POSADAS, Misiones.- La venta de yerba mate, uno de los productos de consumo masivo más populares de la Argentina, registró en los primeros diez meses del año una de las mayores caídas de la historia. En enero-octubre la baja superó el 9%, algo inusual. Hoy un kilo de una marca líder se consigue por 3000 pesos, el mismo precio que a comienzos de año.

La crisis que castigó al consumo, combinada con el sobrestoqueo que realizaron familias, mayoristas y supermercados en los últimos meses del gobierno anterior, buscando soltar los “pesos” y cubrirse de una devaluación y posible hiperinflación, derivó en ventas bajísimas en 2024. “Es un año muy malo, nunca vi nada igual, los consumidores compran solamente cuando hay ofertas, que son fundamentales para empujar las ventas”, señaló el gerente de una yerbatera “top 10″.

Además de la fuerte caída en las ventas, los marcas tuvieron que salir a bajar los precios agresivamente y ofrecer fuertes descuentos. Hoy un paquete de una marca líder como Taragüí se puede conseguir a 3000 pesos el kilo en algunas cadenas, es prácticamente lo mismo que salía en enero. Lo mismo sucede con marcas como Amanda, Rosamonte o Playadito. Y todo esto pasa con un producto que está atravesando un auge de notoriedad nunca antes visto, según expertos en marketing del sector. Tomar mate cuenta hoy con influencers de la talla de Messi, Colapinto, el Papa Francisco, muchos actores de Hollywood o incluso jugadores ingleses, españoles o franceses.

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El Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) reveló la caída hasta el momento en los despachos a salida de molino, con 215,8 millones de kilos en los primeros diez meses del año. Se trata de una retracción de 9% respecto a los 237 millones de kilos colocados en el mismo período del año anterior. En su gran mayoría, el 65%, estas ventas se realizaron en paquetes de 500 gramos, el formato más popular. La diferencia es muy grande para una industria que siempre se consideró madura, tanto para crecer como para cualquier caída interanual, que siempre rondaba el 2 o 3%.

Sin embargo, en la industria yerbatera se vive este cimbronazo como parte de un ajuste o sinceramiento que tarde o temprano se tenía que dar en el negocio. A pesar de las menores ventas, los empresarios yerbateros celebran la desregulación del mercado y el fin de los controles de precios.

“Que vos tengas que gestionar una empresa es un tema complejo, tenés que tener relaciones con proveedores, personal, clientes. Ahora, tener un gobierno en contra es jodido. En libertad de mercado, gana el mejor”, señaló otro gerente con más de dos décadas de experiencia que atravesó toda la etapa kirchnerista. “Esta situación que se vive hoy fue generada por decisiones que se tomaron mucho tiempo atrás”, dijo el ejecutivo.

Para este experto, la caída en las ventas equivale a lo que los consumidores se llevaban en 30 días de las góndolas y eso era lo que había de sobrestoqueo en la época de Sergio Massa, previa a la llegada de Javier Milei. Según datos de ventas en góndola -que no son iguales a los despachos a salida de molino que informa el INYM y que representan lo que las industrias envían a sus canales de distribución- las ventas de yerba cayeron 7,3% en lo que va del año. Pero, además, la merma fue fuertísima en el primer semestre, con un 12,7%, pero fue mejorando en el segundo semestre, con un 2,7% de suba en julio-agosto-septiembre y octubre comparada con el mismo período del año anterior.

Mejoras en los últimos meses

Según Gustavo Redondo, gerente comercial de CBSé, el “sell out mejora desde julio, quizás no para todas las marcas, pero sí para las más grandes; al más chico le pegó más”. Redondo no es el único que ve una diferencia entre cómo les fue en el año a las yerbateras más grandes y el resto.

Se viene un negocio yerbatero donde las empresas tendrán que pelear por ganarse el favor del consumidor con mejor calidad del producto, mejor packaging y buenos precios

Según los datos del mercado a los que accedió LA NACION, las dos firmas correntinas y líderes del mercado, Las Marías y Playadito, prácticamente sostuvieron su nivel de ventas respecto al 2023, una performance que en este año se considera muy buena. Fueron las yerbateras del segundo y tercer pelotón las que cargaron con el peso del ajuste en las menores ventas.

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Las dos líderes correntinas representan aproximadamente el 35% del mercado interno. Las que le siguen son La Cachuera (Amanda), Molinos Río de la Plata (Nobleza Gaucha y Cruz de Malta), las cordobesas CBSé y Verdeflor; Rosamonte, La Tranquera (Llorente), Piporé y Cooperativa de Montecarlo (Aguantadora), y explican aproximadamente el 40%. El resto de las industrias yerbateras, se calcula que hay unas 100 en actividad, se reparten el restante 25% del mercado, con una fuerte concentración en las 20 industrias que le siguen a las líderes.

Según los ejecutivos del negocio yerbatero, la llegada de Milei implicó una nueva normalidad en un sector que estuvo signado por las regulaciones y los controles, donde muchas veces era más negocio no abastecer ni vender con todo y especular con las subidas de precios.

Se viene un negocio yerbatero donde las empresas tendrán que pelear por ganarse el favor del consumidor con mejor calidad del producto, mejor packaging y buenos precios. “Más allá de que sea un año de bajas ventas, ojalá que no se vuelva atrás”, resumió el ejecutivo de una firma líder.