La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, está preparando su desembarco en el Senado de la Nación. Esta semana estuvo en la Comisión de Presupuesto en la Cámara de Diputados y mostró su poder. Y, si eso no alcanzaba, una vez que terminó su exposición se cruzó al Senado para reunirse por primera vez con los libertarios.
Fue recibida con aplausos y una de sus principales espadas en la Cámara baja, Damian Arabia, se encargó de “arriar” a los libertarios y a los del PRO que se mostraban remolones de entrar a la comisión para establecer el quórum. Se mostró sonriente, tranquila, y hasta se dio el lujo de reconocer errores de gestión y tirarle “tierra” a su par y próximo diputado, el ministro de Defensa Luis Petri.
La duda que se disipó rápidamente es qué rol va a tener a partir del 10 de diciembre en el Senado de la Nación. A nadie se le escapa que será la voz de la Casa Rosada en un ámbito en donde le cuesta haer pie tras la pelea de Javier Milei con su vicepresidenta y titular de la Cámara alta, Victoria Villarruel. Pero la discusión será dentro del bloque.
“Va camino a ser la presidenta del bloque”, confió una fuente libertaria. “Quedan reuniones pendientes, pero está casi confirmado que va por la presidencia del bloque, un espacio de mayor movimiento político y de defensa de las propuestas del oficialismo”, agregó la misma fuente.
Una de las opciones que se manejaba era que se postulara como presidenta provisional del Senado, quedando en segundo lugar en la línea de sucesión de la Presidencia de la Nación -detrás de Villarruel-, para actuar como “comisaria política” de la Vicepresidenta.
“Desde la presidencia del bloque lo puede hacer, es la que va a participar de todas las reuniones y, además, ahora La Libertad Avanza se impuso en 6 de las 8 provincias en donde se elegían senadores, entonces aumenta su bloque de 6 a 20 senadores, a solo 3 votos del bloque de Unión por la Patria“, explican.

A diferencia de lo que sucedió en Diputados, el bloque libertario en el Senado no logró tender buenos canales de intercambio con el resto de las bancadas. No sólo con el kirchnerismo, sino con los radicales y los provinciales. En el caso del PRO, eso se solucionaba por los que respondían a Mauricio Macri. Este es otro punto que Bullrich tiene una diferencia sustancial respecto al resto de los senadores libertarios.
“Patricia los conoce a todos, tiene contactos más o menos fluidos con los radicales o los provinciales porque se conocen desde hace tiempo. Eso va a allanar el camino a los acuerdos que se necesitan porque con el PRO no alcanza”, explicó un senador libertario.
En la nueva conformación del Senado, el PRO se queda con 5 bancas y el radicalismo se queda con 9. Mientras los amarillos seguirán juntos -y hasta suele sumar a la tucumana Beatriz Ávila– lo más probable es que el radicalismo se disperse con 3 para el lado libertario – los mendocinos Rodolfo Suárez y Mariana Juri, así como también la santafesina Carolina Losada. Otros tres podrían apoyar el posicionamiento de Provincias Unidas -los gobernadores- si es que esto se mantiene en el tiempo. Acá estarían los correntinos Mercedes Valenzuela y Eduardo Vischi y el santafesino Eduardo Gallaretto. En un bloque más “enjabonado” quedarán otros tres radicales que se mostraron con votos a un lado y otro del recinto: el bonaerense Maximiliano Abad, el catamarqueño Flavio Fama y el pampeano Daniel Kroneberger.
“Todo parece encaminado para que ella se quede con la presidencia del bloque, digite los que van a cada una de las comisiones y articule con los propios en Diputados, sea el bloque de LLA o un nuevo bloque en donde estén los radicales con peluca de Liga del Interior y los del PRO que le responden a Patricia. En el medio de esto, Bartolomé Abdala hizo los deberes y contaría con el apoyo del peronismo para retener la presidencia provisional del Senado. Ese es el tablero que se está armando».