Para el campo, la semana que pasó fue notoriamente de contrastes. Empezó con la presentación de los concursos de acreedores de Los Grobo Agropecuaria, su controlada Agrofina, más los casos de Surcos y la icónica láctea SanCor. Ese día, el primer día hábil tras la feria judicial de enero, se asemejó a una suerte de día negro para el sector. Si bien esas empresas venían, cada una con sus problemas, el recurso de todas ellas por el concurso de acreedores causó temblor. ¿Qué pasa? ¿Habrá más casos? Esas preguntas, entre otras, fueron las que inmediatamente muchos se formularon.

Impacto: la baja de las retenciones impulsó más ventas de granos con mejores precios

Luego vino el miércoles y, rápidamente, la sensación viró, aunque en esta oportunidad más directamente para el sentir de los productores. Esos productores, que venían agobiados por el impacto de la sequía, ya en muchos casos con pérdidas irreversibles, vieron una suerte de alivio cuando, al menos sobre amplias zonas de la región pampeana, ese día se produjeron abundantes precipitaciones. “Es tarde”, dijeron los más pesimistas. “Otra vez en carrera”, expresaron quienes, pese al descuento productivo, observaron otra cosa: que el clima, cuando se esperaban lluvias muy aisladas, jugó con una sorpresa de buenas precipitaciones que permiten, en medio del mal escenario que se venía, al menos conservar las chances de una producción relativamente aceptable a nivel general.

“Cambia la historia”, “gran día para la región pampeana”, fueron otras de las expresiones escuchadas tras el paso de la tormenta. Anteayer, en tanto, se dio la reunión de la Mesa de Enlace con el ministro de Economía, Luis Caputo, anunciada antes que el funcionario decidiera acelerar la reducción de las retenciones a los granos y su eliminación para las economías regionales que aún tributaban esa carga. El encuentro sirvió, más allá de este tema, justamente para que se de el ejercicio de algo que debería ser habitual: la búsqueda de objetivos en conjunto justamente entre los máximos representantes gremiales del sector y, por su parte, el principal responsable de la política económica oficial.

En este cuadro, hoy resulta interesante posar la mirada sobre lo que vino sucediendo, y de algún modo afectando, el negocio tanto de los productores como de las empresas de insumos que, como se mencionó, tiene su momento crítico con las empresas en concurso.

En la semana hubo buenas lluvias

“Los productores que esperaban un peso subvaluado, léase dólar alto, se encontraron con una moneda sobrevaluada, costos locales elevados medidos en dólares oficiales, precios internacionales de granos a la baja, tasa de interés bancarias muy positivas y encima problemas climáticos”, ilustraba estos días un reconocido experto del mercado de insumos.

Agregaba que con las condiciones actuales donde un 70% de la producción se realiza en campo alquilado “no cierra” la ecuación. Y destacaba un dato: en cada hectárea arrendada, hoy con números en rojo, hay tres actores que pujan por vivir de ella: el Estado, que entre otros impuestos va por las retenciones, el dueño del campo y el inquilino que apuesta todo a riesgo.

“Malestar enorme”: revuelo en Córdoba por la suba de un impuesto al campo

¿Y por el lado de las empresas de insumos? Según ese experto, como foto general el negocio de insumos “sufre a nivel global de una capacidad ociosa generada por la proliferación de fábricas chinas que ellas solas más que triplican la demanda global deprimiendo precios y márgenes”. En ese contexto, con foco en cumplir objetivos, las multinacionales, observó, buscan llenar el canal de distribución con productos que no necesitan y solo se van a vender más adelante, lo cual presiona más.

Mientras tanto, lo que pasó con empresas locales de insumos que terminaron en concurso es revelador de un cambio de época en el país. Algunos lo simplifican así: cuando todavía con el gobierno anterior salían a buscar plata en el mercado, quienes pedían, para graficar, 100 pesos en dólares con una ON, del otro lado recibían como oferta $150. “Sobraba esa plata”, señaló una fuente del sector. Así, algunas se pasaron de financiamiento. En rigor, no solo que se daba eso sino que, además, se iban dando renovaciones de compromisos sin mayores trastornos.

En la semana los integrantes de la Mesa de Enlace fueron recibidos por el ministro Luis Caputo y el equipo económico

Había, del lado del inversor que ponía el dinero, una expectativa de devaluación que, al terminar de convencerse en noviembre último que Javier Milei no devaluará, se llevó su dinero. Y firmas como Surcos que fueron a renovar por el 100% se encontraron solo con el 30%. Hay, más allá de lo pasado, una esperanza que ven: pese al cimbronazo, el canal de distribución y los productores no quedaron golpeados por este tema y eso permitirá seguir operando.