Después del anuncio del ministro de Economía, Luis Caputo, sobre la reducción de las retenciones al campo de manera “temporal”, el sector pesquero, expresó su profunda preocupación ante la exclusión de esta industria del régimen que entrará en vigor a partir del lunes próximo hasta el 30 de junio. Según las cámaras que agrupan a las empresas de esta actividad, esta decisión agudiza una “situación de quebranto inminente”, que atraviesan derivada de la caída de los precios internacionales, altos costos operativos y una excesiva carga tributaria que incluye derechos de extracción incrementados recientemente.
Claves de la baja de retenciones: el costo fiscal, el impacto en los precios y la mejora para las economías regionales
Esta combinación, según manifestaron, amenaza la continuidad de importantes pesquerías y pone en riesgo el aporte socioeconómico de un sector clave dentro del complejo exportador agroindustrial. En ese sentido, la Cámara de Armadores de Pesqueros y Congeladores de la Argentina (CAPeCA) y la Cámara Argentina Patagónica de Industrias Pesqueras (Capip) señalaron que con más de 150 años de historia, la “industria pesquera argentina es fundamental para el desarrollo económico regional”, generando 46.000 empleos directos, exportaciones anuales por US$1981 millones y siendo el principal motor económico de provincias marítimas.
Las cámaras destacaron que su exclusión de las recientes medidas fiscales no solo afecta la sostenibilidad económica del sector, sino también el impacto ambiental y la biodiversidad marina, por lo que exigen al Gobierno “reconsiderar su decisión para garantizar la estabilidad de esta actividad estratégica”. En ese sentido, mencionaron que la decisión de excluir al sector pesquero de la reducción de retenciones anunciada pone en riesgo un sistema productivo que no solo aporta divisas, sino que también es motor de desarrollo regional, generando miles de empleos directos e indirectos en actividades complementarias como la construcción y mantenimiento de embarcaciones, la logística y la producción de insumos.
Por estas razones, las cámaras solicitan al Poder Ejecutivo su inmediata inclusión en el régimen de reducción de retenciones, a fin de evitar el impacto negativo que esta decisión podría tener sobre la sostenibilidad económica, social y ambiental de la industria.
“Se pone en peligro el trabajo realizado para garantizar la sostenibilidad medioambiental de la actividad, que es clave para proteger la biodiversidad marina y los servicios ecosistémicos esenciales”, precisaron. Según aclaró Eduardo Boiero, presidente de CAPeCA, a LA NACION, están pidiendo que los incluyan dentro de las Economías Regionales, que son alcanzados por la quita del 20% de las retenciones.
Boiero añadió que, en general, las ventas se hacen con un anticipo previo a la carga para asegurar el stock y venta, y luego el saldo se paga a los por días, según se negocie. Por ejemplo, en la industria pesquera es muy común pagar el 30% de la carga anticipada, pero el saldo contra los documentos originales de embarque y esto se da a los 20 días próximos de la carga, pero los clientes luego juegan con los plazos de transporte y, en general, terminan pagando unos días antes de que el contenedor arribe. “En general, desde la Argentina los tiempos de tránsito son de 30 a 60 días según el destino. Con lo cual hablar de 15 días es muy irreal”, precisó el empresario.
Además de retenciones, hoy el sector pesquero está gravado con el DUE (Derechos Únicos de Extracción). A finales del año pasado, el sector pesquero alertó sobre la suba de los DUE que entraron en vigencia a partir de 1° de enero del corriente: se estableció que la suma de lo que se va a recaudar equivaldrá al 3% de lo que se va a exportar y no sobre la captura realizada. Según advirtieron, con estos nuevos valores que se suman a las retenciones que paga la actividad se genera un impacto negativo y pérdida de competitividad frente al resto de los países. Los empresarios mencionaron que la combinación de altos costos y excesiva carga tributaria pone en riesgo la continuidad de pesquerías muy importantes, que ya presentan situación de quebranto.
La industria pesquera nacional por año procesa 793.000 toneladas de productos, genera más de 46.000 empleos directos, con salarios entre los más altos de la economía nacional, y exporta a más de 100 mercados internacionales, con un ingreso promedio de 1980 millones de dólares en divisas.
En ese sentido, señalaron que el sector constituye la principal economía regional del país, siendo esencial para las provincias del litoral marítimo, Buenos Aires, Río Negro, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego. Además, la pesca representa el octavo complejo productivo del país, con productos como langostinos, calamar y merluza que representan el 80% de las exportaciones del sector.