Todo el mundo debe haber escuchado alguna vez eso de que el dinero corrompe. En circunstancias normales, con una proyección de vida como cualquier otra, suele hacerse lo posible por mantener alguna estabilidad, tanto en lo social como en cualquier otro aspecto, por lo que las decisiones suelen tomarse con mayor tranquilidad y la ejecución de las mismas tampoco suele ser muy drástica. Pero también es habitual que, en lo más hondo, muchas personas deseen cambiar su vida por completo. El único problema: no suele ser posible.
Por mucho que se quiera salir de una situación, sea por sufrirla, o porque aburra, o simplemente por cambiar de aires, en general hay un enorme obstáculo que no permitirá cambiar nada (y mucho menos todo) de la noche a la mañana. El dinero, cómo no, el becerro de oro del monte Sinaí: todo se mueve a su alrededor, guste más o guste menos, y mucha gente se resigna a esa suerte de servidumbre sabiendo que, de tener más, vivirían la vida de forma totalmente distinta. Teniendo todo esto en cuenta, toca plantearse: ¿qué se estaría dispuesto a hacer por un millón de euros?
Una mujer inglesa rompe con su novio a las pocas semanas de ganar la lotería
Hay quien lo tiene claro. Según ha informado The Mirror, una pareja inglesa que llevaba apenas tres meses juntos es la prueba de todo esto. Se trata de Michael Cartlidge y Charlotte Cox, dos ciudadanos de Spalding, Lincolnshire, que, después de una cita romántica, pasaron por el Lidl. De acuerdo con lo que cuenta el medio francés L’Independent, a Michael le sobrevino repentinamente el impulso de comprar unos rasca y gana. Charlotte no estaba muy por la labor, sobre todo al principio y porque, de acuerdo con France Live, Michael no llevaba su cartera encima y le iba a tocar pagar a ella. Vale que eran solo 10 libras (unos 12 euros) pero si no es algo que acostumbra a hacer y encima le piden que pague es totalmente comprensible que se muestre un poco reticente. Si total, lo más probable era que simplemente acabase perdiendo ese dinero. Pero finalmente cedió y se llevaron dos boletos a casa.
Llegado el momento de rascar, seguramente no lo hiciese con mucho entusiasmo. Eso llegó después: Charlotte tenía en sus manos un billete ganador valorado en un millón de libras (1.208.055 euros). Como para no creérselo. Pero seguramente, desde ese momento, y sabiendo que llevaban poco más de tres meses juntos, a los dos se les estaría pasando por la cabeza que para disfrutar de la millonada tenían que permanecer en pareja. Sobre todo Michael, claro, porque pagó Charlotte y entonces, técnicamente, el dinero era suyo.
Al final fue Charlotte la que dejó a Michael alrededor de tres semanas después. Y se llevó sus maletas y el dinero con todo el respaldo de la ley. Aunque en realidad fue Michael el que tuvo que hacer las maletas, porque estaba viviendo en casa de su – entonces – novia. Michael perdió el amor y un millón de dólares. Seguro que le dolió más el millón.
“Estoy en shock”, confesaba él. “Puedo admitir abiertamente que no habríamos conseguido ese boleto sin Charlotte, pero ella tampoco lo habría conseguido sin mí. Sé que fue su cuenta bancaria la que lo pagó, pero moralmente debería ser 50-50″. El problema es que la ley no suele contemplar la “moralidad” en ese sentido. Sí, claro, es justicia, pero sistematizada y objetivizada, por lo que no suele haber cabida para argumentos como “es lo justo” si hay algún tecnicismo que de la razón a alguna de las partes. Así fue: aunque Michael trató de meter a la ley en el asunto, los tribunales le dieron la razón a Charlotte. Había pagado ella y era su nombre el que figuraba en el boleto, así que podía hacer lo que considerase oportuno con el dinero. Así lo dijo ella misma, de acuerdo con The Mirror: “Yo compré el boleto. Él no me pagó nada. Es todo una tontería, no quiero saber nada”.
Charlotte no tardó mucho en seguir con su vida con un millón de euros en el bolsillo: poco después “presentó” a su nuevo novio, Kyle, dejándose ver subida a su nuevo y lujoso coche o de vacaciones románticas en Turquía, dejando claro que Michael no le hace ninguna falta. Todo lo contrario que su expareja, a quien la vida parece estar devolviendo karma: según el Daily Mail, el inglés de 39 años está actualmente enfrentándose a la justicia por un caso de violencia doméstica contra su anterior pareja, Crystal Neary-Phillips.