Tras los anuncios del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sobre la implementación de aranceles a las importaciones que impactarán en el rubro de alimentos -para Canadá y México en pausa por un mes-, se conoció un informe que da cuenta de las primeras reacciones del sector pesquero de ese país a las medidas anunciadas por el mandatario. Ese país importa casi el 80% de los productos del mar que consume.

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Las diferentes organizaciones y empresas de productos de mar de Estados Unidos, se han pronunciado sobre los posibles alcances de la segunda administración Trump. En noviembre pasado, representantes de la empresa PanaPesca USA, felicitaron al presidente electo Trump, diciendo: “Al igual que los productos del mar que orgullosamente llevamos a las mesas de todo Estados Unidos, creemos en la integridad, la transparencia y la honestidad en cada paso de nuestro camino. Brindamos por un futuro construido sobre principios compartidos y un compromiso con la excelencia. Juntos, hagamos que los productos del mar y Estados Unidos sean grandiosos”.

Según el último informe de Adpa, algunas empresas también se han mostrado entusiasmadas dado que Trump podría tener una política más flexible respecto de la pesca en áreas protegidas como lo hizo en su primera presidencia; podría tomar medidas contra la expansión de la energía eólica marina o reducir las regulaciones que afectan al sector, que muchos consideran demasiado onerosas.

El presidente estadounidense Donald Trump en la Oficina Oval en la Casa Blanca en Washington el 3 de febrero del 2025. (AP foto/Evan Vucci)

Además, resaltan que si Trump sigue adelante con su plan de imponer un impuesto del 25% a todos los productos que ingresen al país desde Canadá el sector podría verse muy afectado. Esto lo dijo recientemente en una entrevista, John Sackton, fundador de Seafood News. Hay que considerar que Canadá es el mayor mercado de productos del mar para los EE.UU., tanto para importaciones como para exportaciones.

Resaltan que la pérdida de Canadá — un comprador especialmente importante de langosta norteamericano — como mercado para los productos del sector podría provocar un desplome de los precios para los pescadores, dijo en esa ocasión Sackton. Otra de las empresas que se ha expresado al respecto es Channel Fish Processing, reconociendo que están “siguiendo de cerca las discusiones arancelarias de la nueva administración presidencial, dado que podrían afectar significativamente el negocio, especialmente para especies clave como el bacalao y el eglefino que ya enfrentan un suministro global limitado debido a las reducciones de la captura total permitida y cuestiones geopolíticas”.

Javier Milei señaló que estaría dispuesto a sacar al país del Mercosur, si es necesario para concluir un acuerdo de libre comercio con EE.UU.

Por otra parte, Trump retiró a EE.UU. del Acuerdo de París por segunda vez, después de haberlo hecho en 2017 durante su primer mandato. Así, el país norteamericano queda junto a Irán, Irak, Libia y Yemen como los únicos países fuera del Acuerdo. Además, Trump emitió una orden ejecutiva para retirar a EE.UU. de la Organización Mundial de la Salud (OMS), justificando la medida en la gestión de la pandemia de Covid-19 y la influencia política de ciertos países miembros.

Una decisión similar tomó el presidente Javier Milei, cuando en una entrevista en el marco del último encuentro en Davos, señaló que estaría dispuesto a sacar al país del Mercosur, si es necesario para concluir un acuerdo de libre comercio con EE.UU. La salida del bloque podría implicar perder la posibilidad de ser parte de los Acuerdos de Libre Comercio firmados por Mercosur, entre los que se encontrará próximamente el acuerdo recientemente anunciado con la Unión Europea y cuyo cierre fue anunciado el pasado 6 de diciembre, en Montevideo, después de 25 años de negociaciones. Ese Acuerdo incluye importante rebajas arancelarias para los principales productos del sector que ingresen a Europa. Por otra parte, quedaría sin efecto la libre circulación intrazona vigente con los países del bloque, que permite exportar libre de aranceles cualquier producto hacia el resto de los socios mientras que terceros países deben pagar la alícuota del Arancel Externo Común (AEC) vigente para cada producto.