València Acull ha pedido la regularización de un joven de 20 años, de origen marroquí, que salvó a un hombre de 73 años en la Dana y casi se ahogan los dos.

El joven, Mehdi, es vecino del barrio del Parque Alcosa, ubicado en la localidad valenciana de Alfafar, y no tiene papeles. A los 17 años decidió emigrar y pasó año y medio atravesando media Europa desde Marruecos, padeciendo todo tipo de penalidades.

Lleva otro año y medio viviendo en el barrio de Alfafar, junto a un compatriota, buscándose la vida a veces en pequeños trabajos vinculados con su formación –soldador y mecánico de motos– y en la mayoría de las ocasiones en lo que sea –obras, mudanzas, etc–.

El pasado 29 de octubre, día de la Dana, pudo salvarse y rescatar de entre las aguas a Enrique García, otro vecino de 73 años que estaba a punto de llevárselo la corriente: «O lo salvaba o me moría yo también», responde cuando se le pregunta por qué arriesgó su vida.

Enrique, sobreponiéndose a la emoción que le produce recordar los hechos, asegura que si Mehdi no hubiera intervenido «no lo habría contado» y quiere explicar todo lo que pasó para que se reconozca su gesto «de humanidad».

Desde València Acull solicitarán a la Delegación del Gobierno que regularice la situación de Mehdi por las «circunstancias excepcionales» contempladas en la ley y que, a la vista de lo sucedido, concurren en este caso.

EL RELATO DE ESA NOCHE

Esa noche del 29 de octubre, el joven fue a comprar la cena a un supermercado del barrio y no pudo regresar a su casa. Decidió refugiarse en un vending donde ya había otras personas. «Se reventaron las persianas de los bajos cercanos y comenzaron a salir electrodomésticos, que se los llevaba la corriente junto a los coches. La situación fue empeorando. A mí, que mido 1,77 metros, el agua me llegaba a la barbilla y el señor Enrique estaba casi flotando», ha contado José Ricardo Rodríguez, una de las cinco personas que permanecían en el vending.

En el espacio que dejaban las máquinas expendedoras también se resguardaron Enrique García, que no pudo cruzar a su vivienda; Laura Gracia, copropietaria de la farmacia del Parque Alcosa, que tuvo que dejar su coche abandonado cuando intentaba regresar a su casa; y otro vecino del barrio, que finalmente pereció ahogado sin que pudieran hacer nada para salvarlo.

Al comenzar a subir el nivel del agua, Mehdi, Laura y José Ricardo valoraron que había que arriesgarse para nadar hasta una caja metálica adosada a un pilar, que tenía una altura de 1,70 metros y menos de un metro de ancho.

Lograron subir, pero Enrique y el otro hombre se quedaron en el vending. Enrique trató de llegar a la caja, pero la corriente se lo llevaba, así que se aferró a un pilar a no muchos metros de donde estaban los tres. Pasaron 10 minutos y el agua ya les llegaba a los tobillos a quienes estaban subidos a la caja. Algunas personas de los pisos de enfrente les gritaban con desesperación que aguantaran ya que los móviles no funcionaban y no podían llamar a emergencias. Durante este tiempo, mantenían la comunicación con Enrique, pero cuando no respondió a sus llamadas, Medhi se quitó la sudadera y se lanzó al agua.

«Se jugó la vida, yo creía que se ahogaban los dos. Fue una acción heroica porque Enrique no se hubiera salvado sino lo rescata Medhi», ha afirmado Laura. Arrastró a Enrique unos metros hacia la caja y les acercaron un palo para ayudarles a subir. Los cuatro permanecieron arriba de la caja alrededor de cuatro horas, muy juntos y casi sin moverse para darse calor –Medhi había perdido la sudadera y sufrió síntomas de hipotermia–.

Intentaron convencer al otro hombre que permanecía en el vending para que se acercara a la caja, pero recuerdan que les dijo que no se preocuparan porque se dejaría llevar por la corriente mientras flotaba. Poco después le perdieron de vista. Cuando el nivel del agua empezó a bajar, los cuatro cruzaron a los edificios de enfrente.