La ministra de Seguridad Patricia Bullrich, durante la presentación del DFI. (REUTERS)

Cuatro días después de la captura de Fabio Rosa Carvalho -el líder de la banda criminal “Os manos” detenido el pasado viernes en el barrio porteño de Caballito durante un operativo conjunto de la policía argentina y agentes enviados desde Brasil- la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, anunció que el flamante Departamento Federal de Investigaciones (DFI) se abocará al estudio y desarticulación en Argentina de ramificaciones del PCC (Primeiro Comando da Capital), la mayor organización criminal de Sudamérica.

“La primera investigación fundamental que le vamos a dar al DFI es la investigación sobre el PCC en la Argentina”, comunicó esta mañana la ministra Bullrich, durante una conferencia de prensa que ofreció desde la sede de su cartera.

Acto seguido tomó la palabra fue el comisario general Pascual Bellizi, quien fue presentado formalmente como jefe del DFI de la Policía Federal y brindó detalles sobre esta organización criminal. “El PCC (Primer Comando Criminal) es una organización criminal violenta que nació hace aproximadamente 30 años en Brasil. Extendió su poderío en toda la República Federativa de Brasil y su interés es extenderse en un primer momento hacia América”, advirtió Bellizi.

Fabio Rosa Carvalho, detenido el pasado viernes en el barrio de Caballito, mantendría vínculos criminales con el PCC.

Abogado y experto en investigaciones, Bellizi precisó que su equipo ahora trabaja “en la identificación de estas personas y el desbaratamiento de esta organización”, con el objetivo de “evitar a toda costa que se instalen en nuestro país, porque este tipo de organizaciones son muy violentas, que traen aparejados en los lugares que trabajan crímenes y otros tipos de delitos”.

Son organizaciones mafiosas. Tienen ceremonias de iniciación, de registración y realizan convenios para su vida delictual hacia adelante, donde la misma organización, que tiene un poderío económico importante, se encarga del cuidado de sus familiares y de sus miembros, brindándole apoyo en la vida diaria delictiva”, agregó el elegido por la ministra Bullrich para conducir la nueva fuerza creada por el Gobierno nacional.

Consultado por la situación procesal de Fabio Rosa Carvalho, Bellizi confirmó que la idea es extraditarlo a Brasil, su país natal. “Allí está acusado de más de 100 homicidios”, precisó el comisario general.

Cómo fue la detención del criminal brasileño

Tras haberse fugado de una cárcel brasileña, donde cumplía una condena por cargos vinculados a homicidios y narcotráfico, Carvalho se mantuvo prófugo por casi tres años, hasta que el viernes pasado cayó en el barrio porteño de Caballito.

Su detención ocurrió en la vía pública a las 19:45 horas, sobre la avenida Pedro Goyena al 800. Del operativo participó una brigada de la División Capturas y Prófugos de la Policía de la Ciudad, en conjunto con efectivos de Robos y Hurtos de la Policía de Córdoba y una delegación de la Policía Civil brasileña.

El procedimiento se llevó adelante bajo las órdenes del juez Alejandro Adrián Litvack, titular del Juzgado Nacional en lo Penal de Rogatorias, por una causa que tramita a pedido del Juzgado Criminal y Correccional Federal N° 9, de la doctora Paula Sanz, y de la Fiscalía de Instrucción del Distrito IV, a cargo de Juan Pablo Klinger.

Así, ahora espera los próximos pasos procesales de la causa en una celda.

La Justicia brasileña lo reconoció como jefe de la organización “Os Manos”, señalada en 2009 como responsable de al menos 150 homicidios -la mayoría ocurridos en la ciudad brasileña de Canoas- y de la comercialización de estupefacientes. Además, fue señalado por mantener vínculos con el grupo criminal “PCC”.

Su detención quedó enmarcada dentro de la operación “Cova Rosa”, en la que fueron capturados 69 integrantes de la banda, sospechados de sicariato y narcotráfico. En su caso, la primera pista de su paradero planteaba la posibilidad de que pudiera encontrarse en la provincia de Córdoba.

Para poder dar con su paradero, la Policía brasileña inició un seguimiento a través del uso de sus tarjetas de crédito y logró localizarlo en territorio cordobés, donde utilizaba una cuenta bancaria. Esto motivó el contacto con las autoridades cordobesas, pero poco después el hombre volvió a ser registrado en la Ciudad de Buenos Aires.

Un viaje que Carvalho solicitó a través de una aplicación sería el dato clave que permitió orquestar su futura detención. Pues no solo se lo vinculó al domicilio en el que residía en Caballito, sino que confirmó que se manejaba con una identidad falsa.

De esta manera, se conoció que el acusado de haber participado en, al menos, 150 homicidios burló a las autoridades argentinas con una cédula brasileña falsa. Según el documento apócrifo, su nombre era Gilmar Dos Santos. Para ese entonces, ya habían recolectado las pruebas necesarias, que permitieron ordenar su inmediata captura.