Los candidatos a presidente con mayores chances de pasar al balotaje: Yamandú Orsi, Álvaro Delgado y Andrés Ojeda

Los uruguayos votan este domingo en sus elecciones nacionales el próximo presidente de la República y la conformación del Parlamento que asumirá sus bancas el 15 de febrero. Sin embargo, es altamente improbable que el mandatario se conozca en esta jornada porque, según las encuestadoras, ninguno de los candidatos llegará al 50% de los votos necesarios para ganar en primera vuelta. Las consultoras coinciden en que habrá balotaje el próximo 24 de noviembre entre el oficialista Álvaro Delgado (Partido Nacional) y el opositor Yamandú Orsi (Frente Amplio).

La campaña electoral que terminó en la noche del jueves –cuando comenzó la veda– ha sido atípica. Por primera vez en mucho tiempo, las elecciones no tuvieron como protagonistas a los históricos políticos uruguayos.

El Frente Amplio de Uruguay realizó un acto masivo en el Parque Batlle de Montevideo para cerrar la campaña de cara a las elecciones del 27 de octubre (Equipo de prensa de Orsi)

Durante el último período de gobierno, el Frente Amplio sufrió las muertes del ex presidente Tabaré Vázquez (gobernó en los períodos 2005-2010 y 2015-2020) y de Danilo Astori, quien fue ministro y vicepresidente durante los períodos de la izquierda y la máxima referencia de esa coalición en términos económicos. Además, José Mujica tampoco tuvo una alta exposición en la campaña: enfermo de cáncer, sus apariciones fueron contadas.

En el Partido Nacional, se estrenó como candidato Álvaro Delgado, un dirigente muy cercano al presidente Luis Lacalle Pou durante el gobierno. El mandatario tiene prohibido hacer política partidaria por la Constitución, por lo que no pudo respaldar explícitamente al postulante de su partido. Sin embargo, el jefe de Estado hizo recorridas por el interior del país en las que defendió la gestión del gobierno.

 El candidato presidencial uruguayo de centro-derecha Álvaro Delgado se dirige a sus simpatizantes durante su acto de cierre de campaña, en Las Piedras, Uruguay (REUTERS/Mariana Greif)

En el histórico Partido Colorado la campaña fue más atípica aún. El presidenciable por esta colectividad es el abogado penalista Andrés Ojeda, un joven dirigente (tiene 40 años) que ganó la interna ante candidatos tradicionales y se quedó con la postulación única del partido. El ex presidente Julio María Sanguinetti (1985-1990 y 1995-2000) tampoco tuvo una destacada participación y no es candidato a ningún cargo en estos comicios.

Otro elemento que hizo que este período fuera atípico fue el poco clima de campaña que hubo en las calles. Aunque es difícil de medir cuantitativamente, la percepción es que recién a falta de una semana para las elecciones se comenzaron a ver las grandes movilizaciones de los partidos políticos. Esta sensación parece tener cierta lógica. La consultora Cifra midió “el rumbo deseado” del próximo gobierno. Un 37% opina que hay que hacer “algunos ajustes”, un 33% cree que son necesarios “muchos ajustes”, un 20% cree que hay que “cambiar de rumbo” y un 8% considera necesario “mantener el mismo rumbo del actual”.

El candidato a presidente por el Partido Colorado, Andrés Ojeda (REUTERS/Martin Varela Umpierrez)

¿Cómo se pueden interpretar estos números? El politólogo Daniel Chasquetti analizó en la red social X: “La pulsión al cambio existe, pero no es muy potente”. “Cuando se pregunten por la frialdad de esta campaña, tengan presente esta encuesta de Cifra del mes de septiembre”, escribió.

Un tercer elemento atípico de esta campaña electoral fue el crecimiento del partido Identidad Soberana, surgido en 2022. Esta colectividad es encabezada por Gustavo Salle, quien en las elecciones de 2019 también se presentó como candidato y estuvo cerca de ser diputado. Ahora su presencia en la cámara baja parece un hecho.

