El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, comunicó este sábado que la guerra en la Franja de Gaza concluirá únicamente cuando se complete la segunda fase de la tregua acordada, que contempla el desarme del grupo terrorista Hamas.
En una intervención televisiva en Channel 14, Netanyahu manifestó que dicha fase implica la “desmilitarización de la Franja de Gaza” y la “confiscación de armas de Hamas”. Según indicó, la guerra se dará por finalizada una vez cumplido ese objetivo, “de manera fácil, pero si no, de forma contundente”.
Por otro lado, el gobierno israelí también manifestó este sábado que el cruce fronterizo de Rafah, ubicada entre Gaza y Egipto, permanecerá cerrado “hasta nuevo aviso”. La oficina del primer ministro expresó en un comunicado que la habilitación del paso dependerá del cumplimiento por parte de Hamas en la devolución de los 18 cadáveres de rehenes que continúan en el enclave palestino y la implementación del marco acordado para el alto el fuego.
Netanyahu urgió a Hamas a devolver dichos cuerpos si se pretende que Rafah, considerado el principal paso de ayuda humanitaria hacia Gaza, vuelva a estar operativo.
Conforme al acuerdo internacional, Hamas debía entregar, 72 horas después del alto el fuego, los cuerpos de los cautivos que permanecieran en su poder. La milicia palestina, sin embargo, ha comunicado a los mediadores —quienes, a su vez, trasladaron el mensaje a Israel y a Estados Unidos— que no cuenta con todos los cuerpos, ya sea porque algunos siguen sepultados bajo escombros en zonas donde continúa la ocupación militar israelí o por falta de información precisa sobre el paradero de algunos restos. Para resolver este punto, el acuerdo contempla la colaboración de una fuerza internacional en la búsqueda.
El viernes por la noche, Hamas localizó y entregó los restos del rehén Eliyahu Margalit a la Cruz Roja, que los hizo llegar a Israel.
En medio de la crisis, la asistencia internacional a Gaza continúa siendo insuficiente. Desde que se puso en marcha la tregua, la entrada de alimentos ha ascendido a un promedio diario de 560 toneladas métricas, según datos del Programa Mundial de Alimentos de la ONU, cifra considerada muy por debajo de las necesidades de la población de la Franja.
La apertura de los pasos fronterizos ha sido fuente de constantes demoras y tensiones diplomáticas. El Cogat —el departamento militar israelí encargado de supervisar el flujo de asistencia hacia el territorio— declaró que mantenía conversaciones con Egipto para preparar la reapertura parcial del cruce, aunque limitó la medida al tránsito de personas y postergó una decisión definitiva para más adelante.
El cruce de Rafah, vital para la entrada de asistencia humanitaria y la evacuación de personas con necesidades médicas, ha permanecido cerrado desde mayo de 2024, cuando Israel tomó control del lado gazatí. Una reapertura completa del cruce facilitaría los traslados para tratamiento, reuniones familiares y desplazamientos, especialmente para los palestinos residentes en Egipto. Mientras tanto, el acceso restringido perpetúa la escasez de alimentos, medicinas y otros bienes esenciales.
La ONU advirtió que la crisis alimentaria en Gaza se mantendrá por mucho tiempo a pesar del alto el fuego logrado entre Israel y Hamas. De acuerdo con Abeer Etefa, portavoz del Programa Mundial de Alimentos (PMA), revertir la hambruna oficialmente declarada en el enclave requerirá una respuesta sostenida y prolongada.
Durante la pausa humanitaria negociada por Estados Unidos, el organismo internacional logró ingresar cerca de 3.000 toneladas de ayuda alimentaria en pocos días, aunque esta cantidad solo cubre una fracción de la necesidad existente.
Actualmente, la asistencia se despliega a través de cinco centros de reparto y uno de los objetivos es ampliar la cobertura a 145 ubicaciones, así como mantener la provisión básica de alimentos como el pan, gracias al apoyo a nueve panaderías en funcionamiento, según reportó la agencia de noticias AFP.
Entidades como la Cruz Roja y la Media Luna Roja subrayaron la importancia de mantener abiertos los pasos fronterizos para asegurar entregas constantes a las comunidades, que siguen expuestas no solo a la escasez, sino a contextos de violencia y estrictos controles de acceso.
(Con información de AFP y Reuters)