Un nuevo acto de violencia sacudió a Colombia en las últimas horas, cuando un vehículo del Ejército Nacional fue blanco de un ataque con un artefacto explosivo en la vía que conecta Saravena (Arauca) con Cubará (Boyacá).
Según informó RCN Radio, el ataque ocurrió mientras los uniformados inspeccionaban un objeto sospechoso colocado junto a una bandera alusiva al Ejército de Liberación Nacional (ELN).
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Hasta el momento, no se han reportado militares heridos, aunque se espera un informe oficial que detalle las consecuencias del incidente.
De acuerdo con los reportes iniciales, el ataque se produjo en una región conocida por su compleja situación de orden público, donde grupos armados ilegales como el ELN tienen una fuerte presencia.
El vehículo militar estaba realizando labores de verificación en la carretera cuando se encontró con un elemento sospechoso, que resultó ser un explosivo. Junto a este, se hallaba una bandera que hacía referencia al grupo guerrillero, lo que refuerza las sospechas sobre la autoría del ataque.
Extorsiones y campañas de desprestigio contra las autoridades
Un documento reservado de las Fuerzas Militares revela una preocupante estrategia del ELN en Arauca. El grupo armado estaría implementando nuevas tácticas de extorsión dirigidas a comerciantes, ganaderos, comunidades indígenas y empresas petroleras, exacerbando la crisis de seguridad en la región, según información de El Tiempo.
Según el informe, el frente Domingo Laín Sáenz del ELN ha incrementado los hurtos en Saravena, Fortul y Tame, afectando supermercados, tiendas de barrio y locales de repuestos de automóviles. Aunque estos delitos podrían parecer obra de delincuentes comunes, las autoridades han identificado que forman parte de una estrategia para sembrar inseguridad y luego exigir pagos extorsivos a cambio de “protección”.
El ELN busca aprovechar el descontento de los comerciantes, quienes enfrentan cuotas extorsivas cada vez más altas que reducen significativamente sus márgenes de ganancia. Además, estarían promoviendo rumores sobre la llegada de disidencias de las Farc para justificar su presencia y fortalecer su control territorial.
En paralelo, adelantan una campaña para debilitar la confianza en las autoridades locales, resaltando su supuesta incapacidad para garantizar la seguridad.
El informe también advierte que el ELN estaría utilizando menores de edad para actividades ilícitas y forzando a comunidades indígenas a bloquear vías estratégicas. Estas acciones afectan gravemente el transporte de bienes esenciales como ganado y combustibles, generando un impacto económico significativo.
Violencia en las vías y clamor del gremio transportador
El recrudecimiento de la violencia también ha afectado a los transportadores. Múltiples gremios solicitaron una reunión urgente con el ministro de Defensa, Pedro Sánchez, alertando sobre la quema de vehículos y asesinatos de conductores. En un comunicado, señalaron la gravedad de la situación:
“Nos dirigimos a usted con la máxima urgencia en representación de los transportadores de Colombia, quienes han sido víctimas de una ola de violencia sin precedentes en los últimos años. Durante este tiempo, decenas de transportadores han perdido vilmente la vida en nuestras carreteras y vías como víctimas permanentes del conflicto armado”.
Los transportadores reclaman medidas inmediatas para garantizar su seguridad, entre ellas la activación de la póliza de terrorismo y la destinación prioritaria de recursos.
“Es el momento de recuperar la seguridad en nuestro país con medidas inmediatas y efectivas, tales como la activación de la póliza del terrorismo, ante circunstancias reiteradas y sistemáticas como los paros armados, bloqueos y acciones directas de grupos armados”.
Además, solicitan una mayor inversión en recursos destinados a la protección en las vías:
“Solicitamos la asignación prioritaria de recursos, como el Fondo de Seguridad Vial (Fosevi), para proteger a los transportadores, quienes a diario arriesgan sus vidas en las carreteras del país”.
La situación en Arauca refleja un contexto de violencia persistente, con el ELN intensificando sus actividades y tejiendo alianzas con bandas delincuenciales locales. Las autoridades continúan investigando el atentado contra el vehículo militar, mientras los habitantes de la región claman por acciones concretas que devuelvan la tranquilidad a sus territorios.