Así quedó el dispositivo de monitoreo

La Justicia de Chaco activó un pedido de captura contra un hombre que tenía una tobillera electrónica y decidió cortarla para darse a la fuga. Durante el operativo desplegado, las autoridades encontraron el dispositivo abandonado en una zanja cercana a la vivienda del prófugo.

El procedimiento se inició este sábado a la mañana, después de que la Plataforma Surely emitiera una alerta sobre el dispositivo que portaba el detenido Miguel Ángel Acevedo. Según las notificaciones que envió, éstas advertían de una “apertura y corte de transmisor” y que “la tobillera no detecta cuerpo”.

Por este motivo, los agentes de la División Sistemas de Alerta, bajo la supervisión de la subcomisario Emma Acuña y la oficial ayudante Nadia Vilaqui, comandaron un operativo policial en la zona de Alvarado al 3.700, en la ciudad de Resistencia.

De acuerdo a la información publicada por Diario Norte, una vez que el equipo arribó al lugar localizaron el rastreador, identificado con la Serie Nº 35611299 Nº 2P-V6, y el transmisor, Serie Nº C54877 TX-840, ambos abandonados en una zanja, cubiertos de barro y fuera de funcionamiento. Las actuaciones fueron constatadas por un testigo hábil, que acompañó a las autoridades durante el procedimiento.

El sospechoso era monitoreado, tras haber sido denunciado por violencia de género

A raíz de esto, los dispositivos fueron formalmente secuestrados y la Fiscalía Nº 3, a cargo de Rosana Soto, dispuso el traslado del expediente a la Comisaría Quinta Metropolitana por cuestiones de jurisdicción.

De la misma manera, la fiscal ordenó que se procure la aprehensión inmediata de Miguel Ángel Acevedo, en el marco de una nueva causa por “supuesto daño a bien del Estado”. Además, la Fiscalía de Género en turno intervino en el caso, dado que el prófugo enfrenta una causa por violencia de género, motivo por el cual se le había colocado la tobillera electrónica.

Le negaron la excarcelación al hombre que fue detenido por presuntamente asesinar a su cita

El caso que involucra a G. A. M., un joven correntino de 22 años acusado de homicidio agravado en Uruguay, tuvo otro revés para quien fuera atrapado el martes pasado. Luego de que su defensa presentara una solicitud de excarcelación, el Juzgado Federal N° 2 de Resistencia rechazó la medida.

En la resolución, el juez Ricardo Alcides Mianovich argumentó que “no están dadas las condiciones para conceder la libertad del imputado”, una postura que fundamentó en la gravedad del delito y el riesgo procesal que representaría el acusado para el avance de la causa.

De esta manera, subrayó que existiría una probabilidad concreta de que intente evadir la acción de la justicia, especialmente ante la posibilidad de extradición, debido a la falta de arraigo suficiente en la jurisdicción. Además, consideró que el hecho revestiría de una gravedad institucional y penal que justifica la prisión preventiva.

El sospechoso fue atrapado cuando circulaba en bicicleta

Por esto, el magistrado enfatizó la necesidad de preservar la integridad del proceso, evitar interferencias y garantizar la comparecencia del acusado ante la Justicia uruguaya. Finalmente, valoró los elementos probatorios ya incorporados, como registros de cámaras, testimonios y el informe de autopsia, que vincularían directamente al detenido con el crimen.

La detención del acusado se produjo el 3 de septiembre, cuando la Policía Federal Argentina (PFA) lo localizó en la intersección de las avenidas Belgrano y Alvear. Previo a esto, sobre él pesaba una orden de captura emitida por la Justicia uruguaya, que lo investiga por el asesinato de Yanger José Sánchez Pérez, un ciudadano venezolano de 31 años, ocurrido el 7 de junio en Montevideo.

Según la investigación, el joven habría pactado una cita con la víctima a través de una aplicación. Poco después, las cámaras de seguridad del edificio registraron su ingreso a las 16:04 y su salida a las 16:48, momento en el que llevaba una mochila negra. Al día siguiente, el cuerpo de Sánchez Pérez fue hallado sin vida, desnudo y maniatado boca abajo en su departamento del barrio Cordón.

El informe forense determinó que la causa de muerte fue “asfixia mecánica violenta”, un dato que refuerza la calificación de homicidio agravado establecida por la fiscal uruguaya Mirta Morales, responsable de la Fiscalía de Homicidios de Segundo Turno. Además, Morales denunció el robo de pertenencias, entre ellas una consola PlayStation 5, zapatillas deportivas y efectos personales.

La reconstrucción de los hechos indicaría que el sospechoso abandonó Uruguay en barco esa misma noche. Su recorrido fue rastreado desde el Centro Cultural de España hasta la terminal de Tres Cruces, lo que permitió a los investigadores reconstruir sus movimientos previos a la fuga.