 El expresidente uruguayo José 'Pepe' Mujica habla junto al candidato a la presidencia por la coalición izquierdas Frente Amplio, Yamandú Orsi (EFE/ STR)

Salle tiene un discurso antisistema –se podría decir que es el “anticasta” uruguayo–: durante la pandemia, impulsó los movimientos anti vacunas; antes había cuestionado el acuerdo con la pastera UPM. Cree que todos los partidos responden al gran capital internacional y cuestiona lo que él llama la “cleptocorporatocracia”. Por su intención de voto, no solo es un hecho su presencia en la Cámara de Diputados sino que pelea por un lugar en el Senado.

Al borde del inicio de la veda, las encuestadoras presentaron una última foto de cara a la elección del domingo. Una de las certezas es que el Frente Amplio ganará con ventaja sobre el resto de los partidos (Orsi le saca a Delgado cerca de 20 puntos). Sin embargo, Uruguay está dividido en dos grandes bloques y la ventaja de la coalición de izquierda no significa que vaya a tener mayoría parlamentaria.

Los candidatos del oficialismo uruguayo Guido Manini Ríos, Pablo Mieres, Álvaro Delgado y Andrés Ojeda, durante la firma de un documento que rechaza el plebiscito sobre seguridad social (EFE/ Alejandro Prieto)

¿Por qué sucede esto? El Frente Amplio es una coalición de partidos de centro-izquierda y de izquierda que tiene más de 50 años. Más allá de las diferencias que hay en la interna, ante la Corte Electoral funciona como un único partido. El otro gran bloque, sin embargo, es una coalición de colectividades que no está integrada orgánicamente sino que se formó en noviembre de 2019, cuando cinco partidos firmaron el acuerdo programático Compromiso por el país.

Uno de los partidos que la integraba, en los hechos, desapareció y por tanto ahora está formada por cuatro colectividades: el Partido Nacional, el Partido Colorado, Cabildo Abierto y el Partido Independiente. Está previsto que, de cara al balotaje de noviembre, los dirigentes de los cuatro partidos unan fuerzas para respaldar al candidato que ingrese al balotaje contra Orsi.

¿Quiénes son los principales candidatos?

Antes de las elecciones primarias del 30 de junio, una de las mayores certezas era que Álvaro Delgado ganaría la interna del Partido Nacional. El secretario de la Presidencia de Luis Lacalle Pou hasta diciembre de 2023 había reunido el apoyo de buena parte de los sectores de los blancos (como se les llama a quienes integran esa colectividad política) menos del Herrerismo –el espacio del ex presidente Luis Alberto Lacalle– y de otros grupos menores. Pero esa misma noche Delgado tomó una decisión arriesgada.

La ventaja con la que ganó las elecciones le permitió poder elegir a quien quisiera como compañera de fórmula. Y se definió por Valeria Ripoll, una dirigente sindical que había encabezado el gremio de trabajadores de la Intendencia de Montevideo y que fue integrante del Partido Comunista. Fue una decisión difícil de digerir en los dirigentes del Partido Nacional. Ripoll fue abucheada esa misma noche al ser presentada. Y Delgado debió emprender un raid mediático junto a ella para explicar la decisión.

Valeria Ripoll, la compañera de fórmula del candidato por el Partido Nacional, Álvaro Delgado (REUTERS/Mariana Greif)

El Partido Nacional comenzó a bajar su intención de voto de cara a las elecciones de octubre y comenzó a crecer el Partido Colorado. ¿Esta fuga de votos se debió a la decisión sobre Ripoll? Es una de las posibles interpretaciones.

Lo cierto es que, en filas coloradas, Andrés Ojeda realizó una campaña poco común para los estándares tradicionales de los uruguayos. Por ejemplo, el postulante divulgó un spot publicitario en el que se mostró con musculosa, haciendo pesas y hablando de su vida personal. “Soy de capricornio, muy de capricornio”, fue una de las frases que quedó resonando de esa exitosa campaña.

Andrés Ojeda durante el cierre de campaña del Partido Colorado (REUTERS/Mariana Greif)

Aunque Delgado y Ojeda integran dos partidos del mismo bloque, hubo momentos de tensión en la relación entre ambos. Una de las polémicas fue por el vínculo con Luis Lacalle Pou. Ojeda subió una foto con el mandatario y Delgado contestó que él se reúne “más seguido” con él. “¡Qué celoso se puso Álvaro Delgado!”, ironizó Ojeda en un discurso posterior.

