La Paz, Bolivia. 14 de agosto de 2025. REUTERS/Claudia Morales

El ministro de Gobierno (Seguridad) de Bolivia, Roberto Ríos, informó que para las elecciones del domingo se desplegarán 25.044 policías para garantizar la seguridad durante el desarrollo de la votación y hacer cumplir las disposiciones del auto de buen gobierno, que restringe el consumo de alcohol, las manifestaciones políticas y el transporte vehicular. En paralelo, otros 38.000 agentes de la Policía estarán acuartelados, de acuerdo a las normas vigentes.

Tras haber sostenido una reunión con las autoridades del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Ríos informó que se garantiza la custodia en el traslado del material electoral y que se reforzará la presencia policial en áreas identificadas como posibles puntos de conflicto.

En las semanas anteriores, el Gobierno informó que hay al menos diez zonas “de riesgo” para la votación, la mayoría concentradas en el enclave cocalero de Cochabamba, donde se encuentra el ex presidente Evo Morales (2006-2019) bajo custodia de sus leales. Ríos indicó que oficiales de cuatro dependencias policiales se encuentran operando en la región para evitar hechos que puedan interferir en el proceso electoral.

En la víspera, representantes de las seis federaciones de productores de hoja de coca garantizaron el desarrollo de la votación en la región del Trópico de Cochabamba, al centro del país, y promovieron la anulación del voto, como un acto de rechazo a la proscripción del ex presidente, quien fue excluido de la votación por un fallo constitucional que pone límites a la reelección presidencial.

Wendy Chipana, simpatizante del expresidente boliviano Evo Morales, hace campaña por el voto nulo en las próximas elecciones en El Alto, Bolivia, el martes 12 de agosto de 2025. (AP Foto/Natacha Pisarenko)

“La población debe acudir a votar con total normalidad y tranquilidad. No habrá espacio para la violencia ni para el desorden”, afirmó Ríos en conferencia de prensa y dijo que el despliegue duplica con los contingentes movilizados en comicios anteriores.

La votación será observada por misiones nacionales y e internacionales de la Organización de los Estados Americanos (OEA) y la Unión Europea, cuyos representantes sostuvieron el jueves una reunión con el presidente Luis Arce, en la que el primer mandatario se comprometió “a asegurar una transición democrática hacia el próximo gobierno”.

El jefe adjunto de la misión de la Unión Europea, Ian Gray, informó que son más de 100 los observadores de corto y largo plazo que estarán en los nueve departamentos del país. En tanto, la delegación de la OEA incluye a 87 observadores de 19 países y es “la más numerosa desplegada hasta ahora” en Bolivia.

Paralelamente a estas dos misiones de observación, habrá otra de la Unión Interamericana de Organismos Electorales e iniciativas ciudadanas locales como ‘Cuidemos el voto 2025’, además de los delegados de partidos y alianzas políticas.

Un ciclista pasa junto a un mural que promueve al candidato presidencial Samuel Doria Medina en El Alto, Bolivia, el lunes 11 de agosto de 2025. (AP Foto/Juan Karita)

Más de 7,9 millones de bolivianos elegirán este domingo presidente, vicepresidente y a sus representantes en el Órgano Legislativo para el próximo quinquenio, en medio de una fuerte crisis económica marcada por la escasez de dólares, el aumento en el precio de los alimentos y periodos de desabastecimiento de combustible cada vez más prolongados.

Según las encuestas de intención de voto, el resultado puede estar reñido entre dos candidatos de oposición: el empresario Samuel Doria Medina, de alianza Unidad, y el ex presidente Jorge Quiroga (2001-2002), de Libre. Sin embargo, hay alto porcentaje de votos blancos, nulos e indecisos, que pueden alterar las proyecciones, que perfilan una segunda vuelta entre ambos postulantes para el 19 de octubre.

El mandatario boliviano, que dejará el Gobierno el 8 de noviembre, pidió a la población asistir a urnas este domingo “con patriotismo y responsabilidad”.