MAR DEL PLATA.- Arturo Rojas asomó en los medios nacionales hace apenas un par de semanas y no por medidas de su gestión de gobierno como intendente de Necochea. Desde su pagos, con capturas de pantalla, lo expusieron desde redes sociales cuando estaba en las tribunas del circuito de Interlagos, en Brasil, para presenciar el Gran Premio de Fórmula 1 donde el principal atractivo era la participación del piloto argentino Franco Colapinto.

Los peor intencionados intentaron jugar con la compañía femenina que tenía en esas gradas, donde las cámaras de televisión lo captaron en un breve paneo. La incógnita se acabó pronto cuando, conocedor ya de la trascendencia de su presencia fuera del país, usó su propia cuenta en redes para dejar las cosas en claro. “Fin de semana con mi hija Maitena viendo la Fórmula 1. Amor eterno y felicidad total”, publicó junto a una selfie, con ambos sonrientes.

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Luego vendrían aclaraciones sobre si correspondía o no avisar que abandonaba el país sin oficializarlo en su estructura de gobierno y si correspondía o no, como trascendió, una posible destitución. Todo quedó en anécdota. Lo inesperado es esta reaparición en escena a partir de la ordenanza que se aprobó ayer y autoriza a su administración a cobrar una nueva tasa que impacta de manera sobre el sector agropecuario que opera con el puerto de Quequén. Locales y de la zona, el conjunto de productores y sus instituciones lo repudian.

En concreto, en el Concejo Deliberante se aprobó una “tasa solidaria” para el mantenimiento de la red vial urbana municipal que, según la agroexportación, representará el pago de unos $16.000 millones por el gravamen al movimiento de camiones sobre el puerto de Quequén. Por ese puerto se exportan unos 7 millones de toneladas de granos por año, además de que llega la importación de fertilizantes. La ordenanza, promovida por Unión por la Patria (PJ) fue tratada ayer y consiste que se debe pagar la tasa portuaria por un valor de 1/2 litro de gasoil grado 3. En el municipio desmintieron el dato de la recaudación por la tasa estimada por la agroexportación, pero no precisaron un número.

Ascenso

Rojas es intendente de Necochea desde 2019. Su incursión en la política llegó bajo el reparo de Gerónimo “Momo” Venegas, un histórico dirigente de la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (Uatre) que ganó protagonismo en los círculos altos del gremialismo y, desde allí, la política. El sindicalista tomó distancia de Hugo Moyano y compañía, con quien había compartido conducción de la Confederación General del Trabajo (CGT) y a mediados de la década pasada se alejó de las filas tradicionales para arrimarse al macrismo. Lo hizo desde el partido FE, que fundó y en el que abrigó a Rojas.

Arturo Rojas es intendente de Necochea desde 2019

Desde esa alianza llegó al Concejo Deliberante, donde ocupó una banca a partir de 2015 en representación de Cambiemos. Después de muchas tensiones entre Venegas y la gobernación que conducía María Eugenia Vidal, apenas unos meses después que se lo nombrara a Rojas como presidente del Consorcio Portuario Regional de Quequén, la principal terminal cerealera de la región.

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Desde esa gestión se posicionó en busca del siguiente objetivo: gobernar el municipio. Lo consiguió en 2019, como cabeza de lista local de Juntos por el Cambio, con amplia ventaja sobre Facundo López, el hombre del justicialismo que iba por su reelección. Cuando pasó poco más de un año en el poder, con la alianza del PRO y radicalismo debilitada, dio un paso al costado y presentó Nueva Necochea, una fuerza vecinal que fundó con 1500 afiliados. Con ese sello llevó lista a las elecciones de medio término y, en diciembre pasado, logró su reelección con casi 50% de los votos.

Arturo Rojas con Axel Kicillof en la firma de un convenio

Desde ese lugar ha hecho valer su cintura política y en los últimos tiempos ha exhibido su buen nivel de diálogo –sus opositores hablan de mayor cercanía- con el gobernador Axel Kicillof. Este cruce con los productores rurales de su distrito y la región no es nuevo. Este tira y afloje data de comienzos de este año, cuando intentó aumentar una tasa vial rural. Y ahora explotó con el Fondo Compensador Solidario Vial (Focovi), que las sociedades rurales de gran parte de la provincia de Buenos Aires repudiaron en conjunto.