El colorado también hizo publicidad mostrando encuestas que informaban que se estaba acercando a Delgado y aseguraba que, si él pasaba al balotaje, le ganaría a Orsi.

Militantes del Frente Amplio durante el cierre de campaña de Yamandú Orsi (REUTERS/Andres Cuenca)

La estrategia del Frente Amplio, en tanto, buscó no repetir los errores de 2019. Ese año, el candidato Daniel Martínez no eligió a su compañera de fórmula en la noche de la elección primaria y la semana siguiente inició una serie de reuniones con posibles candidatas a la vicepresidencia. La decisión se pareció a un casting. Finalmente, Martínez eligió a Graciela Villar como su segunda, una dirigente desconocida en la opinión pública.

Cinco años después, el Frente Amplio aprendió la lección y, previo a las primarias, ya decidió orgánicamente que el segundo en las internas sería el compañero de fórmula del ganador. Por eso, la misma noche del 30 de junio Orsi anunció a la ex intendenta de Montevideo Carolina Cosse como candidata a la vicepresidencia.

Yamandú Orsi junto a su compañera de fórmula Carolina Cosse (REUTERS/Andres Cuenca)

Orsi fue intendente de Canelones durante dos períodos y antes fue el secretario general de la municipalidad, por lo que tiene 20 años de gestión. El postulante pertenece al Movimiento de Participación Popular (MPP) y su candidatura cuenta con el respaldo principal de José Mujica. Orsi es, además, uno de los políticos más populares del país, por detrás del ex presidente y del actual mandatario Lacalle Pou.

La campaña del Frente Amplio estuvo centrada en las recorridas por el interior del país y, más sobre la fecha de las elecciones, en el área metropolitana. El candidato dio pocas entrevistas a los medios de comunicación, algo que fue cuestionado por dirigentes del oficialismo, que consideran que la oposición escondió al candidato. También critican que Orsi se muestra dubitativo en algunos planteos y que no ha tenido propuestas concretas para una eventual vuelta de la izquierda al gobierno.

Lo que dicen las encuestas: Orsi favorito, pero paridad

Las principales encuestadoras del país presentaron esta semana la última foto de cara a las elecciones de este domingo. Si se hace un promedio de las mediciones de Equipos, Cifra, Opción, Factum y El Observador, los resultados son los siguientes: Frente Amplio, 45,6%; Partido Nacional, 25%; Partido Colorado, 16,2%; Cabildo Abierto, 3,2%; Identidad Soberana, 2,7%; Partido Independiente, 1,9%. Hay otros cinco partidos que participan en las elecciones, pero no tienen chances de ingresar al Parlamento según los pronósticos.

Al presentar la proyección de los votos de los indecisos, la consultora Cifra concluyó que, si se confirma su estimación, Uruguay seguiría “perfectamente dividido”. “Habría balotaje entre Orsi y Delgado, y el Frente o la coalición en su conjunto podrían alcanzar la mayoría parlamentaria”, señala el informe.

El candidato a presidente de Uruguay, Álvaro Delgado, durante su cierre de campaña (REUTERS/Mariana Greif)

El estudio de Equipos Consultores analiza que, desde las elecciones primarias, el Frente Amplio ha estado “más bien estable” en cuanto a la intención de voto, oscilando entre el 41% y el 44%. En el interior de los partidos de la coalición de gobierno sí se registraron “cambios significativos”. El Partido Nacional tuvo una “pérdida importante de apoyos” y está “estabilizado” por encima del 20%. El Partido Colorado, en tanto, “creció sostenidamente” a lo largo del año desde el 7% hasta el 16% actual.

Los datos de la encuesta muestra un escenario de paridad entre bloques, con un núcleo importante de indecisos. La forma en que estos indecisos se inclinen hacia los partidos y bloques en estos últimos días de campaña terminará de definir los rangos clave de la elección”, interpreta la consultora.