En las últimas horas se vinieron registrando lluvias en el norte de Buenos Aires, el sur de Santa Fe y en algunas zonas de Entre Ríos. En esta oportunidad, las precipitaciones fueron más localizadas y con menores acumulados en comparación con la semana pasada, cuando se registraron entre 60 y 120 milímetros en varias localidades. A pesar de esto, los especialistas coincidieron en que cualquier aporte de agua resulta positivo luego de un enero con lluvias deficitarias: ese mes el 70% de la región agrícola núcleo recibió apenas entre el 30% y el 40% de la media mensual de precipitaciones, según había señalado la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
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En diálogo con LA NACION, el climatólogo Germán Heinzenknecht explicó: “Hasta el momento, las lluvias alcanzaron el norte de Buenos Aires, una zona que ya se había beneficiado a principios de febrero. No son precipitaciones muy importantes, pero consolidan una mejora”. En este sentido, detalló que las localidades de Junín, Pergamino, Venado Tuerto, el norte de La Pampa, casi toda la franja norte de Buenos Aires y una parte del sudeste de Entre Ríos ya acumulan al menos 100 milímetros en lo que va del mes.
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“A pesar del atraso que dejó enero, es un número interesante. Brinda cierta protección, aunque no es suficiente. Aún falta mucha lluvia, que debería llegar a partir del viernes”, señaló Heinzenknecht. Sin embargo, advirtió que los maíces tempranos ya venían muy afectados y no lograron recuperarse, debido a la sequía registrada entre fines de diciembre y mediados de enero que impactó de manera crítica en el llenado de granos.
Desde el Departamento de Estimaciones Agrícolas de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires coincidieron en que, “tras un enero marcado por escasas precipitaciones y temperaturas elevadas, las lluvias llegaron a principios de febrero a la región central del área agrícola”. También resaltaron que los registros superaron los 100 milímetros en el noroeste de Buenos Aires, el centro y sur de Córdoba, el centro y sur de Santa Fe, La Pampa y el sur de Entre Ríos.
No obstante, alertaron que la sequía de enero dejó daños en los cultivos, afectando principalmente a los maíces tempranos y a las sojas de primera y segunda. En distritos como Pergamino, Rojas y Chacabuco la falta de agua interrumpió el ciclo del maíz temprano, impidiendo un correcto llenado de granos. En el caso de la soja de segunda, el déficit hídrico perjudicó la emergencia de las plantas, provocando nacimientos desparejos y reduciendo su potencial de rendimiento.
En un informe, la Bolsa de Cereales porteña ratificó los recortes que había realizado en sus proyecciones tres semanas atrás, cuando redujo la estimación de producción de soja y maíz en un millón de toneladas. Así, la oleaginosa quedó proyectada en 49,6 millones de toneladas y el cereal en 49 millones de toneladas. Además, la entidad informó que un 32% de los cultivos de soja se encuentra en estado regular a malo, mientras que en el caso del maíz el porcentaje alcanza el 26%.
Por su parte, Cristian Russo, de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), señaló que “la inestabilidad continuará por al menos 24 horas más” y que “entre el viernes y el sábado llegará otro frente, lo que podría traer más lluvias”.
Sin embargo, advirtió que “sigue faltando humedad en los suelos, algo que todavía no se está viendo en los pronósticos”. En su último informe, la entidad destacó que las lluvias de comienzos de febrero mejoraron la condición de la soja de primera, reduciendo los lotes en estado regular o malo del 50% al 30%. Los buenos y muy buenos pasaron al 45% y 20%, respectivamente, y los excelentes se mantienen en un 5%. En el caso de la soja de segunda, que fue la más afectada por la falta de agua en la región núcleo, el 61% de las hectáreas sembradas sigue en condiciones regulares a malas, mientras que el 27% está en buen estado y solo un 12% se encuentra entre muy bueno y excelente.
Russo también manifestó preocupación por la situación en el centro-norte de Córdoba, el centro-norte de Santa Fe y el norte del país, donde las condiciones siguen siendo críticas. “Chaco enfrenta un escenario muy complicado. Si no llueve en los próximos diez días, la crisis será grave”, alertó.
En la misma línea, la Oficina de Riesgo Agropecuario (ORA) de la Secretaría de Agricultura informó que “en el NEA, el norte de Santa Fe y Entre Ríos las lluvias no alcanzaron a satisfacer la alta demanda hídrica y persisten los desecamientos”. Además, se mantienen condiciones de sequía en Entre Ríos, mientras que el área con déficit hídrico se expande en Formosa, Chaco, Corrientes y Santa Fe. En el sudoeste de Buenos Aires y el sudeste de La Pampa, la situación sigue siendo crítica, con reservas escasas en los lotes de soja.
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En este contexto, hoy el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), ajustó la producción argentina de soja de 52 a 49 millones de toneladas y la de maíz de 51 a 50 millones de toneladas.
“El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos publicó hoy su informe mensual con las estimaciones sobre oferta y demanda mundial de granos. Sin datos capaces de alterar el estado actual del mercado, muy influenciado por el “factor político” en cuanto a una guerra arancelaria en ciernes, como era de esperar con Donald Trump otra vez en la Casa Blanca, de las cifras ofrecidas por el USDA se destacan los ajustes hechos sobre la expectativa de cosecha argentina de soja –de 52 a 49 millones de toneladas– y de maíz –de 51 a 50 millones–, que estuvieron dentro de los cálculos de los operadores, y los recortes en la demanda china de maíz –de 13 a 10 millones– y de trigo –de 10,50 a 8 millones–. En tanto que el ajuste en la previsión de las exportaciones rusas de trigo –de 46 a 45,50 millones– fue menor a las previsiones de los privados», señaló la corredora Granar en un reporte. Agregó: “En adelante, el mercado seguirá operando en función de la guerra arancelaria y de las condiciones ambientales para los cultivos sudamericanos”.