El viernes por la noche, en calles todavía empapadas por la rutina de Moreno, el sonido de una ambulancia cortó la tranquilidad: Thiago Medina, ex participante de Gran Hermano, sufrió un accidente de moto que cambió de repente su vida y estremeció a quienes lo conocieron a través de la pantalla. Hoy, a sus 22 años, permanece internado en la Unidad de Terapia Intensiva del Hospital Mariano y Luciano de la Vega, bajo pronóstico reservado. A su alrededor, la vigilia es constante: seres queridos, médicos y un círculo de apoyo que no baja los brazos.

La noticia, que retumba con fuerza en redes y medios, se actualizó esta mañana con el parte oficial del Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires. El comunicado reza: “El paciente Thiago Medina permanece internado en la Unidad de Terapia Intensiva de nuestro hospital, bajo control clínico y seguimiento del servicio de cirugía torácica y los médicos de la unidad de Terapia Intensiva. Presentó un registro de fiebre, por lo que se le tomaron cultivos y se rotó el esquema antibiótico. No hubieron cambios respecto de los otros aspectos de cuidado».

En medio de la incertidumbre, Camila Deniz, hermana de Thiago, habló sobre la situación que atraviesan en diálogo con Georgina Barbarossa: “Está estable. Sinceramente, vamos a ver, el parte dijo que tuvo unas líneas de fiebre… me tomo el atrevimiento de agradecer también al hospital que está atendiendo a Thiago, a los médicos y a todo el equipo que está trabajando hoy con mi hermano y que yo sé que va a salir todo bien”. La esperanza se mezcla con un cansancio que se lee en su voz. Hay algo más, un gesto silencioso: Camila y muchos otros llegaron hasta el hospital para donar sangre. Porque en estos días, cada pequeño acto, cada solidaridad anónima, suma.

Conocida como Camilota, la hermana de Thiago Medina siempre dstacó la buena relación entre ambos

“También quiero agradecer a toda la gente que se está acercando y se está tomando un tiempo, a la gente que me está colaborando con lo poquito, mucho. Sinceramente no me da vergüenza, para nada”, añadió Camila, dejando asomar el agradecimiento de tantos que caminan los pasillos en busca de una sonrisa o una palabra de aliento. Familia, amigos, hermanos… todos le esperan. Y si algo repiten es esto: Thiago se ganó el corazón de todos, por el buen pibe que es y la humildad que tiene y nunca se metió con nadie.

La fe sostiene a quienes duermen poco. “Tengo más fortaleza que ayer. Creo que ayer me desahogué y yo, como digo, creo mucho en Dios, creo mucho en todo y sé que la gente está orando, está haciendo su oración. Lo que estamos pidiendo es cadena de oración”, expresó.

Pero el miedo también habita en los pasillos: Camila reveló, entre lágrimas, que no pudo entrar a ver a su hermano. “No sé si tengo el coraje en volver a verlo. Y mi hermana Brisa me dice ‘vos te tenés que animar’. Yo sé que al verlo ahí se me pasan un montón de cosas por la cabeza. Desde la semana pasada le estoy diciendo a Dani que la voy a ir a ver, pero no tengo el coraje de ir a verla, a las bebés y yo sé que me necesita, su compañía y de todo. Y la verdad que me cuesta, me cuesta tomar eso. Ni a Thiago ni a las bebés. Tengo que estar ahí presente. Para mí es como que tengo que confrontar eso y la verdad es que verla… no quiero que sienta que yo estoy mal. Pero bueno, sé que tengo que tomar coraje de ir a visitarla, porque yo sé que también necesita apoyo de la familia con las bebés. Es seguir adelante, pero me cuesta”, dijo mientras estallaba en llanto.

En medio del dolor, se repite un rito sencillo y a la vez inquebrantable: “Ayer, no les voy a mentir, ayer me arrodillé y le pedía tanto a Dios que es mi creencia y yo le digo: ‘Dios, tengo que salir de esta’, no quiero otra vez tiene dos hijas, tiene familia y yo sé que va a salir, pero nos cuesta tocar la realidad de que estamos pasando esto y yo digo que es una pesadilla, pero bueno, tenemos que ser fuertes”. Las redes, los noticieros, la televisión, todo parece devolver una y otra vez la misma imagen. “¿Qué está pasando? ¿Por qué? ¿Por qué a mí? ¿Por qué a nosotros? Si Thiago no se mete con nadie, ¿por qué es así? Mi hermano nunca se metió con nadie y me duele por no tenerlo acá”.

Entre consultas con médicos, cadenas de oración, lágrimas retenidas y pequeños gestos de fe, la familia de Thiago Medina, ese chico de sonrisa reconocible y pasado de Gran Hermano, espera. Y mientras dona sangre para sostener la esperanza, Camila sentencia: “¿Sabés qué pasa? ¿Vos sabés lo que Thiago hace siempre por la familia? Somos muy unidos y más yo, como digo, que me agarra la hermanitis. Me tengo que ir porque tengo que donar sangre, chicos”.