(Nono Rico/Europa Press)

La naturaleza se asocia a menudo con la paz y la tranquilidad, pero los ámbitos naturales también son capaces de lo peor. Sus profundidades pueden hacer de esa experiencia de desconexión y calma toda una odisea. Los bosques y parques naturales son emplazamientos de extensa longitud territorial, por lo que perderse se antoja fácil, además de peligroso para la integridad física. Este ha sido el caso de Robert Schock, un hombre de 39 años que fue con sus mascotas al Parque Nacional North Cascades, en la frontera de Estados Unidos con Canadá, sin saber que iba a pasar una de las peores experiencias de su vida.

El plan inicial del hombre era realizar una ruta de 32 kilómetros con su perro para después volver a su hogar, según ha podido saber el medio estadounidense People. A pesar de conocer ese emplazamiento por experiencias anteriores, este había sufrido varias alteraciones por los incendios forestales del año 2022. Fruto de esos cambios en los caminos, decidió aventurarse en un terreno que no había transitado anteriormente. “Fue esa curiosidad la que me impulsó a continuar”, afirmó después de ser rescatado y contar su historia.

Perdido e incomunicado con su perro

Tras adentrarse en el interior del parque, el hombre se vio en una situación límite: no sabía regresar y estaba incomunicado. Una vez se dio cuenta de que no podría dar media vuelta porque estaba desorientado, decidió buscar ayuda con su teléfono, pero este estaba fuera de servicio. Así, el hombre y el perro se encontraban solos frente a esa situación extrema.

Un Perro perdiguero camina por el bosque (Pixabay)

Robert decidió soltar a su mascota para que esta encontrase el camino, y tuvo éxito, ya que más tarde el perro fue rescatado en un sendero, pero solo. El hombre de 39 años se quedó solo en el bosque, aunque la voz de alarma sobre su desaparición ya se había dado, gracias al animal. Unos días más tarde, su madre puso la pertinente denuncia por desaparición, por lo que una búsqueda comenzó, pero sin éxito. “Comencé a gritar ‘Auxilio’, pero no respondían”, explicó Robert, que intentó llamar la atención de los helicópteros que peinaban la zona.

Supervivencia extrema durante 30 días

Ante esa situación de soledad y sin recurso alguno, el hombre tuvo que sobrevivir como pudo en esos momentos. Fruto de la desesperación y el hambre, no dudó en llevarse a la boca cualquier tipo de elemento que pudiera ser ingerido. Por ello, se respaldó en la ingesta de hongos grandes y de bayas para no morir de hambre. “Comí esto todo el día y sabía como el champiñón normal que se encuentra en la pizza o algo así”, desarrolla. “Era lo único que tenía para comer todo el tiempo, aparte de las bayas, que eran bastante asquerosas”, añade.

Hongo, champiñón. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Finalmente, un grupo de personas que estaban realizando tareas de mantenimiento localizó a Robert, sin fuerzas ni ropa, tras escuchar un grito de auxilio. Así, el hombre fue trasladado al hospital, donde estuvo ingresado rodeado de su familia para reponerse y ganar 18 kilos tras estar un mes a la intemperie de la naturaleza.