteniendo la corona de hojas atadas, durante por lo menos 3 meses.
La poda de hojas basales de las palmeras, a medida que se desarrolla, favorece el crecimiento y poco a poco se empieza a lucir el tronco. Son muy variadas las distintas especies de palmeras que se adaptan a diversas zonas del país.
“Existe una palmera para cada ubicación y diseño”, afirma Ingnacio Van Heden, especialista en árboles y arbustos.
Algunas de las especies más destacadas son:
Chamaerops humilis
Resistente y rústica, a esta palmera se conoce como palmito o palmera enana. Es similar a la anterior, pero con hojas más verdosas, de 50 a 80 cm. Alcanza los 4 metros de altura como máximo, aunque habitualmente es menor. Las flores nacen entre las hojas y sus frutos son carnosos, redondos y de color verde, volviéndose rojizos y negruzcos al madurar.
quien es
Butia yatay
Se trata de una palmera que crece perfecto cerca del mar, donde alcanza hasta 12 m de altura. Sus hojas son pinadas, con hojuelas verde azuladas. Sus flores forman inflorescencias amarillas, y sus frutos son arracimados, de color anaranjado, con entre 3 y 5 cm de diámetro. Son frutos comestibles, que atraen numerosas aves.
Trachycarpus fortunei
Conocida como palmera excelsa, es la que tolera más frío, hasta -15 °C. Sus hojas palmadas, de un verde oscuro, y sus troncos peludos son muy vistosos. Su tronco alcanza los 12 m de altura, y queda recubierto por las vainas de hojas caídas (toda o la parte superior), lo que le da un aspecto “peludo”. Sus hojas palmadas tienen un limbo de 50 cm de largo por 75 cm de ancho.
Trithrinax campestris ‘Caranday’
Conocida como caranday, es una nativa rústica, que crece en suelos áridos, pedregosos y secos, resistiendo en su ambiente a temperaturas de hasta -11,5 °C bajo cero. Esta palmera conserva en su tronco restos de frondas muertas, que algo que le da un aspecto característicos. Alcanza los 6 m de altura, con hojas palmadas, de hasta 1 m de largo. Sus flores son muy ramificadas.
Washingtonia filifera
Marítima, se conoce también como palmera californiana. Majestuosa en cualquier paisaje, es muy elegida para jardines y espacios exteriores por su presencia. Se alza majestuosamente, alcanzando alturas notables. Sus hojas son frondosas, en forma de abanico, con un vibrante color verde. Crean una apariencia exuberante y atractiva. Son resistentes y adaptables, y prosperan en suelos y climas diversos. Requiere cuidados mínimos.
Phoenix reclinata
Especie con múltiples troncos, aparece no muy lejos de la costa, siempre junto a cursos de agua o humedales. Poco exigente en la calidad de los suelos, si no le falta agua crece rápidamente. Apta tierra y maceta, esta palmera tolera sol sin quemar sus hojas. También se puede lucir en el interior, en un lugar iluminado. Sus hojas son pinnadas y recurvadas, creciendo de 2,5 hasta 4,5 m de longitud y 0,75 m de ancho. El color de la hoja es brillante hasta el verde intenso.
Rosytoea regia
Es otra palmera real o imperial, de climas subtropicales, ideal para plantar en grupos o avenidas. Esta palma tiene altura y elegancia, además de ser de fácil cultivo. Por eso ha sido usada como una de las ornamentales más comunes en el mundo. Es también simbólica de los campos de Cuba, donde es conocida como el árbol nacional. Puede llegar entre los 25 y 40 m de altura. Su tronco es liso, de color grisáceo, con una columna elegante, que engruesa a media altura, para luego volver a adelgazar. Su tronco alcanza de 50 a 60 cm de altura. El fruto es una baya violeta, que contiene una semilla.
Syagrus romanzoffiana
Palmera conocida como pimbó, prefiere suelos drenados y ricos en nutrientes. Es muy versátil en cuanto a su uso y tolerancia al frío. En general es una de las palmeras de más rápido crecimiento. Alcanza los 25 metros de altura, con hasta 60 cm de diámetro basal. Tiene hojas plamas alternas, de color grisáseo. Con distintas filas insertadas, logra un aspecto plumoso. Su fruta es verde y luego naranja o amarilla al madurar, ibrosa y con una única semilla color pardo. Se usa para alimentar ganado.
Archontophoenix alexandrae
Palmera real o imperial, es de clima subtropical e ideal para plantar en grupos o avenidas. Su tronco esbelto y anillado la vuelve una de las más bellas. Alcanza hasta los 30 metros de alto y unos 20 cm de diámetro, siendo la base más gruesa. Sus hojas en penacho al final del tronco, ligeramente arqueadas, cuentan flores en grupos. Crece en climas variados, del tropical al templado frío. Es excelente como palmera de interior, siempre y cuando reciba luz brillante.
Phoenix canariensis
De las palmeras exóticas, es una de las más esbeltas. Para usar como ejemplar aislado o en avenidas, con reminiscencia a pueblo o parque de principios del siglo pasado. Su belleza y facilidad de adaptación -además de su resistencia al frío- la vuelven una de las más usadas en jardinería. Especie protegida en Canarias y símbolo del archipiélago, alcanza gran tamaño y su tronco es grueso y coriáceo, con hojas densas que forman penachos palmeados. Las flores se disponen en densos racimos anaranjados.