Un episodio insólito y de extrema peligrosidad sacudió a la localidad rionegrina de Catriel, cuando un niño de 12 años tomó sin permiso el auto de sus padres y volcó a gran velocidad en la ruta 151. Se investiga si estaba corriendo en una picada clandestina junto a otro vehículo, en el que se presume que viajaba su hermano. Al ser rescatado fue inmediatamente derivado al hospital, donde los médicos constataron que solo presentaba heridas leves.

Tras el fuerte impacto el rodado terminó con destrucción total, lo que dificultó el rescate del menor.

El conmocionante episodio, ocurrido el domingo, fue captado por las cámaras de seguridad del centro de Catriel donde se observa al preadolescente a bordo de un Volkswagen Gol Trend blanco. Minutos después, otra cámara registró el momento en que, en dirección a la Ruta Nacional 151, perdió el control del vehículo y, a toda velocidad, impactó contra un objeto fijo y volcó violentamente.

Minutos después de producido el incidente, que pudo haber sido fatal, se desplegó un operativo de emergencia en el que bomberos y efectivos de la Policía de Catriel trabajaron durante horas para rescatar al menor, que permanecía atascado dentro del auto, que tras el fuerte impacto terminó con destrucción total. Una vez liberado, el chico fue trasladado al Hospital de Catriel, donde los médicos confirmaron que solo presentaba heridas leves.

Un niño de tan solo 12 años tomó el auto de sus padres sin permiso, y a gran velocidad terminó volcando en la ruta 151.

En el lugar del siniestro, el padre declaró ante las autoridades que su hijo había tomado el auto sin su consentimiento mientras él no estaba en su hogar. Además, el Juzgado de Faltas labró una contravención a la madre del niño, aunque aún se analiza la posibilidad de que se le imponga otro tipo de responsabilidad adicional.

A través de las imágenes captadas por las cámaras de seguridad, las autoridades intentan esclarecer si, en el momento del impacto, el niño participaba de una carrera ilegal junto a otro rodado en el que, según las primeras hipótesis, se encontraba su hermano.

El episodio reaviva la preocupación sobre la seguridad vial y la responsabilidad de los adultos en la supervisión de los menores, especialmente en casos donde la imprudencia puede terminar en tragedia.