Un comerciante grita consignas durante una protesta contra la crisis económica en La Paz, Bolivia, el lunes 9 de junio de 2025 (Foto AP/Juan Karita)

La profunda crisis política que sacude a Bolivia se agudizó este martes con un violento enfrentamiento en la ciudad minera de Llallagua, en el departamento de Potosí, donde vecinos, transportistas y comerciantes se enfrentaron a seguidores del ex presidente Evo Morales que mantienen bloqueadas las principales rutas del país en protesta por su inhabilitación como candidato a las elecciones del 17 de agosto.

La ciudad, ubicada a 290 kilómetros al sur de La Paz, fue escenario de casi cuatro horas de violencia. Los pobladores, que denunciaban desabastecimiento crítico de alimentos y combustibles, intentaron despejar las vías por su cuenta. Según relató el viceministro de Régimen Interior, Jhonny Aguilera, los manifestantes los recibieron con piedras, dinamita y agresiones físicas, lo que dejó al menos dos heridos y provocó saqueos en comercios y una oficina policial.

El coronel Limbert Choque, vocero del Comando Policial de Potosí, confirmó a Bolivia TV que los dos heridos pertenecen al sector del transporte local. Más tarde, medios locales difundieron videos en los que se observa el arribo de un contingente militar a Llallagua para intentar restaurar el orden.

Los bloqueos, que comenzaron el 2 de junio, afectan ya a siete de los nueve departamentos del país. Según el gobierno, las pérdidas económicas ascienden a más de 100 millones de dólares, especialmente en sectores como la agricultura, ganadería y turismo. Solo en el área agropecuaria, las pérdidas superan los 50 millones de dólares, informó el ministro de Desarrollo Rural, Yamil Flores, mientras que el viceministro de Turismo, Hiver Flores, estimó pérdidas por 4,7 millones.

Los bloqueos, que comenzaron el 2 de junio, afectan ya a siete de los nueve departamentos del país (Photo by AIZAR RALDES / AFP)

Los seguidores de Morales, muchos de ellos cocaleros e indígenas quechuas, reclaman su inclusión en las próximas elecciones presidenciales, tras un fallo del Tribunal Constitucional Plurinacional que impidió su postulación por considerar ilegal una cuarta reelección. También exigen la renuncia del presidente Luis Arce, al que acusan de mala gestión económica y de traicionar al Movimiento al Socialismo (MAS).

Morales, distanciado de Arce desde 2021, permanece en la región cocalera del Chapare, en el centro del país, donde evita responder ante la justicia por una causa de abuso sexual contra una menor. La semana pasada, el gobierno presentó una denuncia contra él por terrorismo, responsabilizándolo por la incitación a los bloqueos y la violencia.

El presidente Arce acusó el domingo a Morales de buscar su salida para que un eventual sucesor habilite su candidatura. “Una nueva postulación es inconstitucional”, insistió el mandatario. Morales, en tanto, afirmó que esta semana será “decisiva” en su lucha, que describió como una resistencia del “pueblo contra el imperio” y acusó al expresidente estadounidense Donald Trump de interferir en los asuntos internos bolivianos.

A medida que se profundiza la crisis, los bloqueos también impiden el paso de ambulancias, alimentos y combustible, con reportes de ataques a vehículos oficiales y personal médico. El gobierno contabiliza más de 50 heridos, entre ellos policías, médicos y civiles, en un conflicto que pone en evidencia la fractura política entre dos figuras que alguna vez compartieron el poder y ahora se enfrentan por el control del país.

Herramientas(Con información de AP y EFE)