Desde fines del año pasado, las compras internacionales realizadas directamente por consumidores argentinos atravesaron una transformación significativa. El acceso a productos y repuestos importados a través de servicios de correo privado puerta a puerta, conocidos como courier, pasó de ser una práctica esporádica a convertirse en un canal masivo. Este proceso acompañó cambios en las reglas oficiales, la digitalización y las estrategias promocionales de plataformas globales, así como la creciente demanda de artículos imposibles de conseguir –o considerablemente más caros– en comercios minoristas locales.
En este nuevo escenario, la importación particular de autopartes se consolidó como una de las ramas de mayor crecimiento. Las nuevas herramientas tecnológicas, la oferta permanente de productos por parte de marketplaces que conectan con vendedores de Estados Unidos y China, y la respuesta del sistema logístico local a mayores volúmenes de envíos, empujaron un fenómeno que modificó rutinas de consumo y reconfiguró la oferta de repuestos y accesorios automotrices en el país.
Desde fines de 2024, se produjo un fuerte crecimiento en importaciones a través del canal courier, con una nueva costumbre que ganó escala. La aparición de reglas más flexibles, que elevaron el tope del valor admitido para importar vía courier de 1.000 a 3.000 dólares y eximieron de aranceles a compras menores a 400 dólares, favorecieron tanto la operatoria de consumidores individuales como la de pequeñas empresas. La decisión impulsó la llegada de un abanico cada vez más amplio de productos, desde tecnología y prendas hasta maquinaria y, con un ritmo ascendente, autopartes.
En el caso de las piezas para autos, no sólo el fuerte crecimiento de las compras al exterior está siendo reflejado por las plataformas de comercio electrónico, sino que también lo muestran los datos de crecimiento de las importaciones recabados por la Asociación de Fábricas Argentinas de Componentes (AFAC). De acuerdo con un detallado informe de la entidad, esta tendencia se consolidó en los primeros meses de 2025, con algunas piezas que se importan más que otras.
Las importaciones de autopartes, en cifras
El flujo de baterías importadas marcó el salto más notorio: ingresaron 1.126.772 unidades en el primer semestre de este año, cifra que duplicó ampliamente el registro de igual período del año anterior. Si bien una porción significativa se destinó a terminales fabricantes, el sector de compradores que opera fuera de ese segmento –donde confluyen particulares y empresas más chicas, así como operadores de plataforma– multiplicó su participación, al concretar más de 673.000 importaciones en seis meses, lo que implicó un crecimiento de 578,6% interanual.
Junto a las baterías, los amortiguadores y las ruedas evidenciaron el impacto del “boom” digital. Entre enero y junio pasados, importadores no terminales pasaron de adquirir poco más de 98.000 amortiguadores en 2024 a más de 777.000 en 2025. Respecto de ruedas, las operaciones de ese grupo aumentaron 80% y treparon de 155.541 a 280.691 (80% de suba). En el caso de los neumáticos, las importaciones totales pasaron de más de 2 millones de unidades en el primer semestre de 2024 a 5,7 millones en el mismo período de este año. Eso implica un alza del 163%. Pero las compras realizadas por operadores que no son terminales crecieron casi 240%, al ubicarse este año en 4 millones de unidades, según AFAC.
Dentro del universo de autopartes, la tendencia favoreció también la llegada de productos específicos y difíciles de hallar en plazas tradicionales. La importación de vidrios para vehículos comprendió un salto de 45,6% entre segmentos no fabriles, al igual que repuestos eléctricos y de mecánica fina. En la categoría de cables de bujía, el canal no terminal acumuló 551.113 piezas, un alza del 67%. Para juntas, la suba llegó a 86% y superó las 3,4 millones de unidades.
En paralelo, los principales marketplaces que operan ventas para consumidores finales reforzaron su estrategia en autopartes. Tal es el caso de Tienda mía, que sumó una categoría específica para repuestos y accesorios, ante la explosión de consultas y operaciones. Entre enero y julio de 2025, la plataforma reportó un aumento de 385% en la venta de autopartes, frente al mismo período de 2024. Al respecto, el country manager para Argentina y Perú, Santiago García Milán, afirmó: “Desde febrero, la modalidad de compras internacionales de autopartes avanzó en forma sostenida para quienes buscan modelos que no existen en el país o presentan valores de hasta 40% menos que en el circuito tradicional”.
Los rubros que más crecen
La empresa destacó tres grandes grupos de productos que explicaron el aumento: repuestos para autos de casi cualquier modelo (incluyendo piezas difíciles de ubicar o con precios prohibitivos en el mercado interno), accesorios para motos y artículos de audio automotor de marcas reconocidas. “En los primeros seis meses ya superamos las ventas totales de 2024”, puntualizó García Milán. Durante mayo y los meses posteriores, los compras mensuales crecieron hasta 30% en relación con el inicio del año.
La brecha de precios se refleja en ejemplos concretos. Un estéreo portátil Android con CarPlay, que en canales formales ronda los 290.000 pesos, puede costar 176.000 si se encarga vía marketplace internacional. Un equipo CarPlay y Android Auto para motos figuró a 690.000 pesos en estas plataformas, mientras en el mercado local el valor alcanza los 745.000. La facilidad para filtrar productos verificados y gestionar el despacho aduanero se convirtió en un diferencial para usuarios particulares.
Los servicios de courier también protagonizaron un proceso de adaptación para absorber el crecimiento del mercado. Algunas firmas ampliaron depósitos fiscales y renovaron instalaciones, como el aeropuerto de Ezeiza, para contener un flujo de paquetes que durante abril batió récords históricos. En paralelo, Aerolíneas Argentinas lanzó un sistema propio de courier Miami-Buenos Aires, destinado a captar la demanda de entregas rápidas, y otras empresas privadas del rubro reforzaron su operación en un marco de competencia y expectativa de nuevos techos de volumen.
La liberalización en las condiciones de importación y la disponibilidad de alternativas de pago, junto a la desaceleración de la inflación, favorecieron decisiones de consumo fronteras afuera para categorías que solían estar reservadas a viajeros o a compras grupales. Desde la promulgación de las nuevas reglas, el canal individual adquirió peso propio, tanto en electrónica y computación, como en componentes de uso vehicular.
Los datos de la Secretaría de Comercio muestran que la tendencia escaló no solo en volumen sino en variedad. Computadoras, indumentaria, juguetes, equipos eléctricos y maquinaria sumaron operaciones, mientras el canal autopartista sobresalió por la persistencia y aceleración del crecimiento semestral.