El Consejo de Seguridad Nacional de Bélgica celebrará el jueves una reunión de emergencia tras una serie de incidentes con drones que causaron caos en aeropuertos en todo el país y alzaron la preocupación por la seguridad nacional.
El martes por la noche, la presencia de drones obligó a interrumpir durante varias horas las llegadas y salidas en el aeropuerto de Bruselas, el más transitado del país, provocando la cancelación de decenas de vuelos. El espacio aéreo también fue cerrado temporalmente en el aeropuerto de Lieja, un importante centro de carga, lo que generó demoras y desvíos adicionales.
Los servicios de inteligencia belgas sospechan que Rusia está detrás de los vuelos de drones que, en el último mes, sobrevolaron dos bases militares del país y forzaron el cierre de los aeroparques de Bruselas y Lieja, según informan medios locales.
“La amenaza es seria, hay que ser conscientes de ello”, declaró el ministro de Defensa Theo Francken ante el parlamento. Aunque evitó nombrar a Rusia, los servicios de inteligencia aseguran que el responsable es probablemente un “actor estatal”.
En días previos, otros aeropuertos como los de Ostende y Amberes también fueron cerrados por la aparición de vehículos aéreos no tripulados. Los informes de inteligencia destacan que los aparatos volaron en formación y durante la noche, lo que evidencia experiencia y sofisticación técnica.
El medio flamenco HLN reportó que la base militar de Kleine-Brogel, en el noreste de Bélgica —reconocida por albergar armas nucleares estadounidenses para la OTAN— fue nuevamente sobrevolada este miércoles por drones, luego de tres incidentes similares registrados el fin de semana anterior.
Las autoridades consideran el momento de los incidentes como “no casual”, ya que coincide con el inminente debate en el Gobierno belga respecto a la autorización del uso de activos rusos congelados —unos 185.000 millones de euros retenidos en Euroclear— para la reconstrucción de Ucrania. Aunque en la última cumbre de la UE el primer ministro Bart de Wever vetó el uso de esos fondos, el tema será retomado en diciembre.
El ministro Francken sugirió la posibilidad de derribar los drones y afirmó que Bélgica está en contacto estrecho con sus socios europeos, dado que en las últimas semanas se han detectado drones cerca de aeropuertos o instalaciones militares en otros estados miembros de la UE.
Bernard Quentin, ministro del Interior, enfatizó que la reiteración de estos incidentes “afecta directamente a la seguridad ” del país, recalcando la necesidad de una respuesta institucional sólida.
En este contexto, Quentin fue quien solicitó la convocatoria del Consejo de Seguridad, organismo integrado por el primer ministro, Bart De Wever, los ministros principales, así como la policía y los servicios de inteligencia. “Debemos actuar con calma, seriedad y coordinación”, comunicó Quentin a través de la red social X.
Los recientes avistamientos de drones en Bélgica se suman a una serie de incursiones similares registradas en el espacio aéreo europeo desde mediados de septiembre. En las últimas semanas se han reportado incidentes con drones en España, Estonia, Dinamarca, Polonia, Noruega, República Checa, y Alemania.
Lituania, por su parte, cerró el mes pasado sus dos principales aeropuertos después de detectar globos de helio —sospechosos de transportar cigarrillos de contrabando— sobrevolando su espacio aéreo. La primera ministra lituana, Inga Ruginienė, calificó las intrusiones de “ataques híbridos”, usando la expresión empleada habitualmente para señalar intentos de desestabilización atribuidos a Moscú.
En septiembre, tres aviones militares rusos ingresaron en el espacio aéreo estonio, mientras que Rumanía desplegó dos cazas F-16 tras la incursión de un dron, justo después de un ataque ruso contra Ucrania.
(Con información de EFE y AFP)